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Sociedad|Sábado, 22 de agosto de 2009
El prefecto que mató a una chica en la Villa 31 declaró y quedó preso

Paisaje después de la tormenta

La jueza también ordenó la detención de la joven que resultó herida. El prefecto insistió en que ambas chicas intentaron asaltarlo. La madre de la víctima fatal denunció que se trató de un caso de gatillo fácil. Ayer no hubo incidentes en el lugar.

Por Carlos Rodríguez
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Roxana Guerra, la mamá de Mabel, aseguró que su hija “no estaba armada y no tiene antecedentes”.

La Villa 31, de Retiro, seguía ayer convulsionada por la muerte de Mabel Guerra, de 17 años, y las heridas graves que sufrió Marisol Lobos, de 21, quien perdió un ojo y su embarazo de dos meses, luego de ser herida, tal vez por una esquirla de los balazos –dos o tres– que disparó contra ellas el buzo de la Prefectura Naval Luis Luque. El suboficial aseguró ayer ante la Justicia que actuó en defensa propia: “No quise matar a nadie, sólo defendí mi vida” ante lo que supuso que era un intento de robo. Marcelo Rochetti, el abogado de Luque, informó que su representado dijo ante la jueza Fabiana Palmaghini que las chicas, según él, estaban armadas con “una escopeta recortada y un arma de puño”. Ante semejante acusación, Roxana Guerra, la mamá de Mabel, convocó ayer a los medios de prensa para asegurar que su hija “no tiene antecedentes penales, no estaba armada y tampoco consumía ni vendía droga. Si ella hubiera estado armada, el auto (en el que iba el prefecto, un Fiat Palio) tendría algún agujero de bala y el que estaría muerto sería él y no mi hija. Quiero justicia y que ese asesino vaya preso por homicidio”.

De acuerdo con lo que informó la policía el día del hecho, lo único que se habría encontrado en el lugar es “un caño atado con un palo de madera simulando una pistola”. Salomónica, la jueza dejó preso a Luque, con una carátula preliminar por homicidio y tentativa de homicidio, mientras que también ordenó la detención de Marisol Lobos, que sigue internada en el Hospital Fernández, superando el estado de coma en el que se encontraba cuando llegó allí. La joven está con custodia del Servicio Penitenciario y apenas esté en condiciones, será indagada por la jueza.

Según dijo su abogado, Luque aseguró ante la Justicia que el miércoles por la noche iba por la autopista Illia y bajó hacia la avenida Ramón Castillo, frente a la Villa 31. El prefecto dijo que se detuvo ante un semáforo en rojo en una zona “mal iluminada” y, cuando bajó la ventanilla del auto “para encender un cigarrillo”, vio a dos chicas detrás de su Fiat Palio. Trató de escapar, pero “el auto se le trabó de miedo” y allí fue que giró la cabeza “para ver cómo una de ellas se abría la campera para sacar una escopeta recortada, mientras la otra se ubicó enfrente del auto, apuntando con un arma de puño”.

Según Luque, la chica que estaba frente al auto le gritaba: “¡Te mato gato, te mato!”. Fue allí que sacó su arma reglamentaria para disparar primero contra la joven que estaba adelante del vehículo y luego contra la que estaba atrás. “Con dos armas apuntándole desde distintos ángulos, a Luque no le quedó otra que abrir fuego, porque después de que la primera chica lo amenazara, él esperaba el escopetazo por atrás”. Luego de los disparos, el prefecto bajó del auto “para ayudar a las chicas”, pero desistió porque “salió un malón de la villa con ganas de matarlo”.

Ayer, aunque sin hechos de violencia, siguió la tensión en la Villa 31. En una reunión de prensa, a metros de donde cayó muerta su hija, Roxana Guerra afirmó que Mabel fue víctima “de un nuevo caso de gatillo fácil” porque “ninguna de las chicas llevaba armas ni tenía antecedentes penales”. La mujer pidió “que se haga justicia y que los medios limpien el nombre de mi hija, porque lo están ensuciando con información falsa. Ellas no estaban robando ni robaban a nadie”.

La abogada Claudia Ferrero, de la Asociación de Profesionales en Lucha, anunció que el lunes la madre de Mabel se presentará como “particular damnificado”, para poder tener conocimiento pleno de la causa y poder actuar como querellante contra Luque. Sobre la versión que dio el prefecto, Ferrero recordó que “el relato que hizo no se diferencia en nada de muchos casos de gatillo fácil que primero fueron disfrazados de falsos enfrentamientos”. La representante legal de la familia sostuvo que “en este caso van a ser claves la autopsia y la pericia balística para ver si lo que pasó en realidad concuerda con lo dicho por Luque”. Ayer, la jueza ordenó la pericia balística y el examen del coche de Luque.

Una testigo, Verónica, amiga de las chicas, dijo que Marisol cruzó la ruta que seguía Luque porque “se estaba peleando con su pareja y lo corría tirándole piedras. Detrás de ellos dos venía corriendo Mabel, que trataba de que su amiga volviera a su casa y dejara de pelear”. Según esa versión, las dos chicas, en distintos momentos, se cruzaron por delante y por detrás del auto de Luque, lo que pudo haberle dado a él “la sensación de que corría peligro, pero ninguna estaba armada. Yo estaba allí y veía todo lo que estaba pasando en los momentos previos. Cuando bajé a la calle (desde la villa), las encontré a las dos tiradas en el piso y Luque no se bajó, salió corriendo y las dejó tiradas”. Roxana, la madre de Mabel, se preguntó: “¿Puede más un palo (el que supuestamente llevaba su hija) que una bala? La respuesta es lo que pasó: ella está muerta”.

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