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Sociedad|Sábado, 29 de diciembre de 2012
Revocan la preventiva de la pareja de Erica Soriano, desaparecida hace dos años

El imputado quedó en libertad

Daniel Lagostena es investigado por el crimen de su mujer, que estaba embarazada. Se encontraba detenido desde hace casi seis meses, pero la Cámara consideró que las pruebas no son suficientes. La querella apelará a Casación.

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Daniel Lagostena y Erica Soriano convivieron durante cuatro meses hasta que ella se quiso separar.

La Cámara Penal de Apelaciones de Lomas de Zamora ordenó liberar por “falta de pruebas” a Daniel Lagostena, el único imputado por la desaparición y presunta muerte de Erica Soriano, su pareja, de 30 años, que estaba embarazada. La decisión fue dada a conocer 48 horas después de que el juez de Garantías de ese distrito, Gabriel Vitale, ordenara la prisión preventiva de Lagostena ante la “posibilidad de que entorpezca la investigación”, entre otras cuestiones. “Es un fallo absurdo, hay elementos objetivos en la causa que indican que, en caso de otorgarle libertad, va a intentar fugarse”, afirmó ante Página/12 el abogado representante de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo. “Ahora va a poder destruir cualquier indicio que haya para encontrar a Erica”, advirtió. El letrado anunció que apelará ante la Cámara de Casación Penal y pedirá que se habilite la feria judicial para tratar el caso. En septiembre de 2010, en plena investigación, Lagostena se fue a Paraguay y dejó una carta donde adujo que en Argentina se decían “injurias” sobre él.

Hace una semana, la misma Sala que ayer firmó la salida de Lagostena, había anulado las indagatorias y la preventiva que le habían dictado el 3 julio pasado. La razón fue un error técnico procesal: el fiscal Gerardo Loureyro lo había indagado como imputado por “privación ilegítima de la libertad seguida de muerte”, mientras que el juez Vitale dictó la preventiva por “homicidio simple y aborto en el contexto de violencia familiar”. La diferencia entre los hechos que se le imputaban a Lagostena debían ser subsanados. Por eso, tras el pedido de los jueces de la Sala, el fiscal lo llamó el sábado pasado para realizar la declaración indagatoria. El acusado se negó a hablar y el miércoles pasado, Vitale volvió a dictar una nueva preventiva bajo la imputación de “homicidio simple y aborto en concurso ideal, en el contexto de violencia familiar”.

Ayer, la decisión de los camaristas Tomás Alberto Bravo y Jorge Tristán Rodríguez, de la Sala III de la Cámara de Apelaciones lomense, fue dada a conocer al mediodía tras haber recibido un planteo de hábeas corpus. Según el abogado Mazzeo, no solicitaron ninguna restricción para evitar que se fugue. El abogado defensor, Gustavo Dellamaggiore, consideró que “los elementos sobre los cuales se basaban para sostener que Erica fue muerta y que tal conducta la realizó Lagostena, no es que eran insuficientes, no se correspondían” con los hechos.

Erica, embarazada de dos meses y medio, fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010 y Lagostena es la última persona que la vio. La primera versión que dio su pareja, con quien convivió durante cuatro meses, fue que ella salió de su casa ubicada en el distrito de Lanús –en Pasaje Coronel Santiago 1433– para visitar a su madre, en Villa Adelina, pero nunca llegó. Esa fue la primera línea de investigación. La declaración de testigos constituyó una prueba fundamental para sospechar lo que pudo haber ocurrido: “Es un hombre violento y controlador”, coincidieron. De hecho, tres ex parejas de Lagostena hicieron referencia al maltrato que vivieron junto con él.

La hipótesis que sostienen es que la noche de su desaparición Erica y su pareja discutieron muy fuerte porque, al parecer, ella pretendía separarse: quince días antes había consultado a una inmobiliaria por el alquiler de una propiedad para mudarse sola. Ante la denuncia de la desaparición de Erica por parte de la familia, la policía realizó una “inspección ocular” de la que participaron los familiares. Allí, notaron que estaban la cartera, los documentos, la billetera, la ropa que llevaba puesta e incluso el ácido fólico que tomaba para su embarazo. Dos años después, la lectura de Mazzeo sobre ese hallazgo sumado a la ropa interior quemada que se descubrió durante un allanamiento en la casa de Lagostena tres semanas después de la desaparición y de sangre con perfil genético de mujer debajo de una mesa ratona indican que “la presunción de muerte es una certeza”. Para la Cámara, en cambio, estos indicios no fueron suficientes.

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