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Sociedad|Miércoles, 1 de octubre de 2003
LA JUEZA DEL DOBLE CRIMEN DE SANTIAGO EXPLICA SUS MEDIDAS

“Entre los presos está el asesino”

En una entrevista con Página/12, María del Carmen Bravo no descartó más detenciones. Anauate fue desaforado e irá a prisión.

Por Alejandra Dandan
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Para la jueza Bravo hay suficientes elementos en la causa contra los acusados que detuvo.
Las derivaciones del doble crimen de La Dársena agudizan la situación de crisis en la conducción política de Santiago. A pedido de la nueva jueza de la causa, la Legislatura provincial congregó una sesión especial para desaforar a uno de los diputados mimados del juarismo. La jueza María del Carmen Bravo se disponía anoche a pedir su captura, según confirmó a este diario. La detención de Carlos “Pololo” Anauate puede transformarse en un boomerang caliente para el juarismo: detrás de él podrían comenzar a quebrarse los pactos políticos en la provincia. Sobre ese andamiaje, la causa avanza hacia la búsqueda puntual de los asesinos de Leyla Bshier Nazar y Patricia Villalba: en diálogo exclusivo con Página/12, la jueza lanzó una primicia: “El homicida está entre los detenidos”. Y no descartó nuevas detenciones, entre ellas la del ex jefe de Policía provincial y su segundo. Esa línea podría provocar la detención del ex comisario Musa Azar. Nación, en tanto, espera. El Gobierno prepara un borrador del proyecto de intervención judicial mientras observa las últimos vaivenes. Para los hombres cercanos al Presidente, la intervención es “inexorable”, dijeron a este diario.
La nueva jueza del caso trabaja contra reloj para reflotar la confianza en la investigación sobre los crímenes. El lunes mandó un pedido de detención con los nombres de ocho personas, entre las que incluyó al primer juez del caso, Mario Castillo Solá. En este momento, el proceso tiene nueve detenidos, entre los que figura Patricio José Llugdar, desde el comienzo acusado por los crímenes. Detrás del joven cayeron en prisión dos policías, la amiga de Leyla, Cristina Juárez y, finalmente, un testigo y el dueño más dos empleados de Saravah, el boliche donde supuestamente Leyla pasó sus últimas horas en público.
Castillo Solá hizo ayer varios movimientos para salvarse de la cárcel. Presentó un recurso de eximición de prisión y buscó oxígeno político entre los miembros del Tribunal Superior de Santiago. Ahora, la fiscalía evalúa el pedido y la orden de detención está técnicamente suspendida.
Al margen del ingreso y egreso de personajes en la causa y en la cárcel, el caso tiene cuentas pendientes: la fiesta, los asesinos, las denuncias de los familiares contra el ex comisario Musa Azar y las causas que dispararon el segundo crimen. Página/12 dialogó con María del Carmen Bravo sobre estos puntos e, incluso, sobre las presiones políticas sobre la Justicia.
–¿Hay pruebas suficientes contra los nuevos detenidos?
–Efectivamente, hay elementos de sospecha suficiente que ameritan la detención de estas personas.
–¿Los cargos incluyen homicidio?
–Los cargos incluyen el homicidio y la investigación determinará si en grado de participación, cómplices o autorías. Muchos de estos elementos se conocerán a partir de las declaraciones de los detenidos. Sería prematuro decir los cargos porque ellos no han ejercido el derecho de defensa.
–¿Entre los detenidos está el asesino?
–Lo está, dentro de la hipótesis principal que estamos trabajando. En este momento hay una principal y otra que habrá que descartar o confirmar.
La jueza sólo aclaró que está buscando elementos de prueba sobre la existencia de la hipótesis que indica que Leyla habría pasado una parte de la noche del 16 de enero en Saravah y desde ahí se habría ido hacia Guayamba, una localidad en Catamarca donde se supone fue la fiesta.
–¿Existen testigos directos de la fiesta o algún indicio concreto?
–Existe una sobredosis detectada por los peritos forenses de la Policía Federal en Leyla. Y esos elementos, junto con otros, podrían indicar que existió la fiesta. Hasta ahora no hay testigos directos pero existe la posibilidad de que se presente un testigo espontáneo.
Carlos “Pololo” Anauate quedó desafectado de los fueros después de una sesión especial de la Legislatura provincial. En esas condiciones, y como ciudadano común, Pololo Anauate aseguró ayer que se acercó al juzgado paraponerse a disposición de la Justicia. En ese contexto, la jueza –dijo él- no tenía nada para detenerlo. El análisis de María del Carmen Bravo, sin embargo, es distinto: “Todavía no me llegó la resolución oficial del desafuero, no bien me llegue la comunicación oficial me voy a pronunciar”, dijo la jueza.
–¿Va a detenerlo?
–Efectivamente –aseguró–, no bien llegue la orden.
–¿Habrá más detenciones?
–No se descarta la posibilidad de más detenidos: no sé lo que van a declarar los imputados. Allí tendremos más elementos de juicio.
–¿Podría pedir la detención de ex jefe de policía y de su segundo, Luis Cejas, a cargo de la primera instrucción?
–Están dentro del sumario: se está evaluando en función de lo que surja.
–¿Existen presiones del poder político? ¿Usted se siente presionada por la intervención?
–De ninguna manera.

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