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Treinta y cuatro mineros quedaron atrapados tras un derrumbe en la mina de oro y cobre San José de Copiapó, en la región de Atacama, en el norte de Chile, y anoche habían cumplido más de 24 horas bajo toneladas de tierra y rocas, sin que haya podido establecerse algún contacto con ellos para conocer su estado de salud o su ubicación exacta. Los rescatistas trataban ayer a la medianoche de ingresar al yacimiento por los ductos de ventilación hasta la zona donde se cree que están refugiados los mineros atrapados.
Los trabajos para encontrar a los mineros fueron retomados luego de coordinar un plan de contingencia que activó la Secretaría Regional del Ministerio de Salud de la Región de Atacama para ir en ayuda de los trabajadores, una vez que sean rescatados. El director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) de Atacama, Carlos García, indicó ayer que esperaba establecer algún contacto con los mineros.
El Gobierno Regional de Atacama informó que lo aislado de la ubicación de la boca de ingreso a la mina ha afectado la posibilidad de comunicarse con los trabajadores atrapados. Los ductos de ventilación por donde ingresarán los rescatistas son apuntalados para evitar nuevos derrumbes. Ellos deberán recorrer cerca de 200 metros para llegar a la zona más plana donde suponen que estarán refugiados.
“La información que tenemos es que hay oxígeno y comida. Hay ventilación y eso es positivo. Hay suficiente espacio y esperamos que la gente esté ahí”, dijo la ministra del Trabajo, Camila Merino. En caso de que los trabajadores hayan encontrado un sitio seguro, podrían resistir hasta 72 horas más, agregó la funcionaria.
En tanto, el viceministro de Minería, Pablo Wagner, dijo que “no hay que ser drásticos respecto de la cantidad de horas que tenemos” y señaló que los plazos se verán a medida que se vaya concretando el trabajo. “Ya tenemos la estrategia, los equipos y recursos respectivos. Va a ser una tarea larga y ardua”, señaló.
Trabajadores del mineral habían denunciado que había una falla geológica en el pique (la perforación por donde se ingresa a la mina) y varios de ellos refirieron accidentes anteriores, entre los cuales un obrero sufrió incluso la amputación de una pierna. “Se sobreexplota la mina, debilitando la fortificación del cerro. Esta condición genera derrumbes. De hecho, la mina San José ya lleva tres muertos por derrumbe de cerros, más el amputado de pierna y otros heridos graves”, explicó Javier Castillo, secretario general del sindicato de trabajadores de la empresa.
Sin embargo, la compañía San Esteban, a cargo de la explotación minera, descartó que fallas en la seguridad del recinto causaran el derrumbe. “Lo acontecido nos sorprendió”, afirmó el gerente, Pedro Simonevic, quien fue emplazado por los familiares de los mineros atrapados a cerrar la mina por los accidentes previos que han ocurrido en el lugar.
Simonevic también dio las razones de la demora de cinco horas en reportar el accidente a las autoridades. Según explicó, debían revisar el interior de la mina para evaluar la situación. El ejecutivo precisó que el refugio donde podrían estar los mineros cuenta con alimentos para unas 25 a 30 personas que podría durar hasta 48 horas. Y por otra parte, reconoció que la empresa se encuentra trabajando con el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) para analizar lo ocurrido.
A la espera de noticias de los mineros atrapados, comenzó a trabajar un grupo de especialistas del Departamento de Salud Mental para apoyar a los familiares.
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