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Sociedad|Domingo, 31 de marzo de 2013
LOS MALOS HABITOS ALIMENTARIOS, EL PRINCIPAL FACTOR DE RIESGO DE LA SALUD

Esa mala costumbre

Como consecuencia de una mala alimentación, los argentinos pierden años de vida sin enfermedad o mueren prematuramente. Esta es una de las conclusiones para la Argentina de un estudio mundial sin precedentes hecho por la Universidad de Washington. Los otros hallazgos. La situación comparativa con otros países.

Por Mariana Carbajal
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Los malos hábitos alimentarios son el principal factor de riesgo para la salud, tanto en mujeres como en varones, en la Argentina. Como consecuencia de una mala alimentación –caracterizada por poca variedad de alimentos, altos contenidos de grasas y escasas porciones de verduras, frutas y carnes magras– los argentinos pierden años de vida saludables, es decir, sin enfermedad, o mueren prematuramente, principalmente por enfermedad isquémica del corazón y accidentes cerebrovasculares. Otro dato muy alarmante es que para los adolescentes de 15 a 19 años, el alcoholismo es el principal riesgo de discapacidad. Para las mujeres de la misma edad, en cambio, ese riesgo es la violencia en la pareja. Estos son algunos de los principales hallazgos de un extenso estudio mundial sin precedentes, realizado por el Instituto para la Medición y la Evaluación de Salud, de la Universidad de Washington, que se presentó recientemente y contó con la colaboración de 488 científicos de 303 instituciones en 50 países, además de la participación el Instituto Malbrán.

El trabajo del IHME se llama GBD (Global Burden of Disease o Carga Mundial de Enfermedad). Se hizo con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, y generó más de mil millones de datos, entre ellos factores de riesgo, principales enfermedades, causas de discapacidad, expectativa de vida y expectativa de vida saludable en 198 países, entre ellos la Argentina. Los datos corresponden al 2010 y pueden compararse con registros de 1990, para observar la evolución de cada indicador. El estudio es un verdadero atlas mundial de la salud. Se puede acceder a través del siguiente link: www.healthmetricsandevaluation.org/gbd/visualizations/gbd-arrow-diagram

El IHME es un centro independiente de investigación en la salud global perteneciente a la Universidad de Washington, que provee mediciones rigurosas y comparativas de los problemas de salud más importantes en el mundo y evalúa las estrategias para enfrentarlos.

“No me sorprende”, dijo Mónica Katz, reconocida médica especialista en nutrición, al enterarse por este diario del lugar que ocupa el perfil de la dieta argentina entre los factores de riesgo de la población, de acuerdo con el flamante estudio. En promedio, precisó, comemos 14 kilos de galletitas, que tienen un alto contenido de grasa, y menos de 10 kilos de pescado al año. “En principio tenemos un consumo de grasas aumentado. Estamos consumiendo en exceso alimentos indulgentes, placenteros pero no necesarios. Pero no consumimos alimentos saludables. Por ejemplo, deberíamos comer tres porciones de pescado por semana. En Japón, recomiendan una variedad de 30 alimentos diferentes por semana, nosotros llegamos sólo a 19”, describió la médica (ver aparte).

De acuerdo con el GBD, la esperanza de vida en mujeres en la Argentina es de 79,3 años y en varones, de 72,5 años. En promedio, si se toma ambos sexos, aumentó 3,5 años entre 1990 y 2010 (de 72,5 años subió a casi 76). Pero podría haberse incrementado más si hubiera una mejor nutrición, menos sobrepeso e hipertensión y se fumara menos. La paradoja es que se vive más años pero en peores condiciones. El estudio revela otro indicador interesante: la esperanza de vida saludable, es decir, los años que se viven sin enfermedad: en ese caso, que es de 64,7 años. En 1990 era apenas menor; 63,1 años. Nuevamente, en mujeres es superior: 68,7 años contra 63,5, en varones.

En relación con los países de la región, en expectativa de vida saludable, Argentina se ubica mejor que Perú, Colombia y Brasil, aunque no de Chile. A nivel global, Argentina ocupa el lugar 45. Encabezan el ranking Japón, Corea y España. Con matices, el aumento de la esperanza de vida y el descenso en la calidad se dan en todo el mundo.

Si se observa por grupos de edad, aparece otro dato muy preocupante: la mortalidad en varones de 15 a 19 años ha tenido el aumento más rápido entre toda la población.

–¿A qué responde esta singularidad? –le preguntó Página/12 al mexicano Bernardo Hernández Prado, uno de los investigadores del Instituto para la Medición y la Evaluación de Salud (IHME, por sus siglas en inglés), que participó del estudio.

