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Espectáculos|Martes, 25 de marzo de 2003

Voces

- Pino Solanas: “Me parece deplorable la esquizofrenia de una sociedad que, mientras se invade país y se bombardean sus ciudades, puede hacer una fiesta del cine. Yo no he visto la mayor parte de las películas que se votaban. Pero siempre me pareció deplorablemente artificiosa ese tipo de ceremonias. Lo que quiero destacar es la digna actitud que tuvieron varios artistas premiados, entre ellos Pedro Almodóvar y, especialmente, Michael Moore”.
- Salvador Samaritano: “Mucho no pude ver. El fragmento que vi me pareció dentro de la rutina común. Me llamó la atención que no hubiera muchas alusiones a la guerra, me imaginaba que iba a haber más. Realmente no sé por qué se dio de esa manera porque históricamente Hollywood fue un lugar politizado, para el negocio del cine y en los temas de las películas que se filman”.
- Héctor Olivera: “Lo que más me impactó fueron las palabras de Michael Moore hablando de `ese presidente de ficción’. Me sorprendió para bien el premio del guión a Pedro Almodóvar aunque en su discurso esperaba que dijera algo en contra de Aznar. Pero estuvo bien, más moderado de lo que yo imaginaba. ¿Si hubo presiones para los mensajes pacifistas? Las presiones las han dado varios diarios fascistas como el New York Post que desde hace varias semanas viene haciendo sus propias listas negras. Respecto de las películas me impactaron El pianista, Las horas y Chicago. Son de géneros tan distintos que si yo fuera jurado no hubiera sabido decir cuál era la mejor”.
- Lorenzo Quinteros: “No vi el show completo, pero siento que los estadounidenses están ciegos y no ven el resto del mundo correctamente. La cinematografía del Imperio está muy ligada con la colonización. Es una industria que como la militar son estratégicas para el imperio. El cine es para mí la mayor expresión de la paranoia de la sociedad: la cultura norteamericana es paranoica y su cine ha hecho de eso una expresión. Creo que la entrega estuvo influenciada por los acontecimientos: todo fue muy tibio. Me parece que los estadounidenses pueden perder la costumbre de pensar sólo en ellos y no pensar en los demás”.
- Eduardo Aliverti: “Lo más impactante fue lo de Michael Moore. Me pareció que estuvo a la altura de lo que se esperaba de él porque es un tipo muy hard, muy pesado, digamos. Y quedó como el único discurso confrontativo. De todas maneras también tengo la duda de si no hubo algún tipo de censura en la transmisión respecto de algún testimonio. Pero entiendo que no. No esperaba más de lo que sucedió. De pronto esperaba algo más de Susan Sarandon. En definitiva, me pareció que el glamour de Hollywood se impuso sobre la necesidad de autocrítica”.

Producción: Oscar Ranzani.

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