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Sociedad|Miércoles, 20 de agosto de 2014
Sigue en pie el análisis del posible hijo de Marita Verón

Avanza un cotejo de ADN

La Cámara Federal de Córdoba aceptó por mayoría que continuara el trámite para cotejar el ADN del supuesto hijo de Marita Verón, hasta tanto se defina la cuestión de fondo. La asesora de menores sostiene que antes se debe obtener más pruebas.

Por Soledad Vallejos
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El juez pedirá que se extraiga sangre a Susana Trimarco.

El pedido de un fiscal federal para realizar un cotejo de ADN que determine si un chico residente en Córdoba es el hijo que Marita Verón tuvo en cautiverio sigue en pie. Ayer, tras la primera audiencia en la que recibió a la defensora oficial Mercedes Crespi, quien se opuso al estudio genético, la Cámara Federal de Córdoba se mostró favorable a que el análisis no sea suspendido aunque falte resolver la cuestión de fondo, algo que sucederá luego de la segunda audiencia, que se realizará el 27 de agosto. “La Cámara determinó que estuvo bien que el juez concediera el recurso de apelación sin efecto suspensivo del análisis, y fijó fecha para que el 27 de agosto Crespi explique, con todas las formalidades, por qué se opone al estudio de ADN. De momento, como la Cámara no ordenó detener el proceso para el análisis, el juez podría decidir avanzar y ordenar que se extraiga una muestra de sangre a Susana Trimarco”, explicó el abogado José D’Antona, representante de la madre de Marita. Por su parte, el fiscal federal Nº 2 Gustavo Vidal Lascano señaló que “en función de lo dispuesto por la Cámara Federal no hay impedimento para realizar la extracción”. La muestra de sangre del chico sobre cuya identidad existen dudas fue tomada días pasados, como informó este diario.

El abogado D’Antona definió la situación como “una paradoja”. “El fiscal pide el estudio, el juez ordena hacerlo en función de ese pedido, Trimarco dice que por supuesto pone el brazo para que tomen una muestra, pero la defensora se opone aunque la supuesta madre del chico dijo que estaba de acuerdo en que se realizara el cotejo de ADN”, refirió.

Ayer, la Cámara resolvió acerca de un planteo técnico presentado por la defensora Crespi, quien apeló la decisión del juez federal Nº 2 Alejandro Sánchez Freytes de no dictar efecto suspensivo al estudio de ADN hasta tanto se resolviera la cuestión de fondo: si corresponde o no cotejar el ADN del menor. Por dos votos a uno (Abel Sánchez Torres y Vicente Muscará en favor; su par Ignacio Vélez Funes se opuso), los camaristas apoyaron la decisión de Sánchez Freytes. El miércoles de la semana próxima, los mismos magistrados resolverán acerca del estudio genético en sí.

Desde que trascendió que Trimarco había pedido a la Justicia investigar si el niño criado en Córdoba es hijo de su hija Marita, secuestrada por una red de trata de personas en 2002 en Tucumán, las respuestas de los involucrados se multiplicaron. Unos días después de conocida la noticia, el abogado Jorge Cáceres, que en aquel juicio defendió a Liliana Medina y uno de sus hijos, José “Chenga” Gómez, habló en defensa de Gonzalo “Chenguita”, el mellizo de Gómez, quien cumple, como él, una condena de 22 años de prisión como coautor del “delito de retención y ocultamiento agravado” de Marita Verón para el ejercicio de la prostitución.

El niño que podría ser hijo de Marita Verón vivía al cuidado de Paola Ceballos, pareja de Chenguita. Entrevistado por una radio riojana, el abogado Cáceres aseguró: “Es hijo de Gonzalo Gómez y su mujer, Paola Ceballos”, no de Marita ni de Chenguita. Un día después, Ceballos dijo: “Es mi hijo adoptivo” que había sido adoptado tres meses después de nacer. Ceballos agregó que está “de acuerdo con el examen (de ADN), no con que se trabe”.

El abogado D’Antona detalló que “quien hizo todos los trámites de adopción del chico fue Daniel Barria, que junto con Cáceres era abogado de los mellizos Gómez y que fue designado juez en La Rioja”. “Si a esos indicios se suman otros que constan en el expediente, y que no corresponde ventilar porque hay secreto de sumario y un menor cuya privacidad hay que defender, se entiende que la Justicia federal considere que hay altas probabilidades de que la criatura tenga una identidad apócrifa. Además, también hay indicios de que el chico podría ser el hijo que Marita Verón tuvo en cautiverio. Para despejar las dos dudas, el procedimiento es tan simple como proceder a un cotejo de ADN, aquí se podría haber cometido el delito de supresión de identidad”, agregó.

La defensora Crespi se opone a la prueba genética ordenada por el juez Sánchez Freytes por considerarla “prematura e infundada”, dado que, según su perspectiva, “no hay pruebas firmes” sobre la presunta vinculación entre el niño y Marita Verón. “No se puede dudar así nomás de la identidad de un niño con nada, porque eso es lo que hay en el expediente. Eso le hace daño a un niño”, dijo Crespi, quien de todos modos aclaró que no se opone al cotejo en sí mismo, sino que considera que “antes hay que realizar una investigación previa”.

Las muestras genéticas del niño ya fueron extraídas con intervención de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) cordobesa y del Juzgado de Menores de Alta Gracia. Sólo resta que se haga lo propio con Trimarco, quien debería viajar a Córdoba para eso.

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