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Sociedad|Miércoles, 9 de julio de 2003
EL GOBIERNO ANALIZA DESIGNAR A BALZA EN LA JEFATURA POLICIAL

Manu militari para la Bonaerense

Beliz, Solá y Cafiero discutieron el sábado pasado la posibilidad de que el ex jefe del Ejército sea puesto al frente de la Policía. Balza dijo a Página/12 que aún no recibió ningún ofrecimiento y consideró no estar capacitado para ocupar ese cargo.

Por Raúl Kollmann
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La oferta a Balza sería la “sorpresa” que el gobernador Solá anunció para reemplazar a Sobrado.
Los gobiernos nacional y bonaerense estudian la posibilidad de ofrecerle al teniente general (R) Martín Balza el cargo de coordinador de la Policía Bonaerense, lo que significaría convertirlo en el jefe de la fuerza. El tema fue tratado el sábado pasado entre el ministro de Justicia y Seguridad Nacional, Gustavo Beliz; el gobernador Felipe Solá y el ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero. En principio, había acuerdo entre ellos en que Balza podría ocupar el puesto, pero Beliz sostuvo que antes de realizar el ofrecimiento debía estudiarse la situación legal del militar, que está procesado –por un cargo considerado menor– en la causa Armas. La versión coincide con un anuncio misterioso que realizó Solá este fin de semana: “El nombramiento del sucesor del comisario Alberto Sobrado –desplazado por realizar un giro inexplicado de 333.000 dólares a Bahamas– será una sorpresa”. Balza dijo anoche a Página/12 que “hasta ahora no recibí ningún ofrecimiento, pero tampoco me considero capacitado para ese puesto”.
Sin embargo, fuentes inobjetables confirmaron a Página/12 que la designación de Balza está siendo evaluada y que el tema fue tratado en un cónclave entre Beliz, Solá y Cafiero.
Desde el punto de vista judicial, Balza fue sobreseído el 11 de abril de este año por el polémico juez Julio Speroni de los cargos más pesados de la causa por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador. Se lo desvinculó de las imputaciones por contrabando, asociación ilícita y falsedad, pero quedó en pie el procesamiento por un delito considerado de menor envergadura, la malversación de caudales por cambio de destino. Como se recordará, el juez Jorge Urso había procesado a Carlos Menem como jefe de la asociación ilícita dedicada al tráfico de armas y a Emir Yoma y Balza como organizadores. Por esa razón, el ex jefe del Ejército estuvo preso 204 días. Toda esta situación judicial es la que se estuvo evaluando en las últimas 48 horas.
La eventual designación de Balza significaría una supersorpresa, ya que implica poner un militar al mando de la fuerza policial de la provincia, algo que en territorio bonaerense no ocurre desde el Proceso. Justamente el período en que la Bonaerense estuvo a cargo del general Ramón Camps es recordado como el más siniestro de la historia de la fuerza.
Quienes ahora impulsan el nombramiento de Balza dan dos argumentos:
- Se crea una sensación de mayor seguridad designando a una figura de renombre, con antecedentes democráticos, personalidad, experiencia de mando y vuelo propio. Es una señal fuerte hacia la sociedad y –según dicen– sintoniza con la idea que se instaló hace una semana: “Hay que tomar el toro por las astas”.
- Además, la designación de Balza soluciona un problema de difícil resolución: encontrar en este momento un jefe policial que hoy resista los cuestionamientos. Ningún hombre salido de la fuerza está en buenas condiciones para crear confianza y sensación de seguridad y además tendría que pasar el filtro de la investigación de sus bienes.
Por lo que pudo averiguar este diario, en los gobiernos bonaerense y nacional la aprobación está dada, salvo que se considere un obstáculo la cuestión legal. Fuera de la Bonaerense están los que creen que no es una buena señal designar a un militar en cuestiones de seguridad interna, en principio porque deja la idea de que se necesita un uniforme verde oliva para afrontar esos problemas. Pero también es previsible que semejante nombramiento no les guste para nada a los hombres de la Bonaerense. Argumentarían que poner un militar es entrometerse en su fuerza y que, además, no tiene formación ni conocimiento suficientes en cuestiones de seguridad ciudadana. “Es una movida que se parece demasiado a un show, a una jugada de impacto, más que de efectividad”, sería el razonamiento.
En el Ministerio de Justicia y en La Plata mantenían anoche un cerrado hermetismo. Se supone que la decisión de designarlo o no se tomará en las próximas horas.

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