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En 2012 se produjeron 995 homicidios en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano y en La Plata; de ese total, 789 ocurrieron en el Gran Buenos Aires, 158 en la Capital Federal y 48 en La Plata. En el informe difundido ayer por la Corte Suprema de Justicia se precisa que las cifras establecen una tasa general de 6,93 homicidios cada cien mil habitantes, mientras que la tasa se eleva a 7,66 cada cien mil habitantes en el conurbano y baja a 5,46 en la Capital Federal. La Corte precisa que esas cifras porcentuales son “altas” respecto del nivel de homicidios de Europa y Canadá, pero resultan “bajas” en relación con las de la mayoría de los países latinoamericanos, y “similares” a las de naciones vecinas como Chile y Uruguay. Un dato importante es que la mayoría de los homicidios, el 39 por ciento en la Ciudad, el 41 por ciento en el conurbano y el 48 en La Plata, no se produjo por el móvil de robo sino en casos de “reyertas, venganzas, ajustes o enemistad”, es decir que se han dado en un contexto intrapersonal e incluso intrafamiliar.
Por el ítem que la Corte denomina “robos puros”, los casos de homicidio llegan al 15 por ciento en la Ciudad, al 19 en el conurbano y al 12 por ciento en el Departamento Judicial de La Plata. Se señala, incluso, que las reyertas o venganzas mantendrían el liderazgo frente al porcentaje de homicidios en ocasión de robo, si se agregaran las muertes que se produjeron –en algunos de esos casos de asalto– por “legítima defensa” de las personas afectadas o por la intervención policial frente a los hechos. Es decir que, sumando las muertes de quienes cometieron o intentaron cometer el robo, las cifras totales serían del 26 por ciento en la Ciudad, del 32 en el conurbano y del 16 por ciento en La Plata.
Una de las tendencias que se observa, en el marco del estudio realizado por la Corte, es que la mayoría de los homicidios se produce “en los fines de semana, en especial en los largos y casi siempre de noche o en la madrugada”.
En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa total de homicidios fue del 5,81 por cada cien mil habitantes en 2010; creció a 6,57 en 2011, y bajó a 5,46 en 2012, cuando fue incluso menor a la tasa de 2010. Lo que se advierte también en la Ciudad es que los pobladores de los barrios del sur, de menor calidad de vida, son las víctimas más frecuentes, dado que allí ocurre el 63 por ciento de los homicidios. Los barrios con mayor cantidad de muertes son Barracas (20 casos), Flores (15), Villa Lugano y Retiro (con 12 casos cada uno), es decir, barrios donde hay villas y asentamientos precarios donde viven miles de personas.
Sobre los victimarios, se hizo un cuadro por edad que demuestra que “continúa siendo muy bajo” el porcentaje de los chicos de menos de 16 años (inimputables) que participan en hechos de violencia. El porcentaje llega al 1 por ciento en la Capital Federal y al 2 por ciento en el conurbano y en La Plata.
La Corte señala que “nada hace suponer” que esos porcentajes se alteren en forma decisiva si pudieran ser identificados los autores de hechos que siguen sin tener responsables: 46 por ciento de los casos en la Ciudad, 33 por ciento en el conurbano y 11 por ciento en La Plata.
Por esa razón, en el informe se asegura que en los tres años que lleva la Corte elaborando estas estadísticas, las cifras “demuestran claramente que la insistencia mediática en que la solución a la violencia homicida depende de la punición de los menores de dieciséis años resulta claramente desmentida”. Lo mismo ocurre respecto de “la estigmatización de extranjeros” como autores de los crímenes, cuando en todo el conurbano representan apenas un 8 por ciento del total. Le dedican un párrafo a la comunidad boliviana, que es “preferentemente estigmatizada”, aunque “casi no registra victimarios y sí, algunas víctimas” de la violencia.
Existe una “alta incidencia (68 por ciento) de las armas de fuego” en los homicidios por robo o intrafamiliares.
Las muertes ocurridas en el entorno familiar tienen una incidencia preocupante, dado que llegan al 13 por ciento del total de los casos del conurbano y La Plata, y al 9 por ciento en la Capital Federal. En el rubro no se agrupan sólo relaciones sanguíneas sino también de amistad y otros vínculos cercanos; tampoco se toman exclusivamente los casos de violencia de género.
Entre los victimarios hay “un predominio casi absoluto de los hombres”, que también son mayoría entre las víctimas, dado que el porcentaje de mujeres asesinadas llega al 15 por ciento.
Entre un 30 y un 35 por ciento de los homicidios ocurre “en barrios de emergencia”.
En el Gran Buenos Aires, la mayor cantidad de crímenes ocurrieron en los departamentos judiciales de La Matanza (9,45 por ciento) y Moreno-General Rodríguez (9,44), mientras que el polo opuesto es Vicente López, donde hubo sólo tres casos (1,1 por cada cien mil habitantes) en 2012.
Los partidos con mayor porcentaje de casos son José C. Paz (12,79 por cada cien mil habitantes), Quilmes (12) y San Martín (10,8). En el caso de Lomas de Zamora, que tiene una tasa del 10,5 cada cien mil habitantes, el 58 por ciento de los hechos se registró en Ingeniero Budge, uno de los barrios más pobres y postergados de la zona. En Budge se produjeron 38 de los 65 casos de homicidio registrados por la Corte Suprema.
Al hacerse un resumen del total general de los casos de homicidio, se señala que el 41 por ciento se debió a “discusiones, riñas o reyertas”, el 19,39 por ciento en ocasión de robo; el 12,93 por conflictos intrafamiliares; 9,63 en casos de legítima defensa; 2,66 como resultado de la intervención policial y un 5 por ciento por otras causas no especificadas. En el 17,89 por ciento restantes se ignoran los móviles de los homicidios.
En la Capital Federal, en 2011 y 2012, el móvil del robo, que en el 2010 había sido el motivo del homicidio en el 26 por ciento de los casos, ahora se redujo al 15 por ciento.
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