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Sociedad|Jueves, 9 de junio de 2011
El Puyehue bajó la intensidad de las emisiones y retorna la actividad pública en Bariloche

Volver a clase entre arena y ceniza

En la ciudad rionegrina continúan las tareas de limpieza, pero hoy habrá actividad escolar y administrativa por primera vez en la semana. En Villa La Angostura la situación sigue complicada. La nube de cenizas ahora se dirige al Atlántico.

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El lago Nahuel Huapi, con ceniza en la superficie y en suspensión.

En dos diagnósticos coincidieron ayer los especialistas chilenos y sus pares argentinos: la actividad del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle es impredecible pero hubo una disminución en la emisión de cenizas. Esto último se notó en Bariloche, donde la intendencia local anunció que hoy habrá clases por primera vez en la semana y se acabará el asueto para los empleados administrativos. En Villa La Angostura, provincia de Neuquén, más de 400 personas limpiaron la ciudad bajo una intensa lluvia y se normalizó el servicio eléctrico. Según explicó a este diario Luis Rosso, del Servicio Meteorológico Nacional, anoche el viento de altura en la zona del volcán iba en sentido sudoeste-noreste, “por eso la ceniza comenzó a caer en el norte de Río Negro y al sur de La Pampa, y ahora la nube se dirige hacia el Atlántico”.

“La erupción perdió intensidad, sigue emitiendo cenizas pero la columna es mucho más baja y la pluma, menos intensa”, aseguró ayer el meteorólogo Enzo Campetella. Del otro lado de la cordillera, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) emitió ayer un informe alentador: la actividad sísmica del complejo volcánico bajó de 240 a menos de 10 sismos por hora, lo mismo sucedió con la actividad del magma volcánico bajo tierra. La columna de cenizas, que el sábado se elevó a 12 mil metros, estaba ayer entre los cuatro y cinco mil metros.

“Aunque la sismicidad y la altura de la columna eruptiva poseen una tendencia hacia la disminución, se conserva el nivel de la alerta volcánica en 6 rojo: erupción moderada”, sostiene el reporte de Sernageomin. Sin embargo, la entidad chilena advirtió que “es posible que el proceso eruptivo vuelva a presentar un incremento con episodios similares a los ya ocurridos o superiores en intensidad”. La última vez que el volcán Puyehue entró en actividad fue en 1961. En aquel momento la expulsión de cenizas duró varias semanas.

Mientras tanto, las cenizas más livianas, que están a mayor altura, siguen su viaje hacia el océano Atlántico. Pasarán durante la madrugada de hoy por la ciudad de Buenos Aires y seguirán camino a Santa Fe y el este de Córdoba. “Pero es importante notar que al ser menos densa la pluma, la dispersión de cenizas en todo el territorio argentino será muy leve”, aseguró Campetella. Su colega Luis Rosso explicó que la presencia de cenizas en el aire de Chubut, donde ayer debieron suspenderse las clases en las ciudades de Comodoro Rivadavia y Camarones, se debe a los fuertes vientos que las levantan de la tierra.

En Bariloche casi no llovió, aunque se prevén más lluvias y nevadas, al menos hasta el sábado. Esto trajo cierta tranquilidad en la ciudad después del apagón del martes pasado: hoy habrá clases y también abrirán todas las oficinas públicas. En medio de las tareas de limpieza, los concejales de Bariloche y sus pares de Villa La Angostura declararon la “emergencia volcánica” para respaldar el gasto de fondos públicos que realizaron las comunas para asistir a la población y permitir a la vez que sectores productivos gestionen aportes estatales para reparar daños. Desde el gobierno nacional adelantaron que habrá una partida de 10 millones de pesos para ayudar a los lugares afectados.

“En Villa La Angostura hay una capa de 30 centímetros de ceniza. La ceniza no es como la que cae en Capital Federal, acá es más gorda, casi como granos de sal gruesa; con la lluvia, se reduce en tamaño un 60 por ciento, pero el peso aumenta cinco veces”, describió a Página/12 Néstor Bozak, director municipal de Defensa Civil de Neuquén. Bomberos, policías, gendarmes y voluntarios se sumaron a la limpieza de esta ciudad turística al sur de Neuquén. La prioridad fue sacar la ceniza de los techos, por el peligro que representa el peso, y de las alcantarillas.

Las rutas en esa provincia continúan siendo vigiladas por gendarmes que a partir de las 19 recomiendan a los conductores no seguir camino, aunque de insistir, el paso se libera. En el caso de la vital ruta nacional 40, entre Bariloche y Neuquén, ayer se reabrió a las 9. “Tuvimos problemas para trasladar a la gente en micros porque la ceniza en la superficie ingresaba en los filtros de aire (elemento necesario para la combustión de los motores)”, acotó el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, al mencionar las consecuencias que sufrió el tránsito aéreo (ver aparte).

Luego de extraer una muestra de agua de red de Villa La Angostura y compararla con muestras anteriores, desde el laboratorio del Ente Provincial de Agua y Saneamiento indicaron que, pese a las cenizas que la vuelven turbia, el agua sigue siendo “apta para el consumo humano”. Más allá de esto, ayer en las calles de esa localidad se repartía agua mineral y barbijos. Lo mismo ocurrió en Bariloche en los barrios que tuvieron problemas de abastecimiento de agua, porque los cortes de energía eléctrica retrasaron el bombeo de agua del lago Nahuel Huapi.

El intendente de esa ciudad rionegrina, Marcelo Cascón, informó que la distribución de agua fue realizada en un operativo conjunto de los ministerios de Desarrollo Social y Salud de la Nación. También informó que se puso en marcha un plan de contingencia para la temporada turística de julio, que consideró que “de ninguna manera está perdida”. Los encargados de Parques Nacionales anunciaron que desde hoy estarán operativas las excursiones terrestres al sur de la ciudad, como cerro Tronador y lago Roca, donde no hubo lluvia de cenizas.

La contracara de los avances en Bariloche y Villa La Angostura es la pésima situación en Ingeniero Jacobacci, en la región sur de Río Negro. Allí no hubo lluvia alguna y seguían cayendo cenizas. Como el viento las levanta, la visibilidad es de apenas cinco metros.

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