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Sociedad|Martes, 28 de octubre de 2008
Se entregó el ex policía socio de una víctima del triple crimen

Caído en la ruta de la efedrina

José Luis Salerno era socio de Damián Ferrón, uno de los asesinados en General Rodríguez, en la propiedad de la droguería Farma Group. Participó de una reunión con las tres víctimas y dos mexicanos presuntos traficantes de efedrina.

Por Raúl Kollmann
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Salerno, que se entregó ayer por la mañana, es trasladado a tribunales para su indagatoria.

José Luis Salerno, socio de una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez, se entregó ayer al juez Federico Faggiona-tto Márquez y declaró que no tuvo nada que ver ni con los asesinatos ni con la venta de efedrina. Salerno es un ex policía bonaerense, dueño de la droguería Farma Group, y como tal participó de una reunión clave realizada en el Open Bar de Pilar el 25 de julio de este año, dos semanas antes de la matanza. Allí estuvieron los tres jóvenes que terminaron muertos, el mexicano Rodrigo Iturbe y el propio Salerno. Supuestamente, en ese encuentro se pactó la provisión de efedrina al grupo mexicano, lo que luego habría derivado en algún tipo de traición, que desembocó en los homicidios. Salerno admite que participó de esa reunión, pero sólo de un tramo de ella, y que no tuvo vínculo con lo que allí se trató. Desde el punto de vista del homicidio, no faltan quienes acusan al ex policía de ser el instigador. Sin embargo, la fiscal Ana María Yacobuzzi no encontró elementos contundentes ni un móvil claro como para imputarlo.

Salerno era una especie de socio de Damián Ferrón, quien junto a Sebastián Forza y Leopoldo Bina apareció muerto en el zanjón de General Rodríguez. Un dato que hizo sospechar de Salerno es que el jueves 7 de agosto, el día de la desaparición de los tres jóvenes, su celular se prendió en la zona de General Rodríguez, donde se produjo la matanza. Ante la fiscal Yacobuzzi, Salerno negó que haya estado con Ferrón-Forza-Bina, pero contó que ese día, en plenas vacaciones de invierno, estuvo en su casa del country Boca Ratón, en Moreno, y que las llamadas podrían haberse cursado por la antena que también abarca a General Rodríguez. La fiscal verificó que eso era posible.

Para Faggionatto Márquez el caso es distinto, porque no investiga el crimen, sino el movimiento de la efedrina como elemento para la fabricación de drogas sintéticas. En ese aspecto, las sospechas sobre Salerno tienen que ver con su participación en la reunión del Open Bar. Pero, además, el cirujano plástico Gustavo Ricchiuto, que aparece como un extraño testigo en el caso, contó que Salerno le hizo dos comentarios. El primero: “Estos tres boludos van a aparecer tirados en un zanjón de Moreno”. El presagio se cumplió. El segundo, que Ibar Pérez Corradi, un financista de Forza que está detenido, había pagado 100.000 pesos para que se cometa el triple crimen y que el móvil de la matanza fue que Forza desplazó a Pérez Corradi del negocio de la venta de efedrina a los narcos mexicanos. De acuerdo con la investigación de Yacobuzzi, es cierto que Pérez Corradi amenazó a Forza porque le debía una gran cantidad de dinero, pero eso no explicaría por qué mataron en forma bestial también a Bina y Ferrón. Para los investigadores, el móvil del triple crimen estaría vinculado con una traición de los tres jóvenes en su provisión de efedrina a los mexicanos. O que le hayan dado a la policía o la Justicia los elementos para allanar el laboratorio de Maschwitz.

En tanto, Ricardo “Ricky” Martínez, el padre del actor Mariano Martínez, deberá afrontar hoy dos careos. Por un lado, con el médico Ricchiuto y por el otro con el detenido Armando Giuliani, nexo entre los mexicanos y los proveedores de efedrina. Ambos han dicho que Martínez iba a entregar unos 400 kilos de efedrina por semana para abastecer a un nuevo laboratorio de los mexicanos. Martínez admite que conocía a todos los protagonistas, incluyendo a los dos mexicanos, Iturbe y Martínez Espinoza, también tuvo relación con Forza y con Tarzia, socio clave en el laboratorio clandestino de Maschwitz. El juez va a decidir esta semana si Ricky queda en libertad, tal vez procesado como partícipe secundario, o si lo mantiene preso como cómplice primario en la fabricación de drogas sintéticas.

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