Apenas sonaron los primeros acordes de “Desconexión sideral”, el primer tema de Bersuit, unos cien chicos que estaban afuera del estadio intentaron entrar por un acceso secundario (que estaba cerrado) a puro empujón, sin pagar entradas. Mientras esa porción del público se trenzaba con el personal de seguridad, la policía parecía no darse cuenta, pese a que la comisaría queda a menos de una cuadra del lugar. Hubo piedrazos (que los novatos de la seguridad devolvían, hasta que los más experimentados pusieron orden), palos, botellazos y una valla arrojada hacia la puerta. Cuando la policía llegó al lugar, tiró balas de goma al aire y obligó a los revoltosos a replegarse hasta una esquina. Algunos contusos fueron atendidos en un hospital cercano.