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Para poder recolectar los residuos de la cuenca Matanza Riachuelo, a la altura del Puente Bosch, una de las grúas flotantes hunde sus tenazas por debajo del agua. Extrae de la superficie del río una variedad infinita de desechos: botellas de plástico, bolsas de residuo, pedazos de chatarra, envoltorios, papeles, tapitas, botellas de vidrio. El trabajo de saneamiento se repite día tras día. Un cordón verde que flota sobre el agua permite acumular periódicamente la basura que luego será removida por las grúas.
En el marco del Día Internacional del Agua, Página/12 acompañó a la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) en una navegación por el río que recorrió sus márgenes, la villa 21-24 de Barracas, el Club Regatas de Avellaneda y la estación de monitoreo inaugurada a fines del año pasado. De la jornada participaron el jefe de Gabinete, Juan Abal Medina; el presidente de Acumar y secretario de Ambiente, Juan José Mussi, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y el diputado porteño Juan Cabandié.
“Acá no hay magia, acá no hay grandes discursos, ni bellas palabras, lo que hay es trabajo, gestión, esfuerzo y dedicación. El Riachuelo es una muestra de esto”, sostuvo el jefe de Gabinete en el acto de cierre en el Club Regatas de Avellaneda. “Esta es una cuenca que se viene contaminando y degradando desde hace centenares de años. Y lo único que había recibido hasta entonces eran macropromesas, discursos grandilocuentes pero ninguna realidad”, recordó Abal Medina, quien criticó a los gobiernos porteño y bonaerense por no cumplir con la inversión de dinero correspondiente. “Sabemos muy bien que el gobierno de la provincia de Buenos Aires es bastante remiso sobre todo en cuestiones presupuestarias. Y ni hablar del distrito de la Ciudad, el más rico de la Argentina y que da vergüenza ver lo poco que está haciendo en su margen.” El jefe de ministros resaltó los logros de Acumar con La Saladita, donde pudieron relocalizarse 12 mil puestos, la remoción de barcos y automóviles del lecho del río, y la ampliación de las redes de agua potable y cloacas a lo largo de toda la cuenca. Luego volvió a insistir en que el gobierno de Mauricio Macri “cumpla con lo que le exigió la Corte” en 2012. El máximo tribunal había ordenado a los gobiernos de la Ciudad y de la provincia que aporten los fondos necesarios para que Acumar siguiera funcionando. “La cuenca Matanza Riachuelo debe dejar de ser el borde, la parte de atrás, para pasar a ser el centro de la región metropolitana. Queremos recuperar el Riachuelo como hemos recuperado a la Argentina”, destacó Abal Medina.
En la villa 21-24, donde los vecinos hablaron sobre los avances en el saneamiento de la cuenca. Cristian Heredia, delegado de la villa, expresó que “el barrio y los vecinos están contentos porque estamos mejor que hace unos años. La contaminación antes era tremenda, esto era inhabitable, y ahora podemos estar tranquilos acá parados que no sentimos ningún olor”. Zunilda Martínez, coordinadora de la junta vecinal de la villa, sostuvo que “para todos los que vivimos acá esto es muy importante. La mejora que hay desde que Acumar empezó a hacerse cargo de este proyecto es grandísima. Ahora podemos decir que las fábricas que antes contaminaban hoy ya no lo hacen. También queremos agradecer el apoyo para realizar los cursos de remos con los chicos del lugar”.
Por su parte el presidente del organismo y secretario de Ambiente, Juan José Mussi, remarcó el carácter histórico de la navegación. “El objetivo del trayecto era estar cerca del agua. Recuperar una cuenca es recuperar la vivienda, el trabajo, la política social, la salud, el medio ambiente. Hoy queríamos dar testimonio de esto.”
La visita incluyó la estación de monitoreo encargada de controlar la calidad del agua y un casco histórico donde se construirá la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Avellaneda.
Informe: Nicolás Andrada.
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