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La Justicia bonaerense liberó por error a Gabriel Emir Maldonado, acusado de haber inducido el suicidio de su pareja, Mariana Condorí, en La Plata, en marzo de 2012. El imputado se encontraba bajo prisión preventiva por los delitos de lesiones, amenazas y privación ilegítima de la libertad contra la mujer y sus hijos, hechos que la defensa de la familia de la mujer logró que se combinaran en un contexto de violencia de género para culparlo por instigación. Además, Maldonado cargaba con otra pena por el robo de un celular, por la que pidió libertad asistida. La solicitud fue aceptada y consiguió la excarcelación, sin tenerse en cuenta la causa abierta por los maltratos. A pesar de que se cumplió una semana del episodio, todavía no se ordenó su pedido de captura.
Maldonado se encontraba privado de su libertad a disposición del Juzgado de Garantías Nº 5 de La Plata, a cargo de la jueza Marcela Garmendia, quien en julio pasado había ordenado convertir la detención del hombre en prisión preventiva por delitos graves hacia Condorí y sus hijos, descubiertos en el marco de la investigación iniciada por la muerte de su pareja, el 14 de marzo de 2012.
La jueza dispuso su detención por los delitos de lesiones leves y privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia y amenazas, lesiones graves, daño y amenazas calificadas por el empleo de arma de fuego, cometidos en un contexto de violencia de género. La Justicia platense entendió que no pueden desligarse estos hechos del suicidio de Condorí, por lo que el hombre fue imputado como instigador con diez delitos comprobados.
Al mismo tiempo, Maldonado cumplía una condena por el delito de hurto de un celular, en la Unidad 18 Gorina del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). A pedido del acusado, el Juzgado de Ejecución Penal Nº1 a cargo de Claudia Marengo dispuso su libertad asistida y el viernes 5 de septiembre fue puesto en libertad. Olvidaron el detalle de su detención por la muerte de su pareja.
“Maldonado tenía una condena anterior por robo y estaba en condiciones de pedir libertad asistida, pero obviamente no podía ser liberado porque estaba detenido por la muerte de Mariana. Hubo un error del juzgado de garantías, que no anotó la medida de detención en el registro, o del Servicio Penitenciario que lo liberó, en alguna maniobra de encubrimiento que lo presentó como que no tenía antecedentes”, explicó Sofía Caravelos, abogada del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ), que representa a la familia de Condorí.
Tras su liberación, el hombre se fugó y hace una semana que no se conoce su paradero. El CIAJ advirtió que el error entorpece la investigación y resulta una amenaza para la familia de la víctima. “La mamá nos llamó desesperada por comentarios de los vecinos, que habían visto que Maldonado apareció por el barrio. Ahora están con protección porque él sabe que la familia impulsó la denuncia”, comentó Caravelos.
“El lunes nos presentamos en el juzgado que dictó la prisión preventiva y estaban desorientados, no entendían qué es lo que había pasado. Pero evidentemente alguna falta tuvieron”, señaló Caravelos. La abogada también indicó que “solicitaron informes, se comunicaron con la jueza que otorgó la libertad asistida, pero todavía no pidieron la orden de captura de Maldonado. Tengo la intuición de que no lo vamos a volver a ver”.
Esta desprolijidad se suma a otro paso en falso previo dado por la Justicia en el caso. Antes de su suicidio, el 7 de marzo de 2012, Condorí había presentado una denuncia por agresiones de su pareja ante la comisaría 3ª de La Plata. El fiscal Marcelo Romero propuso una instancia de mediación para la pareja. Mariana fue notificada el 13 de marzo y el 14 fue hallada ahorcada en su casa de Villa Elvira, en las afueras de La Plata, donde vivía con Maldonado desde hacía un año y medio.
“Nos llevó mucho trabajo imputar a Maldonado en la causa porque no es fácil demostrar judicialmente la relación entre maltrato y la decisión de quitarse la vida. En términos penales, le pusimos una historia al suicidio. Teníamos expectativas de ir a juicio, ahora no sabemos qué va a pasar”, concluyó Caravelos.
Informe: Gonzalo Olaberría.
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