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Sociedad|Jueves, 18 de noviembre de 2010
Tiene fecha el nuevo juicio por el caso García Belsunce

La hora de debatir el pituto

Será en abril del año próximo. Siete acusados enfrentarán el cargo de haber intentado encubrir el crimen de María Marta. Cuatro son familiares directos, los otros tres son la masajista, un médico y un vecino del country Carmel.

Por Horacio Cecchi
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Horacio García Belsunce hijo, el verdadero creador y dueño del sustantivo “pituto”.

El 4 de abril de 2011 será lunes, el primero del mes. También será el primer día del segundo juicio oral vinculado directamente con el crimen de María Marta García Belsunce. Para la ocasión, se sentarán en el banquillo siete acusados de encubrimiento, Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima; Horacio García Belsunce (h), hermano; John Hurtig, hermanastro; Constantino Hurtig, padrastro; la masajista Beatriz Michelini; el médico emergentólogo Juan Gauvry Gordon y el vecino del country Sergio Binello. Cada uno de ellos con argumentos en su defensa y en su contra. Claro que para el García Belsunce II habrá cambios respecto del primer juicio. El principal es que Carlos Carrascosa se encuentra en prisión, condenado a perpetua por el homicidio agravado de su esposa. No cabe duda de que procesal y estratégicamente no es lo mismo ni para la acusación ni para las defensas iniciar el juicio II con la condena a perpetua de Carrascosa, de la misma manera que no hubiera sido lo mismo iniciarlo con Carrascosa libre y sobreseído.

De todos, el más complicado parece ser Guillermo Bártoli, quien a pesar de no estar acusado durante el juicio I, su nombre fue mencionado durante las pruebas desarrolladas por el fiscal Diego Molina Pico, quien sostuvo que el cuñado de la víctima estuvo presente en el momento en que cinco de los seis pitutos calibre 22 fueron disparados a la cabeza de María Marta. La principal prueba que desplegó el fiscal en aquel momento fue que se escuchó la voz de Bártoli hablando por detrás de la voz de Carlos Carrascosa, en momentos en que éste pedía una ambulancia. Como Molina Pico logró ubicar ese llamado en el período en que María Marta debió ser baleada, la presencia de Bártoli pasó de una actitud de auxilio a la de permanencia en el lugar durante el crimen. Bártoli primero negó que fuera su voz y luego reconoció que lo era, pero intentó demostrar que se trataba de una llamada posterior, aunque su versión no coincidió con los registros de las empresas telefónicas. Bártoli llega al jucio acusado del truchaje del certificado de defunción. La fiscal que llevaba las audiencias preliminares, Laura Zyseskind, analiza aumentar los cargos a los de complicidad.

Además de Bártoli, en el juicio II aparecen acusados Horacio García Belsunce (h), hermano de María Marta y el verdadero creador y dueño del sustantivo “pituto”, que luego, en jornada aciaga mes y medio después, se viniera a multiplicar en número aparecido dentro del cráneo de la hasta ese momento víctima de un grifo asesino, que la mató de un golpe en un paro no traumático. A HGB (h) le endilgan como parte del encubrimiento el haber intentado evitar la llegada de la policía. La acusación sostiene que llamó al comisario Angel Casafús para que le “sacara a la policía de encima”. Pidió que no ingresaran los patrulleros al country. Durante el funeral, participó de la reunión en un baño en la que los familiares decidieron arrojar el hasta entonces único pituto al inodoro.

John Hurtig, medio hermano de MM, y su padre, Constantino Hurtig, marido de la madre de MM, están acusados de participar del encuentro familiar-escatológico, en el baño de la víctima, en el que se decidió ese destino para el pituto, hasta ese momento de estantería.

Sergio Binello, no sólo vecino del Carmel, sino muy amigo de Carrascosa, está acusado de ordenar al presidente del country Carmel y a la guardia que no ingresaran los patrulleros y que, si era necesario, que “pagaran”.

Lejos de familia y amistades, Beatriz Michelini (masajista de María Marta), está acusada de ayudar a limpiar con agua y lavandina la escena del crimen. Y en una situación semejante, pero quizá más complicada por ser profesional médico, Juan Ramón Gauvry Gordon (médico de Paramedic): el primer emergentólogo en llegar al country y en revisar el cadáver de María Marta. Avaló la teoría de que había resbalado en la bañera y caído contra las canillas, cuando en realidad la víctima tenía cinco orificios de pituto en el cráneo. También lo acusan de colaborar y decirle a Michelini que limpiara la escena del crimen. Luego, no hizo la correspondiente denuncia policial por muerte violenta.

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