Un obrero de 60 años murió en el mediodía de ayer aplastado por una medianera de cuatro metros de altura que se derrumbó cuando iba a ser demolida en una obra en construcción en el barrio de Palermo. El hecho ocurrió en un terreno ubicado en Cabrera y Mario Bravo, donde el gobierno porteño planea construir una escuela primaria.
La caída de la pared mató a Florentín Salvador Quispe e hirió también a otros dos albañiles, que ayer mismo fueron dados de alta luego de ser atendidos en el Hospital Alemán. El obrero de 60 años quedó atrapado debajo de los escombros y murió casi en el acto.
Según fuentes policiales, los obreros terminaban de apuntalar el paredón para luego demolerlo “y vino un viento muy fuerte y tiró la pared casi entera”. En tanto, los compañeros de Quispe contaron que era una construcción de más de cien años y que estaba destruida. “Se vino de repente para abajo. Se cayeron como nueves metros a lo ancho, una pared de las viejas, de más de 30 centímetros de ancho”, señaló uno de los albañiles.
La obra había comenzado el martes último y al momento del accidente más de diez obreros trabajaban en el lugar junto al ingeniero a cargo del proyecto.