Hace dos años, concretar el montaje de Otra vuelta de tuerca, de Henry James, le había interesado a Terranova muy especialmente porque, entre otros, tocaba el tema de la inseguridad: “Era la época en que empezábamos a vivir con miedo y no sabíamos cuáles eran los fantasmas de afuera y cuáles eran los de adentro”. Su tercer trabajo de dirección lo piensa para más adelante con el proyecto de hacer una versión de Los chismes de las mujeres, de Carlo Goldoni, “adaptada a nuestra realidad, para profundizar acerca de lo que produce el rumor a todo nivel”. Y, para más adelante todavía, espera dirigir a María Comesaña en la pieza que está escribiendo Lucía Laragione, sobre la vida de Trinidad Guevara, la primera actriz.
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