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La Justicia Federal procesó a un alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) por haber amenazado al rector, Gustavo Zorzoli, para que retirara las sanciones a estudiantes que habían provocado destrozos durante una toma del establecimiento. El juez federal Norberto Oyarbide entendió que había pruebas suficientes para dictar el procesamiento a Tomás C. S. por el delito de amenazas y disponer, también, un embargo de 2 mil pesos, por el correo electrónico a Zorzoli que advertía: “Sacá las sanciones o se pudre todo, la puta que te parió, mirá que sabemos dónde vivís”. Tras la notificación, el joven declaró al diario La Nación que aunque el procesamiento “no cambia nada”, ser el único responsable ante la Justicia le pasó “porque fui el único que dije que era yo”, aunque “fue una broma entre muchos”. En diálogo con este diario, el rector Zorzoli recordó que “el chico, el año pasado se había acercado a la rectoría para pedir disculpas, y con eso reconoció que fue parte de los hechos”. El alumno, que a fines del año pasado quedó libre por las sanciones, rindió todas las materias y empieza a cursar 5º año.
El procesamiento del estudiante fue dictado luego de que quedara acreditado que envió el correo electrónico con la amenaza desde una computadora portátil conectada a la red de wi fi del colegio. El correo, que fue enviado a la casilla del rector desde la dirección [email protected], decía: “Sacá las sanciones o se te pudre todo la puta que te parió, mirá que sabemos dónde vivís” y “a los pibes no se los sanciona. Ultimo aviso”. La amenaza hacía referencia a las sanciones disciplinarias aplicadas a los estudiantes que, durante la toma del establecimiento que transcurrió durante diez días de septiembre de 2013, fueron considerados responsables de destrozos causados en distintos espacios del Colegio.
Zorzoli contó a Página/12 que tras ser notificado del procesamiento se comunicó con la familia del estudiante, que ya estaba también al tanto. La resolución judicial explica que el correo electrónico “tuvo como propósito obligar al rector a que retirara el pedido de sanciones que había formulado respecto de los alumnos que habían participado de la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires”. En lo que al correo se refiere, agrega, “puede tenerse por demostrada con la certeza requerida en esta instancia la actividad ilícita llevada a cabo por C.S.”.
A causa de los destrozos realizados durante la toma, “fue sancionado, quedó libre y entre diciembre y marzo rindió materias. Sigue siendo alumno del colegio. Desde el punto de vista académico, es un buen alumno. Pero cuando comenzó la causa por las amenazas, el fiscal (federal Gerardo Pollicita) hizo la investigación pertinente y llegó a la conclusión de que él había incurrido en un delito tipificado en el Código Penal”, señaló Zorzoli.
Además de la causa iniciada por las amenazas al rector, ante el mismo juzgado y con la actuación del mismo fiscal, continúa tramitando el proceso por la profanación de la iglesia San Ignacio, contigua al colegio y en la cual un grupo de alumnos ingresó, mediante un túnel, una de las noches de la toma. “En esa causa todavía no hay resolución del juez”, señaló Zorzoli.
El Colegio Nacional fue tomado por un grupo de alumnos entre el 17 y el 27 de septiembre del año pasado, en protesta por la reforma curricular de los planes de estudio de los secundarios de la ciudad de Buenos Aires. Aunque esa reforma no afectaba la currícula del CNBA, por tratarse de un colegio universitario gestionado por la UBA, un grupo de alumnos tomó el lugar en solidaridad con la protesta de estudiantes porteños.
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