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Desde México, D. F.
Jesús Martínez Espinoza, presunto líder de la célula de narcotraficantes mexicanos que operaba en Sudamérica, detenido ayer en Paraguay, es un desconocido en su propio país. Hasta antes de que su nombre surgiera vinculado con el tráfico de efedrina desde Argentina, no hay la menor referencia de él en la prensa mexicana.
En la lista de los más buscados de la Procuraduría General de la República (PGR) aparece una ficha de Martínez Espinoza, pero como prófugo por el delito de secuestro, no por delitos contra la salud. En la ficha disponible en Internet, no hay un solo dato de él, aparte de su nombre, un par de fotografías y el delito por el que se le persigue.
Martínez Espinoza es buscado efectivamente en el estado de Puebla, cercano al Distrito Federal. En la segunda semana de septiembre, el procurador general de Justicia estatal, Rodolfo Igor Archundia Sierra, dijo contar con alguna información del supuesto secuestrador. El expediente habría llegado a su escritorio el 8 de septiembre, pero hasta ese momento sólo sabía lo que decían los diarios argentinos, según versiones periodísticas locales que citan como fuente a la diputada federal del PAN Violeta Lagunes Viveros, quien lo habría cuestionado por este caso en una reunión. Según la legisladora oficialista, el procurador poblano habría justificado el bajo nivel de información de la PGJ a que la PGR había atraído el caso, y la dependencia federal sería la que tiene mayor información sobre el hasta entonces prófugo, la cual habría compartido con las autoridades argentinas.
Según la prensa poblana, la PGJ tiene una orden de aprehensión contra Martínez Espinoza por el delito de secuestro, pero ni su nombre ni su fotografía aparecen en su lista de los más buscados, consultada ayer.
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