–Las causas de muerte que más han contribuido al rápido aumento de la mortalidad en los hombres jóvenes son los accidentes de tráfico, las lesiones autoinfligidas y la violencia. Particularmente preocupantes son las dos últimas. Las muertes por suicidio y otras formas de autodaño casi han duplicado desde 1990. Y la muerte por violencia aumentó en casi un 50 por ciento. Esto no sólo es así en la Argentina sino en toda América del Sur, y las autoridades deben prestar atención al problema –advirtió Hernández Prado.

Para los adolescentes de 15 a 19 años, el alcoholismo es el principal riesgo de discapacidad en el país. Para las mujeres de la misma edad ese riesgo es la violencia en la pareja. Si se mira a otros países, se encuentra que el alcoholismo es el principal riesgo de discapacidad para jóvenes en Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela, precisó Hernández Prado. La violencia en la pareja se ubica en el séptimo lugar como factor de riesgo de discapacidad en mujeres de todas las edades en la Argentina. Pero es el tercer factor en Colombia, Perú y Ecuador.

Los malos hábitos alimentarios son el principal riesgo para hombres y mujeres en un amplio abanico de países. No solo en la Argentina. Entre ellos, Estados Unidos. En el caso de España y Uruguay, para los hombres es el tabaquismo, y en Brasil, el abuso del alcohol. En estos tres países, para las mujeres también los malos hábitos alimentarios constituyen el principal riesgo para la salud.

–¿Cuál es la principal causa de años de vida perdidos en Argentina, en varones y mujeres? –le preguntó este diario a Hernández Prado.

–Para hombres y mujeres las principales causas de años de vida perdidos son las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las principales causas difieren en cuanto a género según los diversos grupos etarios.

–De las 25 causas más importantes de pérdida de años de vida, ¿cuáles mostraron el mayor descenso entre 1990 y 2010?

–Tanto para hombres y mujeres, las tres principales causas de pérdida de años de vida que mostraron un mayor descenso en las últimas dos décadas fueron la encefalopatía neonatal (con una disminución del 50 por ciento en varones y 46 por ciento en mujeres), las complicaciones de nacimiento prematuro (con una reducción del 48 por ciento) y las anomalías congénitas (con un descenso del 39 por ciento).

En Estados Unidos, en cambio, la causa de pérdida de años de vida que mostró mayor reducción (71 por ciento) entre los hombres en los últimos veinte años fue el VIH-sida. En mujeres ha sido la violencia interpersonal, con un descenso del 32 por ciento. En España, los accidentes de tránsito, tanto para la población masculina como femenina, con un descenso de cerca del 60 por ciento.

La lumbalgia, la depresión y el dolor cervical son las tres causas principales de discapacidad entre hombres en la Argentina. Para las mujeres son la depresión, lumbalgia y otros trastornos musculoesqueléticos, explicó el investigador mexicano. “El número de años que la población argentina vivió con discapacidad fue aumentando consistentemente a lo largo de los últimos 20 años. En 1990, más de 3,5 millones de años fueron vividos con discapacidad por los argentinos y, en 2010, ese número creció a cerca de 4,5 millones. Las mujeres vivieron más años con discapacidad que los hombres”, precisó Hernández Prado.

–¿Qué lugar ocupa el aborto inseguro como factor de discapacidad en mujeres en Argentina?

–El estudio GBD mide al aborto tomando en cuenta tanto los espontáneos como los inducidos. La porción de carga de enfermedad que corresponde al aborto en la Argentina está cayendo. Sin embargo, tiene todavía un peso importante en los indicadores sanitarios. En 2010, el número de años de vida saludable perdidos atribuidos al aborto fue de 6892. El total de años de vida saludable perdidos por todas las complicaciones de la maternidad fue de 20.935. La cantidad de carga de enfermedad causada por abortos cayó 1,05 por ciento entre 1990 y 2010.

El aborto en sí mismo es una práctica segura. Pero el contexto de clandestinidad que caracteriza a la Argentina favorece que las intervenciones se infecten o no se realicen en las condiciones adecuadas, con graves consecuencias en la salud de las mujeres. Desde hace más de veinte años es la principal causa de mortalidad materna. En España, donde el aborto no está penalizado desde hace casi treinta años, en 2010 el número de años de vida saludable perdidos atribuidos a esa práctica fue de 340. Y la cantidad de carga de enfermedad causada por el aborto cayó un 2,12 por ciento en relación con 1990.

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