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“El terreno que vamos a usar es un terreno que es de la Ciudad, no es del Borda”, aseguró ayer el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, al defender su proyecto para construir un centro cívico en los mismos terrenos donde funciona el centro de salud mental, ubicado en Barracas. Sin embargo, en ese terreno funciona un taller donde los internos hacen tareas de rehabilitación. Ayer, una asamblea de trabajadores y profesionales de ese hospital y del Moyano y el Tobar García y los Talleres Protegidos dispuso un paro de actividades para el jueves próximo, en rechazo a que la construcción se haga en un predio del hospital. En tanto, cuatro legisladores porteños presentaron ayer un recurso de amparo para que la Justicia suspenda el inicio de la obra hasta tanto sea tratada por la Legislatura, “como establece el Código de Planeamiento Urbano”.
El proyecto para construir la nueva sede de la Jefatura de Gobierno en parte de los terrenos donde se asienta el Borda fue presentado públicamente en septiembre del año pasado. Todo fue muy rápido desde entonces: hubo un concurso de proyectos organizado por la Sociedad Central de Arquitectos y el 13 de febrero se llamó a licitación para la obra. Mientras, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, buscaba el consenso de los gremios con promesas de realizar obras pendientes en el hospital si no interferían en la obra. El 1º de agosto se firmó el contrato con la empresa constructora, que esta semana intentó comenzar con las obras, cosa que los trabajadores impidieron.
Macri desestimó la protesta al sostener que el nuevo edificio ocupará “un terreno que es de la Ciudad, no del Borda”. Explicó que en ese predio “había un taller protegido donde se hacían tareas, oficios con los pacientes”, por lo cual “se hizo uno nuevo (en otro sector) que está muchísimo mejor para el personal y para los pacientes, y ya está listo”.
Página/12 recorrió el lugar el miércoles y pudo ver que el taller está en plena actividad: allí los internos aprenden oficios y construyen muebles de hierro y madera. Por otra parte, desde el Ministerio de Salud informaron que el nuevo espacio adonde se trasladaría el taller protegido aún no está terminado, es decir, que no “está listo”. Se trata del Taller Protegido Nº 19, ubicado en los fondos del hospital, sobre la calle Perdriel, donde se planea construir el centro cívico.
El conflicto llegó a los tribunales porteños. Los diputados María Elena Naddeo, Aníbal Ibarra, Fabio Basteiro y Virginia González Gass presentaron un recurso de amparo para reclamar la suspensión de la obra. Argumentan que, de acuerdo con el Código de Planeamiento Urbano, en los casos de “grandes equipamientos a escala urbana”, cuando la situación del predio “pretenda ser alterada afectando una superficie superior al 20 por ciento del total de la parcela” o se pretenda “desafectar el uso principal” (como en este caso), la cuestión deberá ser “remitida a la Legislatura para su tratamiento”. “Aquí, hasta ahora, el uso principal es el de hospital y se lo pretende modificar para que sea administración central”, dijo Na-ddeo a Página/12.
“El proyecto forma parte de un objetivo más ambicioso, con el que nadie puede estar en desacuerdo: el de promover el desarrollo de la zona sur de la Ciudad”, aclara la presentación de los legisladores. Pero advierten sobre la falta de información acerca del proyecto ya que, sostienen, no tuvieron acceso a los planos de la obra ni al llamado a licitación pública, pese a haberlo requerido al Ministerio de Desarrollo Urbano. “La información tampoco está disponible en la página web del Gobierno de la Ciudad”, advierten.
Por tercer día consecutivo, la empresa constructora intentó iniciar las obras con un vallado, pero los trabajadores del hospital lo impidieron. Luego, en una asamblea, resolvieron un paro de actividades para el jueves y un acampe en el lugar donde está previsto realizar la obra durante el fin de semana.
Gabriel Cavia, de la Asociación de Profesionales de la Salud, rechazó la afirmación de Macri, “que usó el término de ‘patota’ para referirse a los trabajadores que impidieron a los obreros de la empresa continuar con las obras”. “Nosotros somos trabajadores y no vamos dejar de respetar a otros trabajadores. Nos hemos dirigido con prudencia en todo momento con los obreros de la empresa”, aclaró.
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