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Espectáculos|Jueves, 21 de julio de 2005
EL LEGENDARIO GEORGE A. ROMERO
HABLA DE “TIERRA DE LOS MUERTOS”

“El subtexto político es evidente”

El mítico realizador de La noche de los muertos vivos, la película que en 1969 inauguró una nueva era en el cine de terror, revive a sus queridos zombies y entrega con Tierra de los muertos un film que, sin abandonar los tópicos del género, propone una lúcida alegoría político-social.

Por Martín Pérez
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“El cine de terror no debería ser sólo un tipo corriendo por ahí con un cuchillo en la mano”, dice Romero.
Uno de los rasgos que más distinguen a George A. Romero, aun cuando uno sólo lo haya visto en fotos, son sus anteojos. Pero lo distintivo es que, aunque se trate de un director especializado en películas de terror y de zombies, sus anteojos no son de diseño moderno, freak o simplemente los más oscuros de todos, sino que son de marco ancho y de cristales inmensos, como los de un bibliotecario o un abuelo. Alguien, a fin de cuentas, de otro tiempo. Al teléfono con Página/12 desde una oficina en Toronto, la ciudad donde rodó su flamante Tierra de los muertos, Romero no puede contener una carcajada al escuchar hablar de sus anteojos. “Justamente, aunque no me pueda ver, los estoy luciendo en este preciso momento.”
Siempre desde detrás sus clásicos anteojos, entonces, lo que en el último tiempo ha podido ver una y otra vez Romero es cómo, después de más de una década de silencio, el teléfono de su oficina ha vuelto a sonar. “Es verdad que casi me perdí la década del noventa, pero en realidad, desde mi última película a ésta han pasado sólo cuatro años”, dice Romero, refiriéndose a la película que se estrena hoy acá, y de la que allá en Toronto está terminando su versión en DVD. “Soy el mismo tipo de dos años atrás, cuando nadie parecía querer saber de mí. Claro que como ahora alguien me dio dinero para hacer una película, seguro que los productores piensan que es seguro invertir más dinero en mí. Son tan tontos...”, asegura, y larga una carcajada.
Quince millones de dólares invirtió Universal en Tierra de los muertos, la película con la que Romero ha regresado al tema fundacional de su filmografía, los zombies. No es mucho dinero para Hollywood, pero le ha permitido a Romero hacer una película en la que, según afirma, no le sobró nada, pero tampoco le faltó. “Me han dejado con las manos libres. Mi única obligación, a diferencia de las anteriores películas de la serie en las que ni me preocupé por ello, fue conseguir una calificación que posibilite su explotación comercial. Me pareció muy ridículo que la cuestión para conseguirlo o no sea una cuestión de cuadros más o cuadros menos. ¡Se preocupan por eso, y no lo que supuestamente signifique esa escena para el espectador!”
–Así que básicamente pudo salirse con la suya...
–Sí, la verdad que pude hacer lo que quise, y la película es bastante sangrienta. ¡Pero la versión en DVD lo es aún más!
Aunque desde aquella mítica película llamada La noche de los muertos vivientes los zombies son el tema de Romero, para él la clave de su cine es otra. “Mi teoría es que cada película, sea cual fuere su género, refleja la época en la que fue realizada. Por eso, cuando me preguntan por el tema de esta película, digo que es sobre una sociedad ignorando sus problemas. Porque creo que eso hemos estado haciendo durante los noventa. En vez de enfrentar los problemas, los hemos ido barriendo debajo de la alfombra. Cuando escribí este guión, lo hice teniendo en la mente cosas como el sida o la ultraderecha religiosa norteamericana. Pero justo cuando lo había terminado sucedió el atentado contra las Torres Gemelas, y nadie quiso ponerle una mano encima. Así que, cuando volví sobre él, me dediqué a agregarle las cuestiones de la política exterior norteamericana, algo que terminó de redondear la idea”.
Tierra de los muertos está ambientada en una ciudad que se ha amurallado, rodeada por un mundo ocupado por los zombies. Pero esa ciudad está dividida en dos castas: una habita en una torre privilegiada y el resto es una especie de submundo en ruinas, al servicio de los privilegiados. Sus protagonistas principales son dos: el héroe de acción, que en realidad quiere abandonarlo todo, y el líder trajeado de esos privilegiados encarnado por Dennis Hopper como si fuese el director de una megacorporación, siempre con un whisky en mano y un puro en la boca.
