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Sociedad|Sábado, 16 de agosto de 2014
CUATRO GIGANTES TECNOLOGICOS, QUERELLADOS POR SUS 64 MIL EMPLEADOS

La demanda de los ingenieros

La querella colectiva reclama a Apple, Google, Adobe e Intel una compensación de 3000 millones de dólares por un acuerdo entre los cuatro para no robarse talentos unos a otros. Las empresas evitaron así aumentos salariales. Ahora, las firmas ofertaron 324 millones.

Por Rosa Jiménez Cano *
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La jueza rechazó la oferta de compensación de las cuatro compañías porque la consideró escasa.

Desde San Francisco

Una demanda colectiva de ingenieros reclama a Apple, Google, Adobe e Intel una compensación de 3000 millones de dólares porque se sienten damnificados por un acuerdo entre las empresas para no robarse empleados entre sí. La excusa de las tecnológicas era frenar la escalada de sueldos, cada vez mayores. En realidad, una estrategia de Steve Jobs que trascendió a su vida, para evitar que los empleados de los cuatro gigantes se cambiasen a alguna de estas empresas. Ahora, las compañías ofertaron 324 millones de dólares como indemnización. Pero la jueza del distrito de San José, el corazón de Silicon Valley, Lucy Koh, rechazó la propuesta porque consideró escaso el monto.

El caso comenzó en 2011 con una demanda colectiva por parte de los empleados, un total de 64.000, en la que acusaban a las cuatro empresas de evitar hacerse con los ingenieros de alguna de las firmas involucradas. Según la jueza, la cifra, ofrecida en mayo, está por debajo de lo razonable.

El acuerdo entre Apple, Intel, Adobe y Google no sólo limitaba la movilidad laboral de sus talentos, como tanto les gusta referirse aquí a los empleados, sino también les imponía de forma implícita un tope salarial. La lógica de las empresas implicadas es que si los trabajadores no cambiaban de compañía, tampoco tendrían que afrontar grandes aumentos, ni internos para evitar la fuga, ni en nuevas contrataciones. En 2012 los empleados de Pixar, LucasArts e Intuit, dedicadas a la animación, denunciaron una situación similar.

La demanda colectiva pide 3000 millones de dólares para compensar el dinero que dejaron de embolsarse por su trabajo. Si durante el juicio se llegase a demostrar, como dicen los querellantes, que se trata de una práctica de monopolio, la cifra podría llegar a los 9000 millones de dólares. Las estimaciones de la acusación argumentan que, de no existir el plan de Google, Apple, Adobe e Intel, sus sueldos serían un 25 por ciento superiores. De las cuatro empresas, sólo Intel se pronunció al respecto: “Lamentamos que la corte haya rechazado nuestra propuesta que evitaría una larga negociación de meses”.

El escándalo va más allá del juzgado, evidencia especialmente el poder de Apple y Google y deja al descubierto los peores rasgos del carácter de Steve Jobs. El caso utiliza como prueba un intercambio de correos entre el propio fundador de Apple y el ex consejero delegado de Google Eric Schmidt. En las misivas se evidencia un acuerdo tácito para no tocar ni tentar a ninguno de los ingenieros. Schmidt se disculpa y le asegura que tomará medidas al respecto.

Jobs responde, a su manera, con una carita sonriente en emoticón, :), al conocer el despido del especialista en recursos humanos que intentó el fichaje. El correo más antiguo data de 2005, es la respuesta de Jobs al intento de Google de contratar en bloque a varios ingenieros: “Si se hacen con solo uno de ellos, significará la guerra”.

Los abogados de la defensa insisten en que Koh debería aprobar el acuerdo para proteger a los empleados y considera que se enfrentarían a grandes gastos si siguen adelante. El sentir no es común, una sección de los mismos insiste en que sería mejor crear una mesa de negociación y llegar a un acuerdo económico.

* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.

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