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Sociedad|Jueves, 26 de junio de 2003
CUATRO DE LOS CINCO DETENIDOS PODRIAN QUEDAR EN LIBERTAD

El círculo se cierra sobre Llugdar

Tras presenciar un careo, el juez dijo que se cayó la hipótesis de la fiesta y el descuartizamiento de Leyla en el barrio Mishky Mayu. Así, sólo quedaría imputado Llugdar. Página/12 revela aquí la relación de su familia con la del ex vicegobernador. Una denuncia previa por abuso lo complica aún más.

Por Alejandra Dandan
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Patricio Llugdar aparece cada vez más comprometido en el doble crimen de Santiago del Estero.
Sólo Patricio Llugdar. El juez de La Dársena podría dictarles la falta de mérito a cuatro de los cinco imputados por los crímenes de La Dársena. La novedad se conoció anoche, cuando terminó un careo que virtualmente echó por tierra la hipótesis construida por el testigo de identidad reservada que hizo estallar el escándalo. “Se cayó una de las hipótesis”, anunció Dardo Herrera cuando dejó el juzgado. Así, para el juez se refuerza la hipótesis del único homicida, en la que existen indicios de peso que comprometen casi de forma definitiva a Patricio Llugdar. Ayer se sumó a esos indicios una denuncia por abuso sexual y violencia de abril del año pasado: un tape con los relatos detallados de la víctima de ese abuso fue requerido por Herrera para buscar coincidencias entre uno y otro caso. De todos modos, la investigación sobre Llugdar no descarta otras pistas: en el juzgado siguen preguntándoles a los imputados por los hombres del poder, entre ellos por el ex gobernador Darío Moreno, inquilino del stud de los Llugdar en el hipódromo 27 de Abril.
Desde hace tres días, la investigación viene compilando pruebas sobre el primer y único procesado de los crímenes de La Dársena. En ese marco, Patricio José Llugdar comienza a instalarse como principal sospechoso de ser autor material de los crímenes después de cinco meses de un proceso cruzado de sospechas donde su nombre fue vinculado y desvinculado de responsabilidades. En ese contexto parece desbaratarse ahora la hipótesis del Mishky Mayu, aquélla instalada por el testigo de identidad protegida que hablaba de una fiesta en ese bario santiagueño y del supuesto descuartizamiento del cadáver de Leyla en la casa de Sebastián Flores, cuñado del ex vocero de la gobernadora.
La caída en desgracia de esos dichos fue consecuencia de un careo entre uno de los testigos que apareció en los últimos días y que fue aportado por la defensa de Llugdar. El testigo en cuestión es Rubén Diganchi. En su declaración relacionó a los detenidos del Mishky Mayu con Patricia Villalba. Dardo Herrera les tomó declaraciones a quienes podían certificar esos dichos. Entre ellos, los Occhionero, dueños de la verdulería donde trabajaba Villalba. Todos, incluso Occhionero, negaron la versión de Diganchi, que ahora podría quedar detenido por falso testimonio.
En este nuevo escenario se complica la situación de Llugdar. En los últimos días, además, una nueva denuncia complicó aún más su situación en la causa. Yolanda Montes, una de las mujeres de la noche de Santiago, volvió a recordar su cara, su nombre y sus facciones cuando miraba la saga de los crímenes de La Dársena por televisión. Hace poco más de un año, Montes hizo una denuncia por abuso en el Juzgado del Crimen Nº 1, a cargo de Raúl Gómez. La denuncia menciona un encuentro con Llugdar en abril del año pasado, golpes y el sometimiento a una fellatio en uno de los barrios conocidos como UPCN. “Si no te callás te mato –dijo la mujer que le decía Llugdar–. Te voy a matar, vas a ser la primera persona que voy a hacer desaparecer en el río.” Verdad o no, su testimonio fue recogido ayer por América Televisión y la entrevista en crudo ahora está en el juzgado de La Banda.
A esta altura, la investigación puede seguir dos caminos: cerrarse con la imputación contra Llugdar, o avanzar hacia las horas de misterio que presuponen una fiesta o reunión donde hubo hijos del poder. Una fiesta encerrada por ahora en un solo indicador: las 15 horas que transcurren entre el paso de Leyla por Saravah –el último lugar donde se la ve con vida– y las 18.18 del 16 de febrero, cuando su voz queda registrada en el contestador de una prima.
En esta última dirección caminó el juzgado durante las últimas dos semanas. Ayer, en cambio, el juez Dardo Herrera pareció decir lo contrario: “Por ahora –anunció– no tengo ninguna pista sobre lahipótesis de los hijos del poder”. Todas las pistas que tuvo, aseguró, “fueron investigadas y resueltas hasta el momento”. Pero de todos modos, el magistrado sigue sondeando. Durante la indagatoria de ampliación a Sebastián Flores le preguntó sólo dos cosas: si conocía a Darío Moreno o a Carlos Alberto “Pololo” Anauate, el diputado juarista ahora destituido del bloque por las repercusiones del caso.
¿Por qué el juez preguntó por Darío Moreno? El ex vicegobernador ya se había presentado en la causa para aclarar que ni él ni sus hijos tenían relación con los casos ni con los Llugdar. Lo hizo cuando el padre de Leyla Bshier los nombró entre las relaciones del acusado por el homicidio. Es que los Llugdar forman parte del mundo de los turfistas de Santiago del Estero, igual que Darío Moreno. La relación Moreno-Llugdar se inició en ese contexto. Moreno es socio del hipódromo 27 de Abril, tanto como Rubén Llugdar y Patricio Llugdar, el tío y el padre de José Patricio. Esta familia, que es parte del clan de carniceros de Santiago, cuenta con un predio de media hectárea donde existen un stud y cinco boxes. El stud se llama Doña Ele, como doña Elena, la mamá de José Patricio. En ese sitio, Darío Moreno alquila cabaña para una de sus yeguas. Y la relación es tan vieja y conocida que muchos aseguran que, en ese ámbito, José se hizo amigo de uno de los hijos de Darío Moreno, mencionado por Yunes Bshier cuando hacía las primeras declaraciones y rastreaba el camino que había seguido Leyla.

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