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Lejos de la atención de las cámaras, “Cheto” o Josué Rodríguez Coronel ya no es el mismo. El joven de 20 años, que el jueves mantuvo como rehenes a 40 personas durante cinco horas en una sucursal del Banco Nación en la localidad bonaerense de Pilar, se negó a declarar ayer ante el fiscal que investiga la causa. Con los micrófonos todavía cerca, el jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, indicó que de los tres cómplices que escaparon “uno ya está detenido” y se pronunció “optimista” respecto de los otros dos. El detenido fue identificado por la policía como Raúl Enrique Martini, de 21 años, y había quedado demorado el jueves junto a otros tres sospechosos, después de que un familiar de “Cheto” señalara la estación de servicio donde solían reunirse. El supuesto cómplice declaró que al momento del asalto estaba con su familia, aunque quedó detenido e imputado en la causa.
El ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, repitió ayer los antecedentes penales del acusado, culpó al joven por la demora en la negociación por “estar bajo los efectos de estupefacientes” y esquivó las críticas por la exposición mediática al indicar que “sirvieron para que tomara un poco más de realidad en la situación en que estaba y bajara el pico de alteración que tenía”.
Sin embargo, aclaró que “luego fue cortada toda comunicación y quedó únicamente en diálogo con el negociador”. Los expertos policiales consultados por este diario indicaron que no se puede utilizar un bloqueador de señales de celulares porque cortaría también las comunicaciones policiales. Según Casal, el joven “tenía un par de hechos imputados, con una detención en el mes de febrero o marzo, por un hecho similar en grado de tentativa por el que fue excarcelado a mediados de mayo aproximadamente”. Además, la exposición mediática que “Cheto” creyó que le daría ventajas habilitó a que el dueño de un frigorífico lo reconociera y asegurara que el joven robó en su comercio.
En la causa que lleva adelante el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, Leonardo Loiterstein, “Cheto” y Martini fueron citados a declarar por una larga lista de delitos: robo doblemente calificado, por ser cometido en poblado y por el uso de arma; privación ilegal de la libertad, atentado y resistencia a la autoridad, abuso de armas y tenencia ilegal de armas.
Martini fue detenido el jueves por la tarde por personal de la comisaría 4ª de Pilar en una estación de servicio ubicada en Panamericana y Ruta 25, en la localidad de Manuel Alberti, de donde es el “Cheto”. Un familiar del mediático captor, al que la policía fue a buscar para la negociación frente al banco, denunció que su pariente solía reunirse en ese lugar con el supuesto grupo de ladrones que integra. En la estación, la policía había detenido a cuatro personas, que fueron las mencionadas por Casal como sospechosas apenas terminada la toma de rehenes. Sin embargo, los testigos sólo reconocieron a Martini.
Según Paggi, los dos jóvenes que quedaron detenidos estuvieron presos por un robo a un supermercado, en Tigre, y la tentativa de robo en una financiera, en Pilar. En las declaraciones tomadas por el fiscal Mariano Magaz, “Cheto” se negó a hablar, mientras que Martini se declaró inocente y aseguró que al momento del asalto estaba con su familia.
Ante las dudas por el operativo y la seguridad de los bancos, Paggi negó que estadísticamente hayan aumentado los asaltos a bancos, aunque admitió que una toma de rehenes como la de ayer “le da relevancia al tema”. Respecto de que la toma de rehenes haya ocurrido cerca de la Jefatura Departamental de Pilar, explicó que los delincuentes toman esos desafíos para tener “más chapa” entre sus pares. El jefe de la Bonaerense también separó lo ocurrido ayer de cualquier desinteligencia similar a la de la masacre de Ramallo.
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