–Su héroe me hizo acordar todo el tiempo a Snake, el protagonista de Fuga de Nueva York, de John Carpenter...
–Puede ser. Pero es mucho más romántico que Snake, ¿no?
–Pero el que se roba la película casi sin hacer nada es Hopper...
–Nos llevamos muy bien con él. Es compañero de mi generación, creo que él siente la misma frustración que yo de que los sesenta no hayan servido para nada. Pero lo más curioso de todo es que es republicano... ¡No lo puedo creer! Para mí es algo que no tiene sentido...
–Igual dice con mucha convicción las frases más políticas, como ésa en la que asegura: “No negociamos con terroristas”. ¿Le trajo algún problema en los Estados Unidos?
–La verdad que no. Aunque en algún momento pensé que incluirla era algo demasiado evidente. Pero al final la dejé para que quedase claro que el subtexto político que se puede leer detrás de la acción era algo intencional.
Con esta cuarta parte de su particular serie de películas de zombies, Romero da un paso más en la evolución de sus monstruos, algo que fue preocupándole película tras película. Alguna vez, incluso, cuando le preguntaron por qué sus zombies se movían tan lentamente, respondió que prefería que sus monstruos se anoten en una biblioteca antes que en un gimnasio. “Me gusta decir esa frase”, dice Romero, y se le escapa otra carcajada. “Porque es verdad: siempre me preocupé más por su desarrollo mental que por otra cosa. Tal vez porque soy de otra época, crecí con películas como Frankenstein y La Momia, en las que los monstruos se movían lento pero era difícil detenerlos. Y no se trataba de correr más rápido que ellos, sino de encontrar su talón de Aquiles”. Y para terminar de confirmar la idea, asegura: “Siempre he simpatizado con mis zombies. En mi mundo, los zombies se están volviendo cada vez más humanos, y los humanos lo son cada vez menos”.
–Algo que en esta película es aún más evidente...
–Es verdad. Por ejemplo, en todas mis anteriores películas siempre hubo un protagonista humano afronorteamericano. Pero el afronorteamericano de esta película es el líder de los zombies...
A la hora de hablar del cine de terror actual, Romero tiene una opinión formada, que tiene que ver con esa convicción de que sus películas tienen que relacionarse con el contexto en el que fueron filmadas. “El problema con el género es que muy poca gente siente un verdadero afecto por él. Y, después, que nadie lo usa como una plataforma para decir algo. Y no estoy hablando de predicar o de hacer discursos, sino de simplemente expresar alguna opinión, porque si no se trata sólo de un tipo corriendo por ahí con un cuchillo en la mano”, dice el director, que asegura haberse divertido mucho en el último tiempo con una película como Batalla Real, de Kinji Fukasaku. Y que le impresionó Elephant, el film de Gus Van Sant.
–Usted dijo alguna vez que lo que los empujó a usted y a sus compañeros de generación, como Wes Craven y John Carpenter, fue esa furia que venía del hecho de saber que los sesenta al final no habían cambiado nada...
–Exactamente, y eso es algo que está muy bien expresado en un documental llamado American Night-mare. Nosotros creímos que esos años iban a generar un cambio, pero todo siguió igual. Nos engañamos un poco a nosotros mismos, y lo único que logramos fueron cambios culturales, tal vez demasiado liberales. Pero en lo que respecta a lo que importa, nada cambió en realidad. Y un gobierno como el de George Bush lo deja bien en claro.
–¿Sigue teniendo aquella furia?
–Por supuesto. Claro que no es algo que cargo conmigo todo el tiempo. No voy todo el tiempo por ahí con mala cara. Después de todo vivo bien, y tengo la suerte de poder expresar lo que pienso a través de mis películas. Pero cómo no me voy a seguir sintiendo así, si muchas de nuestras actitudes políticas son ridículas. Pero mi mayor frustración no es nuestro gobierno, sino la actitud del pueblo norteamericano. No puedo creer que se traguen toda la mierda que les vende esta administración. Es algo muy inquietante... ¡más que cualquier película de zombies!


8-TIERRA DE LOS MUERTOS
George Romero’s Land of the Dead, Estados Unidos, 2005.
Dirección y guión: George Romero.
Fotografía: Miroslaw Baszak.
Música: Reinhold Heil y Johnny Klimek.
Intérpretes: Simon Baker, Dennis Hopper, Asia Argento, John Leguizamo, Robert Joy, Eugene Clark.

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