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Sociedad|Sábado, 17 de noviembre de 2012
LA PAREJA DETENIDA POR PRIVACION DE LA LIBERTAD EN CORONEL SUAREZ

Islas de duda para la defensa

Todavía no declararon, pero ya tienen estrategia defensiva. El abogado de la periodista Estefanía Heit y de su pareja se refiere a los momentos en que la víctima, durante su presunto cautiverio, estuvo lejos de sus captores y cerca de policías.

Por Pedro Lipcovich
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La casa de Heit y Olivera, de donde habría escapado la víctima, Sonia Molina.

“Hay cuatro islas de duda, que favorecen a mis defendidos”, sostuvo el abogado de la periodista Estefanía Heit y Jesús Olivera, acusados de mantener cautiva, torturar y abusar sexualmente de Sonia Molina, de 33 años, en la localidad de Coronel Suárez. Las islas de duda corresponden a cuatro oportunidades en las que Molina, durante su supuesto cautiverio, habría estado en realidad lejos de la casa de sus captores, en ámbitos públicos y en contacto con efectivos policiales a los que podría haber denunciado la situación; en dos de esas oportunidades, la policía demoró a Molina para comunicarle su obligación de comparecer ante una jueza de Choele Choel, por la acusación de estafa que pesa sobre ella. “No quiero decir que a mis defendidos no les corresponda ninguna imputación penal, pero no tan grave como la que se les está haciendo”, sostuvo el abogado. Entre tanto, Molina, que continúa internada, “durmió cerca de seis horas, lo cual le otorga mejor bienestar”, y “está lúcida”, según el parte médico.

Según contó a este diario el abogado Claudio Lofvall –integrante del estudio Gómez Talamoni, Lofvall y Martínez, que defiende a Heit y a Olivera–, “pediré que mis defendidos declaren una vez que la fiscalía reúna toda la prueba que utilizará para acusar. Todavía falta revisar pruebas, incluso es posible que le imputen abuso sexual también a Estefanía Heit: sería prematuro que declararan ahora y que después volvieran a llamarlos por nuevas imputaciones. Por eso les recomendé que hicieran uso de su derecho constitucional de negarse a declarar, para hacerlo cuando sea oportuno, inmediatamente después de que declare la víctima”.

Sonia Molina todavía no declaró ante la UFI 14 de Bahía Blanca –especializada en delitos sexuales–, que está provisoriamente a cargo de Claudia Lorenzo. Esta fiscal subroga a María Marta Corrado, de licencia, quien reasumiría sus funciones el miércoles de la semana que viene. Es probable que sea ella quien tome declaración a Molina; la fiscal Lorenzo prefirió no hacerlo todavía “para no revictimizarla”.

Molina se halla internada en el hospital municipal de Coronel Suárez. Según el parte médico difundido ayer, “la paciente mantiene bajo normalidad los signos vitales y durmió cerca de seis horas durante la noche, lo cual le otorga mejor bienestar”; “está lúcida, orientada en tiempo, espacio y persona. Se encuentra tranquila, no presenta sintomatología psicótica y tiene buen nivel cognitivo”. Juan Aspitarte, secretario de Salud de Coronel Suárez, estimó que Molina permanecerá internada “diez o doce días más”.

El abogado Lofvall señaló “aspectos que plantean dudas: todos ellos se refieren a los contactos que Sonia Molina tuvo fuera de su supuesto lugar de cautiverio. El primero fue en un programa de radio que se efectuó en vivo, en presencia de todo el personal de la emisora; ella fue entrevistada por dos conductoras, una de las cuales era la imputada y la otra es hija de un comisario de Coronel Suárez”.

Además, “en agosto, la policía de Arroyo Corto demoró a la víctima, que estaba sola allí, lejos de su lugar de cautiverio: se le notificó de un comparendo, una citación de la jueza de Choele Choel por el supuesto delito de estafa que Sonia Molina habría cometido en la localidad de Río Colorado, en relación con la venta de una casa; es el delito que, según distintos medios de comunicación, habría sido inducido por los imputados para quedarse con el dinero. El policía que intervino la demoró unas horas y dejó asentada su presencia”, agregó el abogado.

“Poco después –continuó Lofvall–, Molina fue interceptada en jurisdicción de Pigüé y trasladada a la comisaría por el mismo comparendo de Choele Choel. Además, según medios periodísticos, la propia víctima narró que en cierta ocasión, durante su cautiverio, la dejaron sola a 20 kilómetros de Coronel Suárez diciéndole que, como penitencia, debía volver caminando: mientras lo hacía llamó la atención de un móvil policial, que la trasladó de regreso hasta el lugar donde supuestamente estaba cautiva.” Los dichos de Molina habrían implicado que, por hallarse bajo coacción psicológica, no se atrevió a decirles a los policías lo que sucedía.

“Yo no quiero decir con todo esto que ella no estaba cautiva –precisó el abogado defensor–. Seguramente alguna imputación harán, pero quizá no tan grave como las actuales (privación ilegítima de la libertad agravada por lesiones, a lo cual se suma, para Olivera, abuso sexual). Estas cuatro situaciones crean cuatro islas de duda, y la duda siempre juega a favor del imputado.”

Los hechos se dieron a conocer el lunes pasado, cuando Sonia Molina denunció en la comisaría de Coronel Suárez que había huido de la casa de Heit (29) y Olivera (28), donde habría estado cautiva tres meses; allí habría sido reducida a servidumbre y sometida a abusos, que habrían sido registrados en un teléfono celular; en ese tiempo habría adelgazado 20 kilos. Luego de la denuncia de Molina y antes de ser detenidos, Heit y Olivera habrían intentado desembarazarse de pruebas, incluyendo videos que fueron secuestrados y están en poder de la fiscalía.

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