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Sociedad|Jueves, 26 de diciembre de 2002
UNA PRESUNTA RELACION INTIMA DE GARCIA BELSUNCE

La hipótesis de la mujer

Los investigadores del crimen del country sospechan que en el caso está involucrada una mujer relacionada con María Marta. Inminentes detenciones en el entorno familiar de los Belsunce.

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La policía se concentra cada vez más en la posibilidad del crimen pasional en el country Carmel.
Por Horacio Cecchi y Raúl Kollmann

Como en las intrigas de Agatha Christie, el enigma del asesinato de María Marta García Belsunce se acerca al capítulo de las definiciones. Todo está concentrado en dos o tres figuras altamente sospechosas. Un experto en el caso reveló a Página/12 que “seguimos muy de cerca a una mujer íntimamente relacionada con la víctima”. La tarde del 24 de diciembre, un investigador entregó al fiscal Diego Molina Pico la recomendación sobre dos detenciones, recomendación que es cuidadosamente analizada por el fiscal. Es muy probable que entre hoy y mañana se lleven a cabo. Los objetivos: Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima, y otro allegado de María Marta que podría tratarse de Carlos Carrascosa, su marido. Los acusarían por encubrimiento de homicidio. Siguiendo las reglas de la novela policial inglesa, en el último capítulo debería aparecer la misteriosa figura del mayordomo. Pero en la novela del chalet de los Carrascosa, jamás hubo mayordomo.
Durante la tarde del 24 de diciembre pasado, mientras comenzaban a sonar los petardos anticipatorios de la Nochebuena, el comisario Aníbal Degastaldi, titular de la DDI de San Isidro, se presentó en la fiscalía de Diego Molina Pico, en Pilar. Aunque ni Degastaldi ni Molina Pico reconocieron nada, un investigador muy empapado en el caso confió a Página/12 los detalles de esa visita: “Le planteó al fiscal dos detenciones”. Uno de los nombres mencionados es el del cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli, liberado el sábado pasado en la causa García Belsunce II, en la que el juez Julio Lucini investiga al certificado de defunción trucho (ver aparte). El otro sería Carlos Carrascosa, marido de la víctima.
Las medidas son analizadas cuidadosamente por Molina Pico y todo hace pensar, según aseguró la misma fuente, que “entre el jueves (hoy) y el viernes se procederá a las detenciones”. Ese plazo también está cruzado con otra decisión que corre por cuenta del juez de Garantías de San Isidro, Diego Barroetaveña. Hoy vence el plazo para que se expida sobre los pedidos de eximición de prisión presentados por Carrascosa, Bártoli y Horacio García Belsunce (h.), hermano de María Marta. Los tres realizaron la presentación el viernes pasado con la intención de averiguar si existen sospechas sobre ellos, para adoptar una estrategia defensiva. Según parece, en el caso de Carrascosa y Bártoli, la estrategia deberá ser eminentemente efectiva. El argumento que sostuvo Degastaldi ante Molina Pico es que de la causa que sigue el juez Lucini “queda claro que el certificado es una truchada –sostuvo la fuente–. También hay otros indicios, como que no querían que en el velorio nadie tocara la toalla que envolvía la cabeza de la mujer, ni se aproximaran demasiado al cuerpo. Eso alcanza para pedir la detención por encubrimiento de homicidio”.
Si bien el artículo 277 del Código Penal fija una pena de 6 meses a 3 años de prisión –con lo que puede ser excarcelable–, el cargo podría agravarse con el correr del tiempo. Y los amantes de la novela policial inglesa saben que de la mano del tiempo vienen evidencias nuevas.
De todos modos, más allá de esa especulación, en el enigma del Carmel Country Club cualquier detención juega como presión a favor del quiebre del silencio. De hecho, en los últimos días, allegados a la familia habían revelado a este diario que existía una interna familiar en la que se cruzan acusaciones sobre el papel de Carrascosa en la teoría del grifo asesino. “Acá tuvo que haber un secreto muy grande para que alguien convenciera al resto de encubrir el crimen y hacerlo pasar como un simple accidente doméstico”, opinó uno de los investigadores.
Sobre ese secreto existen mucho más que conjeturas. Si los investigadores de la Procuración de la Suprema Corte bonaerense analizan motivaciones económicas, la Bonaerense sigue la línea del crimen pasional. En esa hipótesis no se descarta la existencia de una relación femenina.
–¿Del marido?
–Del marido no. De la víctima –aclaró el investigador. Esa misma fuente desmintió una versión que dice que María Marta había permanecido en un hotel con otra mujer. El dato no era del todo erróneo. Sí era una pareja del mismo sexo, pero entre ellas no estaba María Marta sino dos mujeres del círculo de allegados a la víctima.
También se supo que hoy se presentarán a declarar directivos de la casa de sepelios Lázaro Costa. ¿Qué tiene que ver la funebrera con el caso? Respuesta: allí se realizó el supuesto pedido de cremación, negado ayer por el propio Horacio García Belsunce, a quien señalaban efectuando el pedido. “La palabra cremación jamás existió en nuestra familia”, aseguró H. G. B. a este diario.
Luego de repasar cada uno de los capítulos de la enigmática novela, un investigador señaló dos detalles: el primero tiene que ver con el supuesto pegamento a gotitas. “En la autopsia se extrajo una parte del cuero cabelludo y no aparecen elementos de ese tipo”, aseguró el experto. También aclaró que las mucamas que participaron en la limpieza están “perfectamente identificadas. Una de ellas trabaja para una pareja del country”. Esa pareja está siendo investigada como el resto de las parejas del Carmel.
Por último, el detective subrayó la hipótesis que Página/12 ya había anticipado: “Todo se desarrolló en el primer piso. Las manchas de sangre en la pared de la escalera no son tales. Sólo hay gotitas muy pequeñas. Lo que pasa es que el enduido de las paredes tiene una sustancia vegetal que reacciona al Luminol y que las hace aparecer como grandes manchas de sangre. Pero al pasar otro reactivo, sólo se ven unas gotitas”. Esa hipótesis sostiene que las “gotitas” fueron dejadas por la familia, en el ajetreado y sangriento ir y venir de aquella tarde de octubre, yendo de la ducha al living.
Si bien es cierto que el enigma del Carmel es un tema propio del ingenio de la Christie, los protagonistas decidieron también aplicar algunos elementos del género negro: difícilmente, la flemática novela inglesa hubiera desparramado tanta sangre entre tanto enredo al rojo vivo.

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