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Sociedad|Jueves, 2 de julio de 2009
El joven que mató a Alfredo Marcenac quedará internado en el Hospital Borda “hasta que cese su estado de peligrosidad”

El tirador serial de Belgrano es inimputable

Un tribunal oral absolvió a Martín Ríos. Se basó en la opinión de 12 de los 17 peritos convocados en el juicio, que lo declararon inimputable. Para la familia Marcenac, es “un fallo vergonzoso”. El fiscal, que había pedido prisión perpetua, apelará.

Por Carlos Rodríguez
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“El Estado nos vuelve a victimizar”, dijo Adrián Marcenac, el padre del joven asesinado, al conocer el veredicto.

En un fallo con inevitable polémica, Martín Ríos, que pasó a la historia del crimen como “el tirador serial de Belgrano”, fue declarado inimputable y absuelto por cuatro ataques a balazos que protagonizó, en uno de los cuales murió Alfredo Marcenac, de 18 años. Los jueces del Tribunal Oral Nº 12 se apoyaron en el dictamen de 12 peritos –sobre un total de 17– que señalaron que su enfermedad mental lo hace inimputable porque “no comprendió la criminalidad de sus actos ni pudo dirigir sus acciones” durante los hechos de violencia de su autoría. Ríos seguirá detenido, con tratamiento psiquiátrico, en la Unidad 20 del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que funciona en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda, hasta que los médicos determinen que ha cesado “el estado de peligrosidad” que representa para sí mismo y para terceros. “El Estado nos vuelve a victimizar. Primero permitió, a través del Registro Nacional de Armas (Renar), que este asesino pudiera tener un arma y ahora, a través de sus jueces, dicta un fallo inadmisible”, se quejó Adrián Marcenac, padre del joven asesinado el 6 de julio de 2006, cuando Ríos atacó a balazos a numerosas personas, en Cabildo al 1700, en el barrio porteño de Belgrano.

Consultado por Página/12 acerca de la desazón de la familia Marcenac frente al fallo, Angel Ramallo, uno de los defensores de Ríos, dijo que se solidariza “con el dolor de la familia”, pero a la vez recordó que su representado “está en una cárcel, con la seguridad que tiene una cárcel que además es un loquero. Allí va a tener contención porque va a estar medicado. En una cárcel común podría llegar a matar a otras personas. Además, por el cuadro que él tiene, yo creo que va a estar allí de por vida porque es una persona muy peligrosa que no maneja sus actos”. Las palabras de Ramallo estuvieron referidas a las expresiones de la familia Marcenac, en el sentido de que Ríos podría salir en libertad “en unos meses o en cuatro o cinco años”, si los médicos le dan el alta.

Ríos, presente cuando leyeron la sentencia, estuvo hamacándose en forma permanente en su silla fija como si estuviera en una mecedora. Tenía la mirada ausente y actuó con indiferencia, como si no hubiera escuchado la sentencia. Antes había respondido con un “no”, cuando los jueces Ana Dieta de Herrero, Carlos Bruno y Alfredo Rizzo Romano le ofrecieron la posibilidad de pronunciar su alegato final, antes de escuchar el veredicto. Adrián Marcenac, el padre del joven asesinado por Ríos, consideró que el fallo absolutorio “es vergonzoso”.

“Estos señores del tribunal oral no supieron leer el expediente. No sabían lo que estaba escrito allí y ahora serán responsables de las próximas muertes de este asesino”, insistió el papá de la víctima. La madre, Mónica Bouyssede, también repudió la decisión: “Estos son los jueces que tenemos, hay que recordar bien los nombres, porque deberán hacerse responsables de las próximas muertes de este asesino”. En la sala estuvieron presentes muchos amigos de Alfredo Marcenac, que llegaron a la Capital Federal desde Necochea, donde vivía con su familia, para presenciar el cierre del juicio.

Los dos hermanos mayores del joven asesinado, Lucía y Juan Enrique, lloraron cuando escucharon la sentencia. Su reacción inmediata fue tomarse de las manos y poner sobre su pecho una fotografía de Alfredo que debajo tenía la palabra “justicia”. El fiscal del juicio, Carlos Giménez Bauer, que había pedido cadena perpetua para Ríos, confirmó que apelará el fallo ante la Cámara de Casación.

Luego de escuchar las palabras dolidas y las duras críticas de los padres de Marcenac, el abogado Angel Ramallo, defensor de Ríos, recordó que el imputado “está preso desde octubre de 2006 en una unidad del Servicio Penitenciario Federal, donde recibe cuatro medicaciones diarias que lo mantienen como en las nubes. Toma medicina para su psicosis y pastillas para dormir. Yo creo que va a estar allí de por vida y está bien que eso ocurra, porque es una persona peligrosa. En este caso, con el fallo, no hubo ni vencedores ni vencidos. Yo lamento lo que le pasó a la familia Marcenac, porque la pérdida de un hijo es irreparable, pero ahora se hizo lo mejor posible: que el loco esté en un loquero, porque es peligroso y no podía estar en una cárcel común”. Sin embargo, el fallo coincide con el pedido de la defensa de Ríos, que pidió que se lo declare inimputable.

Ramallo coincidió en un punto con los padres de Marcenac, en la responsabilidad del Estado. “El Renar es el responsable de haberle entregado un arma a una persona que no podía ser habilitada porque estaba loca”, insistió el defensor. Uno de los peritos de la defensa sostuvo en el juicio que Ríos “no distingue entre jugar con la PlayStation o estar en la calle matando gente” y que debe estar internado “de por vida”. Doce peritos dijeron que era inimputable y otros cinco que era un “simulador” y que debía ser imputado. Ahora, un juez de Ejecución Penal, junto con un juez en lo civil, serán los encargados de custodiar que Ríos cumpla con el tratamiento psiquiátrico que no seguía cuando estaba en libertad.

Por disposición de los jueces, la pistola Bersa Thunder calibre 380 con la que Ríos asesinó a Marcenac y cometió otras once tentativas de homicidio deberá quedar en depósito en el Renar, el organismo que le permitió tener un arma a pesar de sus antecedentes psiquiátricos. El fallo también fue rechazado por Mariano García Tejera, de 26 años, y su ex novia Sabrina Sangiao, atacados por Ríos en marzo de 2006 en una confitería de Cramer y Juramento. “Siento mucha bronca. Este asesino casi me mata y ahora, si lo dan por curado, tiene la posibilidad de salir”, dijo Sabrina.

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