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La beba Luz Milagros Verón Boutet, rescatada por sus padres de la morgue del hospital de Resistencia, Chaco, tras ser declarada muerta en abril pasado, fue dada de alta ayer por la mañana del centro de salud donde se encontraba y continuará la recuperación en su casa, con cuidados especiales. La niña recibió de esta forma la “externación” del Hospital Pediátrico de Resistencia e irá por primera vez a su casa junto a sus padres y hermanos, aunque deberá continuar allí con su recuperación.
La nena –que cumplió cinco meses el pasado 3 de septiembre– salió alrededor de las 11.30 del centro asistencial en una ambulancia en compañía de su madre, Analía Boutet, y de Mariela Guerra, nexo directo entre la familia de Luz y el gobernador Jorge Capitanich. Fue trasladada hasta la vivienda familiar del barrio Güemes, de la localidad de Fontana, a cinco kilómetros de la capital chaqueña. Según informó Juan Mario Jacobassi, director del Hospital Pediátrico, “Luz Milagros se va estable, con una alimentación enteral (a través de una sonda) y asistencia respiratoria para no fatigarse”.
En diálogo con Página/12, Fabián Verón, padre de la beba, señaló que están “muy felices de que Luz pueda estar en su casa, junto a sus padres y a sus cuatro hermanos”. “La casa está totalmente equipada, de tal manera que mi hija podrá seguir acá con su tratamiento. Se está adaptando a este nuevo ambiente y estamos convencidos de que será muy importante para su evolución”, agregó.
El domicilio familiar de la niña fue refaccionado por el gobierno provincial y días atrás fue equipado con instrumental de alta complejidad para mantener los parámetros de salud estabilizados y las tareas de estimulación. En este sentido, un equipo médico del Hospital Pediátrico, que se capacitó en el uso del equipo de oxigenoterapia de última tecnología, llamado VC3, que funciona como un simple respirador artificial que auxilia mecánicamente la respiración a través de una bomba, acompañará a la beba durante las primeras semanas ante la posibilidad de una descompensación. “Era el momento para que Luz reciba el alta, porque además de la llegada del equipo, con el cual se la asiste para que no se fatigue, recibe una alimentación mediante una sonda”, explicaron los profesionales que trabajaron en el hogar.
Verón detalló que “las primeras horas de Luz en su nuevo hogar se desarrollaron con normalidad y bajo la mirada atenta de la enfermera” que los acompañará permanentemente. “Además de las enfermeras y médicos que nos acompañan, tenemos comunicación directa con las guardias del Hospital Pediátrico y con funcionarios del gobierno, quienes desde un primer momento nos acompañaron”, agregó.
“Luz estará asistida durante buena parte del día por un respirador artificial especialmente diseñado, el tercero que existe en la provincia de Chaco, y la otra mitad del día utilizará oxígeno, que la relaja un poco más”, señaló el padre de la beba. Asimismo, Verón dijo que “Luz pesa casi 2,500 kilos y responde muy bien a los estímulos, según nos comentaron los médicos”. Con respecto al daño neurológico que pudiera tener la beba, su padre contó que “los especialistas van a estudiar su evolución y las posibles secuelas que pudieran presentarse”.
Luz Milagros estuvo poco menos de un mes internada en el Hospital Pediátrico de Resistencia tras ser derivada el 9 de agosto del Hospital Italiano de Buenos Aires, donde estuvo bajo asistencia durante diez semanas y se comprobó que tiene una actividad neurológica de sólo el 10 por ciento. Esto incluso motivó que los responsables del centro asistencial porteño ofrecieran a sus padres la opción de la Ley de Muerte Digna. La beba nació el 3 de abril con unos 500 gramos de pesos en el Hospital Perrando de Resistencia, donde fue dada por muerta por los profesionales médicos que intervinieron en el parto. Doce horas después fue rescatada de una heladera de la morgue, luego de que su madre insistiera con verla para despedirse.
Informe: Sabrina Améndola.
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