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Sociedad|Miércoles, 25 de junio de 2003
LAS RELACIONES ENTRE UN DETENIDO Y LOS HIJOS DE FUNCIONARIOS

Los caminos que conducen al poder

La causa volvió a apuntar a Patricio Llugdar, el único procesado hasta ahora en el caso. Pero esa hipótesis no exime de sospechas a los llamados “hijos del poder”. Aquí, la trama que conecta a Leyla, la joven asesinada, con Llugdar y los apellidos ilustres de la provincia.

Por Alejandra Dandan
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En un compromiso cada vez más militante de la Iglesia, ayer se celebró misa en La Dársena.
“Llamame vos para que vayamos adonde ya sabés.” Esa frase podría encerrar el misterio del caso de La Dársena. Forma parte del cúmulo de declaraciones recogidas durante la primera parte de la investigación del caso. Se pronunció en una fiesta de cumpleaños el domingo 12 de enero, tres días antes de la desaparición de Leyla Bshier Nazar. Ella era la destinataria de la invitación que en ese mismo momento y en público le hacía José Patricio Llugdar, el primer procesado del caso. Ahora ese cumpleaños, sus participantes y las relaciones que salen desde ahí pueden convertirse en una de las líneas de conexión entre los crímenes, la fiesta y los hijos del poder. ¿Quién es el nexo? ¿Adónde iban? ¿Cuáles son los hijos del poder relacionados con Llugdar?
Poco antes de su desaparición, el domingo 12 de enero, Leyla participó en una fiesta en Las Casurinas, un predio ubicado justo enfrente de Saravah, donde estaba Patricio Llugdar para festejar el cumpleaños de Walter “Cuco” Ibáñez, uno de sus mejores amigos. Leyla no llegó de casualidad, lo hizo entre el grupo de chicas que llegaban para animar la fiesta de los amigos. Del expediente surgen los datos que tiempo después llevarían a establecer las primeras sospechas contra Llugdar. Durante esa fiesta, Leyla y Patricio Llugdar estuvieron un rato juntos. Claudia Cortez, una de las chicas, contó algunos detalles en su declaración: dijo que en un momento Leyla le dijo a Llugdar que la llevara “a hablar por teléfono”. Se fueron y volvieron media hora después.
Cuando regresó, Leyla les contó a sus amigas que durante el viaje se había dado cuenta de que hacía tiempo conocía a Llugdar. Y aunque no dijo mucho más, sus interlocutoras notaron que, antes de irse, se ponían de acuerdo para verse. Llugdar le pasó su teléfono y dijo: “Llamame vos para que vayamos adonde ya sabés”. Aún no hay respuestas sobre ese encuentro, pero los personajes que estaban ahí podrían dar cuenta del tipo de lugares más frecuentes y de una trama de contactos habituales.
¿Quiénes estaban ahí? ¿Cómo llegó ella a ese lugar? En esa escena existen dos personajes clave, que permiten entender las relaciones de Leyla y los contactos entre Llugdar y el mundo del poder. Uno es Walter “Cuco” Ibáñez, otro de los muchachos del barrio Mishky Mayu pero que además trabajaba como empleado del Carlos V, el hotel del poderoso operador económico Néstor Ick. Uno de los mejores hoteles de Santiago –si no el mejor–, donde confluyen hijos y hombres del poder. El otro personaje clave es la archinombrada Cristina Juárez, aquella amiga de Leyla que la alojó durante su estadía en Santiago. Una mujer de la noche, dueña de contactos y de citas con los hombres de las primeras líneas de la provincia. En alguna de sus tantas declaraciones en tribunales, Cristina dio cuenta de esos contactos como “alternadora”, y también de algunos de los nombres de sus clientes cuando le pidieron que identificara la identidad de las personas que durante enero se habían comunicado con su celular. Ese es el mismo ambiente de Llugdar.
Llugdar y Cristina Juárez se conocían. Aunque las versiones son muchas, en el expediente hay declaraciones que los sitúan juntos alguna vez en Saravah. Así lo cuenta otra de las chicas del lugar llamada Mariana Contreras: “A Llugdar lo vi en Saravah –dice la foja 214–, antes de las fiestas de fin de año. En esa oportunidad –continúa– lo vi con Cristina”. Cuando a esa misma chica el juez le pregunta cuáles eran los rumores comentados en el mundo de la noche sobre la muerte de Leyla, ella plantea la misma hipótesis que en este momento sigue la investigación: “En la noche se corre la versión de que se pasaron de drogas y que debían hacerla desaparecer”. Y también agregó que “la Cristina sabe más y la tienen apretada”. Ahora bien, Llugdar es al día de hoy el principal sospechoso de los crímenes. Los reactivos colocados en su auto Senda bordó indicaron que sobre el asiento trasero había rastros abundantes de sangre. Al mismo tiempo, los investigadores sostienen que Leyla pudo haber muerto por sobredosis durante una fiesta, y si fue así, Llugdar debería tener vínculos o relaciones con los hombres de esa fiesta.
¿Pero quiénes eran las personas vinculadas con Llugdar? Existen dos nombres claves, uno de ellos Juan Felipe Moreno, el hijo del ahora renunciado ex gobernador Darío Moreno y entre los ya mencionados alguna vez, uno de los sobrinos del ex comisario Musa Azar. Así lo sostuvo el padre de Leyla Bshier Nazar durante una de sus declaraciones. Moreno como Musa Azar fueron los dos hombres que quedaron desplazados del gobierno apenas comenzó el escándalo por La Dársena. Ambos negaron cualquier tipo de vínculo de sus familiares con los crímenes. Sin embargo, al parecer, el juez no lo descarta. Durante la mañana de ayer, el juez se trasladó con dos peritos forenses hasta un vagón ubicado en un predio de la policía provincial, siguiendo las pistas aportadas por un nuevo testigo que esta vez llegaba recomendado por un funcionario de las altas jerarquías uniformadas. ¿Cuál era la pista? Un vehículo de Darío Moreno. De acuerdo con el testigo, su camioneta estuvo dando vueltas por ese predio durante las fechas de alguna de las dos muertes.

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