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Sociedad|Miércoles, 16 de julio de 2008
Estado de alerta por desabastecimiento de insumos, falta de personal y equipos obsoletos

Hospitales con respirador artificial

Treinta médicos del Hospital Fernández –donde el ministro Jorge Lemus fue director– advirtieron sobre las consecuencias “dramáticas” de la “grave situación de desabastecimiento hospitalario”. Reclamos en el Durand, en el Gutiérrez y en el Tornú.

Por Eduardo Videla
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“La falta de insumos incluye desde elementos de alta tecnología hasta insumos básicos.”

El sistema de compras de insumos para los centros de salud porteños que implementa el gobierno de Mauricio Macri ha generado una “grave situación de desabastecimiento hospitalario” cuyas consecuencias “son dramáticas y ponen en serio riesgo la salud de nuestros pacientes”. La expresión corresponde a una nota firmada por treinta médicos del Hospital Fernández, en su mayoría jefes de servicio y, si bien es válida para su lugar de trabajo, podría aplicarse a otros centros de salud de la ciudad de Buenos Aires. Como el Hospital Durand, donde hoy los profesionales realizarán un “abrazo” al edificio, con un reclamo similar; el de Niños Ricardo Gutiérrez, donde todavía persisten los problemas denunciados en estas páginas hace dos semanas, o en el Tornú, donde días atrás los profesionales hicieron un corte de calle. En el Ministerio de Salud le adjudican la responsabilidad a Hacienda y admiten que “hubo que cambiar el esquema original de compras centralizadas”, que no funcionó.

“Es como tirar la heladera vieja antes de que le entreguen la nueva: se le pudre toda la comida”, graficó Pedro Cahn, jefe de Infectología del Fernández, con el primer ejemplo que encontró a mano. Se refería al cambio del sistema de compras de insumos, que hasta el 30 de junio manejó cada hospital y que a partir de ese día maneja en forma centralizada el Ministerio de Hacienda.

Los médicos del Fernández advierten que “la falta de insumos incluye desde elementos de alta tecnología para asistir enfermedades agudas y graves, como infartos de miocardio, hasta insumos básicos, como hojas de bisturí, alcohol, guantes de látex y medicamentos para asistir emergencias, entre otros”.

En la nota, dirigida a la Defensoría del Pueblo de la ciudad y a la de la Nación y a la Comisión de Salud de la Legislatura, los médicos no cuestionan la validez del cambio del sistema de compras, sino que el nuevo esquema “ha comenzado por impedir a los hospitales efectuar compras descentralizadas sin haber puesto en marcha un sistema de compras a nivel central”.

“En nuestro servicio, por ejemplo, faltan reactivos para hacer hemogramas u otros análisis, pero en cirugía cardiovascular no hay elementos

para intervenciones en emergencias coronarias”, comentó Cahn a PáginaI12. Para el especialista, al problema de insumos se agrega la falta de personal de enfermería y administrativo: “Hay una sala de terapia que no se puede habilitar por falta de enfermeras. Y en Infectología, a las dos administrativas les paga el sueldo la Fundación Huésped”. “La crisis no empieza con esta administración pero, lejos de arreglarse, se empeoró”, sentenció el profesional.

Una situación similar se vive en el Hospital Durand, donde hoy los profesionales realizarán una asamblea y un abrazo al edificio, con el apoyo de los gremios y de agrupaciones de vecinos. Allí, al problema de los insumos y del personal se suma el cese del servicio de vigilancia. “En Neonatología, ahora hay dos colaboradoras de la cooperadora, que cuidan para evitar un eventual robo de bebé”, contó a este diario Oscar Trotta, médico pediatra.

“Hay dos pisos cerrados por falta de mantenimiento. Y el tomógrafo no presta servicio por falta de pago a la empresa privada que lo gestiona”, agregó el profesional.

La Asociación de Médicos Municipales acompaña el reclamo. Su titular, Jorge Gilardi, le dijo a este diario que hace una semana “se acordó con los ministros de Salud y de Hacienda que la compra centralizada se haría sólo por 800 productos y el resto (alrededor de 10 mil productos) se descentralizaría. “Estamos haciendo un monitoreo para saber cómo se cumple”, enfatizó. Sin embargo, algunas asociaciones de profesionales acusan al gremio de “connivencia” con el gobierno.

En el Ministerio de Salud sostienen que la crisis no es nueva: “La caída del stock de insumos empezó en junio de 2007, cuando la anterior gestión (de Telerman), después de perder las elecciones, desfinanció los hospitales”, sostiene la médica Ana Aramburu, directora de la región sanitaria de la cual depende el Fernández y otros cuatro hospitales.

La funcionaria informó que desde el viernes hasta ayer se estuvo distribuyendo en hospitales cuatro canastas con los 800 productos. “Para casos muy específicos, como un stent para cirugías coronarias, el director tiene que pedirlo al ministerio”, dijo Aramburu.

–Es como una economía de guerra... –observó PáginaI12.

–Es que todo cambio genera problemas –argumentó la funcionaria.

Según el anuncio de la titular de la región sanitaria, esta semana ya tendrían que haber llegado a los hospitales los fondos para las compras de los materiales no entregados, que vuelven a ser descentralizadas.

Silvia De Francesco, de la Asociación de Profesionales del Gutiérrez, dice que “han llegado muy pocos insumos: no hay demasiados cambios” respecto de la situación hace 15 días, cuando se denunció la crítica situación del hospital. “Es más, se agravó la situación de enfermería, porque las enfermeras dejaron de hacer horas extras, con lo que complementaban su sueldo y de paso cubrían los baches en el hospital”, relata De Francesco. Es que ese sector lleva la peor parte en el sistema: “Cobran sueldos bajos y con un promedio de edad de 45 a 48 años, y se desempeñan en áreas críticas, con un alto nivel de stress”. Hoy, una asamblea resolverá “cómo continúa el plan de lucha”.

Ana Aramburu, quien actuó como vocera del ministerio, admitió que el problema del personal es difícil de resolver, también a causa del desfinanciamiento. “Desde 2007 había 3000 profesionales designados para ingresar, que no pudieron incorporarse por razones de presupuesto. Recién este año pudimos ingresar a 1450, y estamos empezando a refinanciar el resto. Todos están nombrados por concursos, algunos en 2004, 2005 o 2006.” El problema más grave es en el sector enfermería: “Hay poco personal, trabaja en malas condiciones y está mal pago, por lo que prefiere irse al sector privado”, concluyó.

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