“Lo que más me llama la atención es que los chicos pescan más detalles que los adultos”, señala Oscar Araiz, satisfecho con la experiencia de Alicia, que se presenta los sábados y domingos a las 15 en el teatro Maipo. “El otro día un padre le decía al hijo que no había visto a ningún conejo blanco. Y el chiquito, de cuatro o cinco años, le replicó: ‘¡pero no lo viste, estaba vestido de aviador!’. Y es así, el conejo sale con un trajecito blanco y unos anteojos de cuero de aviador”, agrega el coreógrafo.
–¿Cómo explicar esta diferencia en la manera de mirar?
–El chico captó las cualidades: la velocidad, la rapidez, la gracia del conejo, mientras que el adulto buscaba la máscara del conejo, lo exterior.