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Una chica de 16 años denunció que fue violada por al menos dos hombres que la asaltaron cuando salía de su casa, en el barrio de Floresta. De acuerdo con su testimonio, los agresores la desmayaron de un golpe en la cabeza, en plena calle, la llevaron cautiva en un auto y la dejaron tirada a varias cuadras de distancia luego de la agresión sexual. Además, la chica sufrió cortes en el rostro y en el pecho con una navaja y le habrían inyectado drogas en los brazos para dormirla.
Según informaron voceros policiales y familiares de la joven, fue abandonada a unas 15 cuadras de su casa, donde fue auxiliada por un transeúnte y un comerciante, y luego una ambulancia del SAME la trasladó de urgencia al Hospital Piñero, donde quedó internada con asistencia psicológica.
El hecho ocurrió a las 22 del último miércoles, cuando la chica –cuya identidad se mantiene en reserva– salió de su casa, situada en Dolores al 200, para ir a comprar un chocolate a un kiosco. Al caminar unos 150 metros, entre Ramón Falcón y Rivadavia, fue atacada por la espalda por al menos dos personas, que le aplicaron un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento y se la llevaron cautiva en un auto.
Como la chica no volvía a su casa, su madre y su hermana, de 18 años, comenzaron a llamarla a su teléfono celular y al no recibir respuesta salieron a buscarla y llamaron a la policía. La madre de la adolescente relató a la agencia DyN que poco después de haber salido a buscarla en la zona recibieron un llamado de la chica, quien sólo dijo “soy yo, soy yo”, tras lo cual la comunicación se cortó.
“Estábamos desesperadas. No sabíamos si estaba secuestrada ni desde dónde llamaba. Pasaron algunos minutos y volvimos a recibir su llamado. Nos dijo que estaba en un locutorio y enseguida tomó el teléfono el dueño de ese local, quien nos dijo que la nena estaba toda ensangrentada, que había sido asaltada y que había llegado auxiliada por un transeúnte”, relató la mujer.
La madre y la hermana de la adolescente fueron hacia el locutorio, situado en Rivadavia y Lautaro, a cuatro cuadras de la plaza de Flores, y se reencontraron con la menor. Al ver a su hija, la madre advirtió que tenía varias heridas superficiales de arma blanca en el rostro y en el pecho, además de golpes y rasguños.
Más tarde, arribaron al lugar policías de la comisaría 38ª y 40ª de la Policía Federal, quienes junto a médicos de una ambulancia del SAME asistieron a la menor, que hasta ese momento no sabía explicar qué le había pasado y estaba desorientada.
La chica fue trasladada al Hospital Piñero, donde los médicos la revisaron por completo y descubrieron que además de haber sufrido heridas de arma blanca en la cara y el pecho, tenía en los brazos una gran cantidad de pinchazos hechos con agujas, y que debajo de las calzas, las cuales estaban tajeadas y rotas, no tenía la bombacha.
“Estaba llena de heridas y pinchazos, y tenía moretones por todos lados, incluso todavía tenía en el cuerpo las marcas de las manos de otras personas. Fue una pesadilla verla así”, dijo la madre de la adolescente.
Tras un exhaustivo examen médico, los médicos establecieron que la chica había sido abusada anal y vaginalmente, por lo cual la sometieron a una batería de análisis e ingesta de medicamentos preventivos para evitar cualquier enfermedad de contagio sexual.
Además, los especialistas le hicieron un hisopado para tratar de obtener rastros de los atacantes y, según adelantaron desde la policía, el lunes próximo se conocerán los resultados de los análisis que hace la Policía Científica para saber qué drogas le inyectaron.
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