Imprimir|Regresar a la nota
Sociedad|Jueves, 15 de noviembre de 2012
La mujer cautiva de la periodista contó que la obligaron a escribir una nota para explicar que se iba a matar

Carta de suicidio para preparar el terreno

Estefanía Heit y su marido se negaron a declarar y quedaron formalmente detenidos en Coronel Suárez. Sonia Molina, la mujer secuestrada y abusada en la casa del matrimonio, ya está mejor de salud. Apareció una bolsa con documentos que acusarían a la pareja.

Por Emilio Ruchansky
/fotos/20121115/notas/na17fo01.jpg
La casa de Gran Bourg al 1800, donde Molina denunció haber estado durante tres meses.

La periodista Estefanía Heit y su marido, Jesús Olivera quedaron ayer formalmente detenidos, luego de que se negaran a declarar ante la fiscal Claudia Lorenzo. Están acusados de “privación ilegítima de la libertad agravada” a Sonia Marisol Molina y en el caso del pseudopastor, también de abuso sexual con acceso carnal reiterado. Ayer, el intendente de la ciudad de Coronel Suárez contó que Molina dijo haber escrito bajo presión una carta de suicidio. “Yo le pregunté si ella había firmado la carta y me dijo: ‘Sí, me obligaron y me pegaban’”, agregó Ricardo Moccero. Además, ya está en disposición de la Justicia una bolsa de residuos, de la que quiso deshacerse Heit, con “prueba contundente”, según el intendente: contiene documentación del dinero que Molina dio a Olivera por la venta de la única propiedad que poseía.

Tal como le había recomendado el abogado del matrimonio, Claudio Lofvall, Olivera se entregó el martes pasado a las 23.30, en la comisaría de Carhué. “Mientras estuvo prófugo, desde un auto, tiró varios videos que la policía fue recogiendo en el camino. Son alrededor de 50 y todavía se están analizando”, confió a este diario una fuente judicial. Durante la madrugada, Olivera fue trasladado 90 kilómetros hasta Coronel Suárez y luego de una revisión médica, que constató un buen estado de salud, fue llevado hasta Bahía Blanca para ser indagado, al igual que Heit.

Ambos se negaron a declarar pero la jueza de Garantías bahiense, Gilda Stemphelet, convirtió la aprehensión en detención a pedido de la fiscal. En la causa se da por probado que Molina estuvo secuestrada y no sólo por su denuncia. “Hay circunstancias que así lo indican en la casa, ciertos implementos como sábanas, toallones y acolchados, además de un video donde la víctima aparece desorientada, creemos que por la mezcla de alcohol, fármacos y pegamento que la obligaban a consumir. En ese video se oyen dos voces, que serían de la pareja”, describió la fuente judicial.

Para la defensa, la casa de Gran Bourg al 1800 donde Molina denunció haber estado cautiva, “nunca” habría servido para mantener a alguien cautivo. “La ventana que da a la calle no tiene ninguna precaución para que alguien no se escape”, describió Lofvall. Ayer se difundieron algunas fotos de esa casa, del living y también del patio donde aún están los perros del matrimonio. Molina dijo haber estado tres meses secuestrada allí y conoció el lugar en mayo, cuando dejó a su familia y a su hija de 10 años, tentada por una supuesta oferta laboral y espiritual de Olivera.

Al principio, Molina le habría dejado 100 mil pesos de la venta de su casa al supuesto pastor, quien prometió construir la iglesia del Centro Cristiano Amar es Combatir (Ccaec), que elevaba sus cantos y oraciones en la Asociación Española, según el sitio web de Ccaec. Nunca se concretó esa construcción y, al mismo tiempo, Olivera, quien prometió ayudar a Molina a comenzar sus estudios universitarios, le consiguió un trabajo como empleada doméstica en la vecina localidad de Pueblo San José. Al parecer, también le exigía parte del sueldo.

Por otra parte, ayer el intendente de Coronel Suárez y su secretario de Gobierno, Gustavo Di Battista, afirmaron que Molina contó en sede policial que fue obligada a redactar una carta de suicidio y dio los motivos para hacerlo. “Esa carta estaría confirmando efectivamente que la pareja lo que buscaba era el fallecimiento y pérdida de la vida de la víctima”, dijo Di Battista. Según Molina dio a entender a la policía, Olivera le dijo que la humillación a la que la sometían era parte de un “entrenamiento” religioso para viajar al Chaco y luego a Africa.

“La pista de una secta religiosa no aparece tan clara en la causa todavía, pero se nota que al principio la víctima estaba convencida de todo esto”, dijo la fuente judicial. Ayer trascendió que sólo le daban un vaso de agua cada dos días y trataban de convencerla de que las privaciones alimentarias eran parte de un ayuno con fines espirituales.

Por otra parte, dos empleados municipales declararon haber recibido de la conocida periodista del canal 4 de Coronel Suárez una bolsa de basura en un paraje conocido como Arroyo Corto. “Es una prueba contundente porque allí hay documentación, tarjetas de crédito (de Molina), facturas de transferencias de los fondos de la casa y documentación de la víctima”, dijo ayer el intendente. Heit la habría descartado el lunes pasado, poco después de que Molina huyera de su casa y mientras ella llevaba a su marido a la localidad de Pigüé en un Chevrolet Corsa bordó.

Ayer, el director del Hospital Municipal de Coronel Suárez, Ricardo Denaro, contó que cuando Molina llegó, con un cuadro de deshidratación y desnutrición “no se podía mantener en pie y ahora sí, camina, va al baño, sonríe, habla y se moviliza dentro de la habitación, con el suero, como corresponde”. La paciente no está embarazada, agregó, tiene una infección urinaria y un cuadro de anemia, por el que debió recibir dos transfusiones de sangre. “Físicamente se va a recuperar íntegramente, pueden quedarle secuelas psicológicas, pero eso se va a ver a largo plazo”, explicó.

Por otra parte, Denaro confirmó que la mujer “presenta edemas (hinchazón) en los genitales externos”, que serían producto de las violaciones que denunció. “Las lesiones vaginales se informarán oportunamente ante la fiscal”, dijo el director, quien prefirió no referirse aún al alta médica y aseguró que Molina se encuentra acompañada por psicólogos y psiquiatras “permanentemente” y también por familiares. La paciente, agregó, presenta heridas “desde el cuero cabelludo hasta los pies, producto de patadas y golpes de madera”.

La fiscal Lorenzo dijo que aún no analizó el contenido de las cuatro computadoras y los 60 dvd secuestrados en la causa, sin embargo afirmó que Molina tiene “un cuerpo que habla, hay un montón de pericias físicas y mentales que dan veracidad a su relato (de la víctima)”. La declaración judicial de esta mujer de 33 años, oriunda de la localidad rionegrina de Río Colorado, se tomará cuando se recupere. “Vamos a esperar hasta que los psicólogos nos digan que está en condiciones absolutas, me parece que estaríamos provocando otro vejamen”, dijo la fiscal.

[email protected]

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.