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Sociedad|Lunes, 30 de enero de 2012
Advertencia sobre un componente cancerígeno de los pisos flotantes

Cuando el alerta es flotante

En 2004, el formaldehído fue considerado cancerígeno por la OMS. Se trata de un gas que en solución acuosa es utilizado para fijar esos pisos. Consideran que con losa radiante, el calor evapora el gas que luego es respirado en el ambiente.

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El gas se aplica para la fabricación de múltiples productos, sirve de fijador y es buen conservante.

El formaldehído, un gas incoloro que disuelto y como solución acuosa (formol) se utiliza como fijador, conservante y adhesivo de variedad de productos, será puesto en observación por el Ministerio de Salud, respecto de su utilización en la producción de pisos de madera y otros materiales del rubro. El químico fue considerado por la Organización Mundial de la Salud como “carcinógeno en humanos”, en 2004, y en esa línea, Argentina debe actualizar sus regulaciones para la comercialización de ciertos materiales, como también para los controles laborales en torno del trabajo con químicos. Desde la propia industria advierten que ante la utilización de losas radiantes combinadas con pisos de madera se generan procesos de evaporación de la sustancia, que son “muy peligrosos” para la salud. La utilización irresponsable del producto ya había sido señalada por la Anmat, debido a la presencia en el mercado de alisadores de cabello no habilitados por el ente regulador, que contenían dosis de formol no permitidas.

El subsecretario de Relaciones Sanitarias, Jaime Lazovski, confirmó a Página/12 que Argentina “debe ajustarse a lo dispuesto por la OMS en 2004” y en ese sentido dispuso que el Ministerio inicie “una evaluación del tema y un trabajo en conjunto con la Secretaría de Comercio”, que es la que debe regular sobre la circulación o no de determinados productos nocivos para la salud. El funcionario confirmó que “efectivamente en Europa y Estados Unidos tienen limitaciones para el uso de formaldehído en aislantes térmicos y pisos flotantes”.

En paralelo, Lazovski sugirió a la Superintendencia de Riesgo del Trabajo “que adecuen las regulaciones”, ya que la resolución de ese órgano sobre actividades con sustancias nocivas para la salud es de 2003, y posteriormente hubo varios avances a nivel internacional acerca de la clasificación que corresponde al formaldehído. “Sugerimos un trabajo conjunto con todos los organismos involucrados y recomendamos que se ajusten las normas”, informó.

“La Anmat –apuntó el subsecretario– establece las concentraciones máximas aceptables de 0,2 y 0,1 partes por metro cúbico de aire según la actividad.” “El olor es imperceptible en esa concentración. Más de eso ya se hace perceptible al organismo.”

Tal como marcó el funcionario, la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología de la salud tiene en el listado de conservantes para uso cosmético “al formol con una concentración permitida de hasta 0,1 por ciento para productos de la higiene oral y no mayor a 5 por ciento para productos como los endurecedores de uñas”. La Anmat advirtió en los últimos años acerca de la aparición de partidas no habilitadas de alisadores y tinturas para pelo, que excedían esos límites.

Los especialistas advierten sobre los peligros que genera la sustancia al esparcirse, en estado gaseoso, en ambientes cerrados y en dosis que generan, cuanto mínimo, irritación en los ojos y la piel, tal como señalan estudios médicos de la OMS. El formaldehído se aplica para la fabricación de múltiples productos, en forma de formol –como disolución acuosa cuya concentración ronda el 40 por ciento–, ya que sirve de fijador y es buen conservante de diversidad de materiales. Pero la irrupción de la losa radiante es un llamado de atención: si la tabla de madera que contiene formaldehído es colocada donde hay una losa que le da calor, se genera la evaporación del químico y la persona que esté en ese ambiente absorbe la sustancia cancerígena.

En el mercado no existen controles sobre esta sustancia, y en ese sentido, son las pequeñas empresas a las que más les cuesta reemplazar el formaldehído, ya que los grandes fabricantes tienen capacidad y recursos para autorregularse y buscar variantes, observan en la industria. De todas formas, están entrando al país grandes partidas de pisos de madera que contienen formaldehído porque desde otros países “se están sacando de encima el producto”, alertó un empresario del ramo. En Europa y Estados Unidos, al igual que en China, ya iniciaron procesos de regulación en la materia.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, publicó en 2004: “Hay suficiente evidencia en los humanos para afirmar que el formaldehído causa cáncer de cávum (nasofaríngeo)”, en base a estudios sobre trabajadores de fábricas estadounidenses y danesas expuestos al producto. Tanto esas evidencias como estudios de laboratorio que concluyeron que “el formaldehído es carcinógeno en humanos”, hicieron que la IARC ubicara a esa sustancia en el grupo 1 de carcinógenos, tal como ocurre con los asbestos. Es decir, hay sobradas pruebas para asegurar que dependiendo de las condiciones de exposición al producto, éste es cancerígeno en humanos.

Informe: Leonardo Rossi.

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