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Sociedad|Jueves, 6 de octubre de 2011
El fiscal solicitó la prisión preventiva para seis imputados

Pedido por el caso Candela

Marcelo Tavolaro los acusó de “homicidio calificado por la pluralidad de autores” y no mencionó el secuestro anterior a la muerte. No hubo pedido respecto del séptimo detenido, Héctor “El Topo” Moreira, sobre quien tiene más tiempo para expedirse.

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Ahora tiene que decidir el juez sobre el futuro de los imputados.

El fiscal Marcelo Tavolaro, a cargo de la investigación del crimen de Candela Rodríguez, solicitó al juez Alfredo Meade que les dicte la prisión preventiva a seis de los siete detenidos que tiene la causa. Los imputados por el fiscal son Hugo Bermúdez, presunto autor material del crimen; la depiladora Gladys Cabrera, dueña de la casa de Kiernan 992, Villa Tesei, donde se halló ADN de la niña asesinada; el carpintero Néstor Altamirano, señalado como presunto “cuidador” de la víctima en esa vivienda; el albañil Alberto Espíndola; el fletero Guillermo López, y el verdulero Fabián Gómez. Llamó la atención que Tavolaro no haya pedido lo mismo para Héctor “El Topo” Moreira, quien fue mencionado como supuesto “autor intelectual” del asesinato de la niña de 11 años. Sobre este punto, las fuentes judiciales aclararon que como Moreira fue el último en ser detenido, el fiscal tiene más días de plazo para resolver su situación procesal. Tavolaro intenta reunir “todos los elementos que considere necesarios” para fundamentar, si así lo dispone, ese pedido de preventiva. El fiscal Marcelo Tavolaro calificó el hecho de “homicidio calificado por la pluralidad de autores”. De esa forma eludió mencionar el tema del secuestro previo y en ningún momento contempló la posibilidad de que haya sido un secuestro extorsivo. De todos modos, Rodrigo González, abogado de los detenidos Gómez y López, solicitó ayer que la causa pase a la Justicia Federal. El letrado presentó un escrito ante el Juzgado Federal 2 de Morón, a cargo de Jorge Rodríguez.

En el texto, González sostuvo que en la causa se tiene que tomar en cuenta la existencia de una llamada a la familia de Candela cuando la niña se encontraba desaparecida, en la que se reclamó el pago de un dinero como rescate. Eso, según el abogado, demostraría que se trató de un secuestro extorsivo y como tal, corresponde que lo investigue la Justicia Federal.

En el marco de la causa por el crimen de Candela, hay otros tres acusados que están en libertad dado que el fiscal Tavolaro les imputó el delito de “encubrimiento agravado”, que es excarcelable. Bajo ese cargo siguen bajo proceso, pero sin prisión preventiva, el tornero Alfredo Monteros, su hijo del mismo nombre, y el fletero Gustavo Valenzuela.

Por otro lado, Carola Labrador, la madre de Candela, se reunió ayer con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, a quien le agradeció “todo su apoyo”, según informaron fuentes de la gobernación. “Como siempre, el gobernador me brindó todo su apoyo y me ofreció toda su colaboración para que se haga justicia”, declaró luego a la prensa la mamá de Candela. La reunión entre Carola Labrador y el mandatario se hizo en las oficinas que Scioli tiene en el barrio porteño de Palermo.

En el encuentro estuvo presente el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal. “Confío en la investigación”, señaló Labrador, quien durante la reunión estuvo acompañada por su abogado, Fernando Burlando, y por uno de sus hijos varones. Burlando se mostró conforme con el encuentro. Dijo que notó que el gobernador Scioli está “solidarizado y conmocionado por el crimen”. Agregó que “se comprometió a hacer lo imposible para llegar a hacer justicia”.

El lunes los padres de Candela volvieron a declarar en la causa y la madre reconoció como perteneciente a su hija un frasquito de esmalte para las uñas hallado entre cenizas y ropa quemada en la casa de la suegra de Bermúdez. Los investigadores creen que en ese domicilio, en Cellini 4085, de Villa Tesei, pudieron haber preparado el cadáver de Candela antes de arrojarlo en la calle, el 31 de agosto. El cuerpo apareció completamente desnudo y dentro de bolsas de consorcio a tan sólo cuatro cuadras de esa dirección, en el cruce de Cellini con el Acceso Oeste.

De acuerdo con la información que se conoció a través de fuentes de la investigación, Bermúdez declaró en la causa que nunca estuvo en la casa de Cellini. Sin embargo, los peritos de la Policía Científica detectaron su ADN en una silla y en un atizador. Este objeto apareció junto a las cenizas y restos de la fogata donde se presume fueron quemadas las ropas de la víctima, que había desaparecido el 22 de agosto pasado.

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