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“Buenos Aires Playa”, decía la colorida inscripción de la gorra amarilla PRO con la que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se protegió del sol durante su visita, ayer por la tarde, a uno de los dos predios con arena, reposeras y sombrillas –también amarillos– que, a partir de hoy y hasta fines de febrero, funcionarán como las playas artificiales de la ciudad. El único detalle del que carecen es el agua, ya que, si bien están a orillas del Río de la Plata y de una laguna, ambos están contaminados y su uso como balneario está prohibido. Como alivio, funcionan unos duchadores. “Las principales ciudades del mundo cuentan con espacios de esta clase”, apuntó Macri en referencia a las nuevas instalaciones del Parque de los Niños, en Núñez, que recorrió junto con el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. También lo seguían algunos cholulos que aprovechaban la presencia de las cámaras e intentaban aliviar allí la pesadez de una tarde calurosa. La otra playa funcionará en el Parque Roca, al sur de la ciudad.
Formalmente, las flamantes playas abren sus puertas hoy y podrán ser utilizadas por los usuarios de martes a domingo, de 10 a 20, hasta fines de febrero. Sin embargo, aquellos que decidieron pasar el día de ayer en el Parque de los Niños pudieron hacer de cuenta que estaban en Mar del Plata, pero sin mar. O en San Bernardo, si se tienen en cuenta las dimensiones de los predios con arena.
Es que se trata de un arenero de 250 metros de largo por 10 de ancho, paralelo a la pasarela que sigue la orilla del Río de la Plata, al fondo del parque del norte porteño. A mitad de su rápido paseo por el predio, y frente a grabadores y cámaras de televisión, el jefe de Gobierno recalcó que ambos predios “cuentan con las mismas comodidades”. Lo ayudaba, soplándole datos y corrigiendo otros, Rodríguez Larreta.
Macri puso más esmero en explicar que la creación de las playas –al igual que considera cada nueva medida de su gestión– “contribuye a mejorar la calidad de vida de todos los vecinos porteños”.
En cuanto al sur de la ciudad, la de Parque Roca consta de tres sectores con arena –dos de 100 por 20 y de 60 por 20, más otro en forma de círculo con 30 metros de diámetro– bordeando el lago aliviador del arroyo Cildáñez. La gente “contará con una muy linda vista”, agregó Rodríguez Larreta, en referencia a ese cuerpo de agua del que la gente estará separada por un casi imperceptible alambrado.
La laguna, al igual que el Río de la Plata en el caso de la otra playa, están contaminados y no son aptos para que la gente se bañe en ella. Sin embargo, los predios cuentan con duchadores que ayudarán a estimular la imaginación de las personas para que se sientan como en la playa. A eso se suman las reposeras y sombrillas. Pero eso no es todo, porque también hay sectores de juegos para los más chicos, un escenario donde se ofrecerán shows en vivo de forma gratuita a lo largo de todas las jornadas, un sector con sillas y libros de cuentos destinados a todo aquel que quiera reposar disfrutando de la lectura. Todo absolutamente gratis. También hay lugares donde comprar bebidas y snaks.
El gobierno porteño invirtió 2,5 millones de pesos en la creación y puesta en marcha de los espacios. “Un millón y medio en infraestructura y otro millón más en mobiliario y demás detalles que hacen a las playas específicamente”, especificó Macri. Por su parte, el jefe de Gabinete confió en las expectativas que la gestión puso en los proyectos: “Esperemos que las usen la mayor cantidad de gente posible. Al ser algo nuevo nunca se sabe, pero creemos que va a funcionar”.
Informe: Ailín Bullentini
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