Homero Simpson, un dibujo pensado para adultos, es el personaje favorito de los preadolescentes, según los estudios de mercado del rubro. “Se parece a ‘Los tres chiflados’, que veo por Fox Kids. Homero parece un hermano de ellos”, sostiene David Bonini, que cursa sexto grado en una escuela de Palermo. “En verdad, ‘Los tres chiflados’ son cinco –detalla–: Larry, Moe y Curly, más los dos primos. Con Homero son seis.” Su teoría se sostiene en el eje sobre le cual rotan las fantasías animadas de los preadolescentes de hoy: “Es divertido porque es tonto, hace estupideces y encima es borracho, a veces salva a alguien, pero de casualidad. Se golpea y no llora, se ríe y no llora, solamente dice ¡auch! y se la pasa comiendo rosquillas”. La misma composición del personaje que describe Etienne Esvant desde sus 12 años: “Homero siempre se mete en problemas, y siempre lo hacen ver estúpido. Bart es travieso, Homero es tonto, pero creyéndose inteligente. Eso para mí lo hace más divertido
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