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Los recursos fósiles de Argentina no son suficientes para cubrir la demanda de energía y Argentina necesita más energía para poder seguir creciendo y desarrollándose positivamente. Esto es sorprendente para espectadores extranjeros, ya que Argentina tiene recursos impresionantes, es un país rico en recursos naturales. De Jujuy a Tierra del Fuego, Argentina cuenta con potencial de energía hidráulica, de bioenergía y de energía solar que podrán satisfacer las necesidades energéticas del país y podrán, incluso, dar cabida a un desarrollo económico y crear más empleo. Noruega podrá contribuir a que empiecen a aprovecharse estas posibilidades.

Energía es sinónimo de esperanza; esperanza de desarrollo económico y de un futuro mejor. Junto a sus socios, Noruega trabaja para establecer una iniciativa energética y climática internacional que tiene como objetivo optimizar el acceso a los servicios energéticos y, al mismo tiempo, limitar las emisiones de gases invernadero del sector energético en los países en desarrollo. Esta iniciativa se presentará en la conferencia “Energy for all financing access for the poor” (“Energía para todos financiando el acceso de los pobres”), que tendrá lugar esta semana en Oslo. La conferencia está organizada por Noruega y la Agencia Internacional de Energía (AIE).

En el mundo actual, 1400 millones de personas carecen de electricidad, lo que supone el 20 por ciento de la población mundial. Además, muchos países sufren apagones frecuentes debido a la sobrecarga de las redes y al uso ineficaz de la energía. Contar con sistemas energéticos mejorados beneficiaría a todo el mundo, además de mejorar la economía y la situación medioambiental.

Conseguir energía para todos es un objetivo importante; es mucho más que tener una bombilla en el hogar o la posibilidad de cargar el móvil. Se trata de crear empleo, de mejorar la economía de los países pobres y de permitir a los médicos utilizar equipos y medicamentos vitales. También se trata de poder acceder a equipos de cocina nuevos y ecológicos. Actualmente, cada año mueren alrededor de 1,5 millón de personas, en primer lugar, mujeres y niños, mientras cocinan en el hogar.

Para asegurar el acceso a la energía para todos, y también para la industria, debemos planificar los próximos 10 o 20 años. El consumo de electricidad aumentará durante dicho período y eso requiere que la energía debe utilizarse de una forma mucho más eficaz. De no contar con un plan para un aprovechamiento energético más eficiente, las emisiones de gases invernadero irán en aumento, causando consecuencias graves para las futuras generaciones.

Si queremos conseguir un suministro sostenible de la energía eléctrica será necesario contar con el esfuerzo de varias instancias: los propios países, que deben definir prioridades y organizar las inversiones; las empresas privadas, que deben reconocer las posibilidades; los países ricos y los grandes organismos internacionales, así como las organizaciones no gubernamentales, que podrán contribuir con información y medidas concretas dirigidas al acceso a fuentes de energía y su mejor eficacia.

Noruega desea encabezar este trabajo, participando en la financiación del desarrollo energético en países pobres. Dicha financiación estará basada en los resultados obtenidos en cuanto a un acceso mejorado a la energía y la reducción o prevención de emisiones de gases invernadero en todo el país. Deseamos preparar el terreno para que las empresas y el sector privado inviertan más en energía en los países pobres.

Si los países en desarrollo, los donantes, los organismos internacionales y el sector privado se reúnen, poniendo en su agenda una energía para todos, se podrá alcanzar esta meta. La voluntad política es una condición para el cambio y hay suficientes ejemplos que muestran que es posible. Por ello, tenemos la esperanza de que esta apuesta sea exitosa. La energía para todos se traduce en esperanza de un mundo mejor, para todos. Juntos podemos conseguirlo.

* Ministro de Desarrollo y Medio Ambiente de Noruega.

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