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Sociedad|Martes, 28 de octubre de 2003
14 MUERTOS AL CHOCAR UN MICRO Y UN
CAMION CARGADO CON GARRAFAS EN ENTRE RIOS

La ruta que fue infierno en la madrugada

El accidente ocurrió en un cruce de rutas oscuro y mal señalizado. El micro con turistas que iban a las Cataratas embistió al camión y en pocos minutos el fuego dio paso a los estallidos de los tubos de gas.

Por Carlos Rodríguez
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“Fue muy difícil el rescate de los cuerpos porque habían quedado atrapados entre los hierros y en algunos casos estaban destrozados.”
Primero fue el choque entre un ómnibus con pasajeros y un camión con acoplado, cargado con garrafas. Lo que siguió fue el incendio y después vinieron las explosiones. Algunos sobrevivientes dicen que fueron “más de cincuenta”, mientras que los bomberos de Chajarí, Entre Ríos, estimaron que estallaron “unos 200 recipientes con gas”, sobre un total de alrededor de 400, que era la carga completa del camión. Un vocero de la comisaría de Los Conquistadores, ubicada a 700 metros del lugar del accidente, dijo que los trozos de metal de las garrafas “volaban como bombas y las explosiones hacían temblar los vidrios” del edificio policial. “Nos enteramos por el ruido y cuando llegamos al cruce de rutas los dos vehículos estaban envueltos en llamas de cerca de 20 metros de altura, mientras seguían las explosiones”, explicó a Página/12 uno de los suboficiales que concurrió a socorrer a las víctimas. En el accidente murieron 14 personas, la mayoría carbonizadas, y 44 sufrieron heridas o quemaduras, en cuatro casos de gravedad. Muchas de las víctimas eran de Rosario y San Nicolás. Todos viajaban hacia las Cataratas del Iguazú.
“La zona no está iluminada, de noche es oscura como boca de lobo, y sólo los que vivimos por acá tenemos conciencia del peligro”, dijo a este diario Diego Bravo, director del Hospital Santa Rosa, de Chajarí, la ciudad entrerriana más próxima a la localidad de Los Conquistadores, de 1200 habitantes, que fue escenario de la tragedia y que está situada en el norte provincial, casi en la frontera con Corrientes. El micro de la empresa PTAK, de San Nicolás, llevaba a 58 personas y cuando el reloj marcaba las 0,15 de ayer circulaba por la ruta nacional 127. Todo indica que el micro fue el que se estrelló contra el camión, un Fiat 150 de la empresa Transportes Lucas, que iba por la ruta provincial 2.
“Lo más probable es que ninguno de los choferes haya advertido la presencia del otro vehículo y aunque todavía hay que hacer las pericias, es evidente que el micro se incrustó contra el camión”, dijeron en forma coincidente voceros policiales de Chajarí y de Los Conquistadores. Marcelo Creolani, uno de los sobrevivientes (ver aparte), dio una versión contraria. Dijo que al camión “lo agarró por el medio” al micro, pero admitió que él venía durmiendo y que la hipótesis la había escuchado de otros pasajeros que tampoco estaban despiertos al momento del choque.
El dato más contundente lo marca el hecho de que el chofer del camión, Leandro Herlein, de 30 años, apenas sufrió algunos magullones y se encuentra detenido en la comisaría de Chajarí, a disposición del juez Edgardo Redruello, quien hoy le tomará declaración. “Es difícil pensar que él haya sido el que atropelló al micro porque en ese caso no habría salido ileso”, estimó una fuente policial. Por el contrario, fallecieron los dos conductores del micro, Alcides Marchetti y Sixto Peón, y el coordinador turístico Germán Roca, de la agencia Click de la ciudad de Rosario, que había contratado el ómnibus para realizar una excursión a las Cataratas. Roca iba en los primeros asientos, detrás de los choferes.
Oscar, otro de los sobrevivientes, confirmó que el cruce de rutas “carece totalmente de iluminación”. El jefe de los Bomberos Voluntarios de Chajarí, Ermindo Ovando, ilustró sobre lo que fue una verdadera catástrofe: “A 15 kilómetros se veían las llamas y las luces que producían las explosiones; las garrafas quedaron diseminadas en un área de 300 metros a la redonda del lugar del siniestro”. Según Ovando “por lo menos hubo unas 200 garrafas que explotaron y por ese motivo fue difícil acercarse para tratar de apagar el fuego”.
Ovando admitió que días atrás hubo “muchas quejas por parte de los transportistas porque el cruce de las rutas no estaría bien señalizado”. Fuentes de la comisaría de Los Conquistadores dijeron a Página/12 que en ese cruce de rutas “no hay señalización y los choques son frecuentes, aunque no hubo ninguno tan grave”. Hace una semana “chocaron un camión y un automóvil, pero por suerte no hubo víctimas”. La explosión de las garrafas provocó la destrucción del camión y avivó fuego que también terminó destruyendo totalmente al ómnibus. Fuentes de la policía y de los bomberos dijeron que “fue muy difícil el rescate de los cuerpos, porque habían quedado atrapados entre los hierros y en algunos casos estaban destrozados”. Una de las mayores dificultades fue que los bomberos sólo contaban con agua para tratar de apagar el incendio. “Cuando hay garrafas lo más efectivo es la utilización de matafuegos cargados con polvo químico, algo de lo que nosotros carecíamos y que tuvimos que obtener pidiéndole ayuda a los automovilistas que circulaban por las dos rutas”, informó Ovando. Tuvieron que intervenir varias dotaciones de bomberos de Los Conquistadores, Federación, Federal y Chajarí.
El funcionario precisó que “muchos de los heridos se lastimaron por el impacto de los trozos de metal desprendidos de las garrafas que explotaban y que también producían quemaduras graves; la verdad es que parecía un verdadero infierno”. Los sobrevivientes relataron a los médicos que tuvieron que arrojarse por las ventanillas y luego “tirarse al piso, como en una guerra, porque las garrafas explotaban y volaban por todas partes”, relató el director del hospital de Chajarí.
En el accidente murieron Adriana Encima, Andrea Olivera, Marisa Bertone, Néstor Colombo, María Luisa Quanti, María Muratore, Maite Garay, Manuel Arrupe, Lorena Garay, Guido Gobbo y Nélida Decof, además del coordinador turístico y los dos choferes del micro. Los cuerpos fueron llevados a la morgue judicial de Concordia. Muchos estaban calcinados, por la intensidad del incendio que siguió al choque y que se potenció con las explosiones.
Diego Bravo, director del hospital de Chajarí, informó a este diario que 34 de los accidentados fueron asistidos allí y otros diez fueron llevados al Hospital Justo José de Urquiza de la ciudad de Federal. “La mayoría tenía heridas múltiples, fracturas, quemaduras de leves a moderadas, heridas cortantes y en dos casos hubo que operar a los pacientes”. A un hombre tuvieron que extirparle el bazo y una mujer sufrió un hemotórax. Esas dos personas fueron luego derivadas a la clínica privada De la Unión, de Chajarí, donde anoche seguían internadas “fuera de peligro”. Otros dos heridos de cierta gravedad fueron trasladados a la ciudad de Concordia y en Chajarí quedaron dos pacientes con fracturas. El resto de los heridos fue dado de alta y regresaron a las ciudades de San Nicolás, Rosario y Paraná, en las que habían subido para el frustrado viaje a Misiones.

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