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Sociedad|Miércoles, 31 de julio de 2013
Dictamen del Inadi por los dichos de un cura cercano al arzobispo Aguer

El sacerdote discriminador

Por televisión, Raúl Sidders había tildado de “loquitas” y “yeguas” a mujeres que reclamaban por los derechos reproductivos. Para el Inadi, son expresiones con “violencia simbólica y mediática”. El programa era auspiciado por el Arzobispado de La Plata.

Por Soledad Vallejos
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Después de la denuncia, el arzobispo Aguer mandó levantar el programa del canal local.

El Inadi dictaminó que en su programa de televisión, el presbítero de un colegio secundario de La Plata tuvo expresiones discriminatorias hacia las mujeres, cargadas de “violencia simbólica y mediática”, lo que constituyó una “práctica contraria a los principios fundantes de la democracia”. Entre otras cosas, el presbítero Raúl Anatoly Sedders tildaba de “yeguas” a estudiantes universitarias que se habían manifestado a favor de los derechos reproductivos. Por ello, el organismo también ordenó a Cablevisión y el canal platense que transmitía el programa semanal que dieran a conocer el dictamen y se abstuvieran de repetir los contenidos, y al Arzobispado de La Plata que se notificara de la actuación. La resolución respondió a una denuncia iniciada por Martha Ungaro y la madre de Plaza de Mayo Adelina Alaye, a la que también se sumó el defensor Penal Juvenil de La Plata Julián Axat, quien señaló a Página/12 que “el dictamen establece parámetros para medir la discriminación de género. Incluso, aporta a la discusión jurídica sobre libertad de expresión y discriminación”.

El programa televisivo del cura Sidders se emitía todos los sábados de 10 a 11 de la mañana en el Canal 5 de La Plata. Se llamaba Ave María Purísima y de él participaban alumnos del colegio San Vicente de Paul, que acompañaban al religioso –presbítero del colegio– en el estudio, ante cámaras, y oficiaban de público en vivo. Salía al aire gracias a que el Arzobispado de La Plata contrataba el espacio al Canal 5 de La Plata, cuya señal opera Cablevisión. En 2012, después de conocida la denuncia, Ave María Purísima salió del aire por decisión del Arzobispado. Al mismo tiempo, fueron borradas de YouTube decenas de videos del programa. Sólo sobrevivió un fragmento, que había sido grabado por un medio platense, Diagonales, y que es el que todavía puede encontrarse hoy en Internet. El dictamen del Inadi se basó en ese fragmento de programa.

El video es breve, pero el audio es claro. En él, con boina de paisano rural, rodeado de una escenografía minimalista, que reúne una estatua de la Virgen de Luján con un retrato de Manuel Belgrano, el religioso se refiere a una manifestación de universitarias por los derechos reproductivos; a veces habla a cámara y por momentos se dirige a dos adolescentes sentados a una mesa. Dice el sacerdote Sidders: “Había como unas cuarenta o cincuenta loquitas. Son esas que estudian periodismo ahí de la Universidad Nacional de La Plata, que nosotros les pagamos el estudio para que ellas no estudien y estaban en la puerta de la catedral porque era el día de lucha contra la violencia de género, ¿no? Y entonces estas minas aprovechaban para putear, amenazar que iban a quemar la catedral. Contra la violencia, no hay peor violencia que aquellas que pretenden matar a los bebitos que están por nacer porque estas minas... unas chiruzas, como decía mi abuela, ¿no? Contra la violencia de las mujeres, de la reproducción y siempre usan esos eufemismos, ¿no? Cuando hablan de salud reproductiva, en el fondo lo que están diciendo es que el bebito que está por nacer es una enfermedad, entonces el bebito hay que sacárselo de encima. Debe ser una enfermedad para las yeguas éstas. Y un montón de otras barbaridades, amenazaban a la policía. Pero bueno, nosotros somos católicos, creemos en un solo Dios verdadero que es padre, hijo y espíritu santo”.

Basado en la Constitución nacional y pactos internacionales como Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el Inadi estableció que “la libertad de expresión está atravesada por el derecho a la igualdad y el principio de no discriminación (...) los dichos del Sr. Raúl Anatoly Sidders constituyen un discurso discriminatorio”.

Que Sidders llame “loquitas” a las manifestantes “estigmatiza a las estudiantes de periodismo en particular, aunque en definitiva y en términos generales la estigmatización abarca a todas aquellas mujeres que reclaman el ejercicio de derechos”. Además, el modo de referirse a las mujeres “que deciden ejercer su derecho a abortar constituye una construcción discursiva tendiente a criminalizar a las mujeres”. Según la ley contra la violencia hacia las mujeres, dice el dictamen, es “un caso de violencia simbólica y mediática”.

El Inadi se expidió en función de ese breve video, porque los demás no están disponibles. El defensor penal juvenil Axat recuerda una emisión en la que Sidders “planteaba que si había una plaza que se llamaba Che Guevara, debería haber otra llamada Emilio Massera”. También, que se refirió a Hugo Moyano como “negro de pelo duro”.

Sidders fue capellán de Gendarmería hasta 2002, cuando debió dejar Neuquén porque ATE y organizaciones mapuches pidieron su expulsión por autoritarismo e invasión de tierras. Desde entonces, fue asignado a La Plata, la diócesis comandada por Héctor Aguer en la que fue destinado a la capellanía del jardín de infantes San Bernardo, el Colegio San Vicente de Paul y el Instituto de Educación Superior. En 2008 ofició la misa del sepelio del periodista Bernardo Neustadt.

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