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Sociedad|Martes, 14 de junio de 2011
La donación voluntaria es más segura que la de allegados convocados de apuro

Lindo día para donar sangre

En Argentina, sólo el 23 por ciento de los donantes son voluntarios. El resto son familiares y amigos de pacientes. El porcentaje es inferior al promedio de América latina (33 por ciento) y las autoridades se proponen incrementarlo.

Por Pedro Lipcovich
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EL APORTE DE FACUNDO ARANA
Sumándose a la jornada de concientización, el canal Encuentro estrena hoy, a las 21, Donar sangre, salva vidas, un especial con la conducción de Facundo Arana. El actor, que durante su adolescencia superó una leucemia, será el encargado de recorrer el país a través de la mítica Ruta 40 –que une de norte a sur la Argentina–, en busca de historias de personas que han salvado sus vidas gracias a haber recibido donaciones. La iniciativa televisiva se propone sembrar conciencia sobre la importancia de la donación. El documental se repite el miércoles a las 18.

Sólo el 23 por ciento de las donaciones de sangre en la Argentina corresponden a donantes voluntarios habituales: la cifra es inferior al promedio de América latina –33 por ciento–. El objetivo es el ciento por ciento, como lo alcanzaron Estados Unidos, Cuba, Canadá y, en general, los países con buenos sistemas sanitarios. Está probado que la sangre de donantes habituales es más segura que la de amigos y familiares convocados de apuro. Según un sociólogo que investigó el tema, “muchos servicios de hemoterapia, en lugar de promover la donación voluntaria, se basan en que los pacientes necesitados de sangre suministren donantes relacionados” y recordó que los países exitosos en este campo aplican recursos tan simples como recibir a los donantes voluntarios con cordialidad y puntualidad, reconocerlos y aun llamarlos el día de su cumpleaños. Hoy, la Argentina es el primer país iberoamericano en ser designado sede del Día Mundial del Donante de Sangre.

“En 2010, de 550 mil donaciones efectuadas en el sector público de salud, 140 mil correspondieron a donantes voluntarios registrados, lo cual representa el 23 por ciento del total”, anunció Mabel Maschio, coordinadora del Plan Nacional de Sangre del Ministerio de Salud de la Nación, quien anunció que “en los últimos cuatro meses se registraron más de 35 mil donantes voluntarios” y “cada vez más empresas permiten que el banco de sangre más próximo vaya a colectar sangre en el lugar de trabajo”. La proporción de donantes voluntarios habituales no superaba el 5 por ciento en 2002 y llegó al 20 por ciento en 2008. Ese año se había anunciado una meta del 50 por ciento de donaciones voluntarias para 2010.

Ignacio Llovet, titular de sociología en la Universidad Nacional de Luján, es autor (con Graciela Dinardi, Diego Llovet y Graciela Berenstein) del trabajo Cultura y organización en la donación de sangre. Los casos de Argentina y Canadá, que efectuó para el Cedes: “Muchos jefes de servicios de hemoterapia de hospitales, más bien que promover la donación voluntaria, se apoyan en la presión sobre los pacientes que necesitan sangre para que suministren donantes relacionados –señaló a Página/12–; estos médicos sienten que esto les asegura cierta certidumbre sobre la cantidad de sangre que los otros servicios del hospital les demandan. Distinto sería, claro, si se hubieran desarrollado mecanismos extendidos con una tradición de donación voluntaria”.

El investigador advirtió que “en los países donde se logró priorizar la donación voluntaria, hay un tratamiento muy atento y cordial al donante: se le hace sentir que se le reconoce el aporte que hace. En la Argentina, no siempre funcionan los sistemas de fidelización de los donantes: por ejemplo, que en el servicio de hemoterapia haya una persona a cargo de la lista de donantes, para recordarles que les gustaría volver a contar con ellos o hacerles llegar un saludo en el cumpleaños”. Un aspecto muy concreto es que “el donante voluntario debería ser atendido a una hora precisa y jamás habría que hacerlo esperar”.

Socorro Gross –subdirectora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)– señaló a este diario que “en América latina, si bien la situación ha mejorado, sólo una de cada tres donaciones proviene de donantes voluntarios habituales. Sólo dos países, Cuba y Nicaragua, han llegado a la meta de un ciento por ciento de donaciones voluntarias habituales”. La funcionaria recordó que “la sangre de donantes voluntarios habituales tiene menos riesgo de infecciones” (éstas pueden no detectarse aunque se hagan controles, a causa de los “períodos de ventana”).

Quien desee inscribirse como donante voluntario debe dirigirse al banco de sangre más próximo, cuya localización puede averiguar en la línea gratuita 0800-222-1002, opción 3.

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