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El cabo que atiende en la comisaría segunda de San Jorge lo dice casi con orgullo: “La encontramos acá, en Santa Fe”. Ayer por la tarde, todos sus superiores estaban en el campo, rodeando el aljibe donde apareció el cuerpo semidesnudo de Alejandra Cugno, la docente santafesina cuyo auto y pertenencias personales (incluyendo la ropa) fueron halladas en Córdoba. Por la noche, fue detenido en la localidad de San Justo, Santa Fe, el principal sospechoso, apodado “el Colorado”, un peón golondrina que el lunes pasado hacía dedo en la ruta 66 y subió al coche de la docente. Fue la última vez que la vieron con vida. Una mujer cordobesa denunció haber sido abusada 15 años atrás por la misma persona.
El cadáver de Cugno, madre de un niño de 5 años, fue encontrado por la mañana en medio de los rastrillajes en una casa abandonada en la localidad santafesina de San Martín. Aunque la confirmación llegó más tarde, Oscar Ponzio, de la Unidad Regional XVIII de Santa Fe, fue el primero en sugerirlo. “Este campo está en una línea directa entre el lugar donde ella salió de su trabajo y San Francisco (donde vivía) –dijo el comisario–. Además, el cuerpo tiene un pulover color azul francia como el que tenía puesto la mujer, que es la única prenda que nos falta encontrar, y además tiene pelo largo y de color claro, como el de ella.”
El juez a cargo de la causa, José Manuel García Porta, aseguró que luego de arrojar el cuerpo de la mujer de 43 años al pozo en un campo situado en un monte entre las localidades de Las Petacas y Landeta, el asesino rompió la pared del aljibe para que cayeran escombros sobre el cuerpo y éste permaneciera oculto. El pozo tenía cuatro metros de profundidad, por lo que los bomberos voluntarios lograron rescatar el cadáver tras dos horas de trabajo. Por la tarde fue trasladado a la morgue judicial para que se le efectuara la autopsia. Para Porta, el asesino actuó solo y, según determinó anoche, la mató golpeándola con un objeto contundente en la cabeza.
El problema, explicó una fuente policial, es que las piedras y ladrillos que cayeron sobre el cuerpo “le provocaron lesiones indirectas” y falta discernir cuáles fueron provocadas antes de ser asesinada. Todavía no se pudo determinar si previamente hubo abuso sexual. El juez García Porta dijo que ahora la prioridad es indagar al principal sospechoso, el “Colorado” José Luis Baroni, de 41 años. Su casa en la localidad de Viamonte fue allanada ayer. Allí se secuestró una cartuchera que luego una compañera de Cugno reconoció como perteneciente a la desaparecida. Por esta razón, se difundieron a la prensa varias fotografías del peón, quien, según el juez, trabajaba como fumigador de campos y tiene antecedentes por delitos contra la propiedad en Santa Fe y Córdoba.
El móvil del crimen es una incógnita. Por ahora se maneja la hipótesis de un abuso sexual, seguido de un asesinato para encubrirlo. Hay cuatro testigos que declararon que Cugno y Baroni se conocían desde hacía un tiempo. Cugno era directora de la Escuela 268 de Cañada Rosquín y vivía en San Jorge, a 50 kilómetros de su trabajo. Según contó la madre de la víctima, ella solía llevar gente en su auto (un Fiat Duna blanco). El Colorado hacía dedo el lunes pasado a las 17.30 en el cruce de las rutas 66 y 34 y, según relataron dos testigos, saludó con un beso a la docente, que sacó unos papeles y carpetas del asiento delantero para hacerle un espacio en el asiento del acompañante.
Al día siguiente, por la madrugada, la policía cordobesa encontró el auto de la docente. Los peritos criminalísticos que examinaron el vehículo determinaron que el baúl presentaba algunas abolladuras y raspones adentro, por lo que se sospecha que pudo haber estado encerrada ahí. A pocos kilómetros aparecieron un jean, una chaqueta y un par de zapatos, que no tenían signos de haber sido arrancados con violencia ni presentaban manchas de sangre. El jueves pasado fue detenido el concuñado del sospechoso porque aparecía en entrecruzamientos telefónicos, aunque según el juez de la causa no participó del crimen. El Colorado estaba siendo trasladado al juzgado anoche, mientras una mujer en Córdoba aseguraba que lo había denunciado por violación hace 15 años y que no la mató porque ella se “hizo la muerta”, luego de que él tratara de asfixiarla.
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