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Sociedad|Miércoles, 9 de septiembre de 2015
El Papa dispuso flexibilizar los trámites para anular un casamiento eclesiástico

Nulidad matrimonial gratis y rápido

Francisco reformó los procesos de nulidad matrimonial vigentes en la Iglesia Católica para que los fieles accedan más fácil a esa posibilidad. La decisión se suma al perdón por abortar.

Por Washington Uranga
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Bergoglio avanza en el camino de focalizar en los temas prácticos.

El papa Francisco, a través de dos decretos pontificios (motu proprio en el lenguaje eclesiástico) divulgados ayer en el Vaticano decidió reformar, flexibilizar y acelerar los procesos de nulidad matrimonial hasta ahora vigentes en la Iglesia Católica, argumentando que “el empuje reformador está alimentado por el gran número de fieles que, no obstante deseen estar en paz con su conciencia, a menudo están separados de las estructuras jurídicas de la Iglesia a causa de la distancia física o moral” y que debido a ello “la caridad y la misericordia exigen que la misma Iglesia como madre se acerque a los hijos que considera separados”.

De acuerdo con lo establecido por el Papa la nulidad matrimonial será gratuita y más rápida, dejando de lado los dos principales obstáculos con los que se enfrentaban hasta ahora los católicos que querían obtener la declaración de nulidad de su matrimonio eclesiástico. Por decisión de Francisco la nulidad matrimonial católica será posible después de “una sola sentencia” (hasta el momento se necesitaban dos), requerirá la firma de “un juez único bajo responsabilidad del obispo” y como consecuencia de “un proceso más breve”. Se estima que las causas de nulidad a partir de ahora pueden durar entre uno y seis meses, particularmente en los casos “en que la nulidad del matrimonio sea más evidente”. Hasta el momento los procedimientos canónicos para obtener la nulidad matrimonial eran engorrosos, extensos y sumamente caros para quienes los iniciaban, lo que dio lugar a muchas acusaciones contra la Iglesia señalando que solo los ricos podían obtener la anulación de su matrimonio eclesiástico. Hay muchas anécdotas que dan cuenta que personas ricas, famosas e importantes han conseguido sus nulidades matrimoniales en los tribunales eclesiásticos de manera por lo menos discutible. Bergoglio no desconoce estas situaciones.

La determinación adoptada ahora por el Papa es también una invitación a los obispos de todo el mundo para que en sus diócesis agilicen los trámites de nulidad y que la “masa” de los católicos y no apenas algunos privilegiados que cuentan con recursos económicos puedan acceder a la nulidad de su matrimonio.

La decisión de Bergoglio se encuadra dentro de la misma tesitura adoptada la semana anterior cuando autorizó a los sacerdotes a otorgar la absolución a las mujeres que habiendo abortado solicitasen el perdón y es coherente con declaraciones públicas del propio Francisco insistiendo en que los divorciados y vueltos a casar no están excomulgados y forman parte de la Iglesia. Este mismo año Bergoglio había dicho, para escándalo de los sectores más conservadores de la Iglesia, que “hay casos en que la separación es inevitable, a veces incluso moralmente necesaria, para sustraer a los hijos de la violencia y la explotación”. Al anunciar su decisión de autorizar a los sacerdotes a perdonar el aborto durante el próximo Año Santo que se iniciará el 8 de diciembre el Papa sostuvo que “el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido”.

Ahora Francisco recurre al argumento de la colegialidad episcopal y recuerda que al votar en el Sínodo pasado “la mayoría de mis hermanos en el episcopado (...) solicitó procesos más rápidos y asequibles”. Sin embargo el Papa advierte que no se trata de favorecer la nulidad de los matrimonios sino “la rapidez de los procesos”. No reforma la doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio, pero abre las puertas a que esas uniones sean declaradas nulas con mayor facilidad. Al presentar el texto, el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, hizo una precisión al respecto señalando que “se trata de un proceso que conduce a la declaración de nulidad” y que por lo tanto “no se trata de un proceso que conduzca a la anulación del matrimonio”. Porque “nulidad es distinto de anulación y declarar la nulidad de un matrimonio es absolutamente diverso de decretar la anulación del matrimonio”.

Bergoglio ordenó además reformar el Derecho Canónico (derecho eclesiástico) en aquellas partes a las que se hace referencia a las causas para la declaración de la nulidad del matrimonio (cánones 1671-1691) determinando que los cambios entren en vigencia a partir del 8 de diciembre de 2015.

Los dos decretos pontificios Mitis ludex Dominus Iesus, para el Código de Derecho Canónico, y Mitis et misericors Iesus para el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, fueron presentados ayer en el Vaticano por el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, el exarca apostólico de Atenas, Dimitros Salachas, y el arzobispo Luis Ladaria Ferrer, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Junto a ellos estuvieron el sacerdote argentino Alejandro Bunge, auditor de la Rota Romana, y el también sacerdote Nikolaus Schoch, promotor de Justicia sustituto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica. También participó el sacerdote jesuita Federico Lombardi, director de la oficina de prensa del Vaticano, quien precisó que los decretos papales fueron firmados el 15 de agosto pasado.

La decisión del papa Francisco es también la consecuencia de un estudio que él mismo encargó a una comisión especial creada el 27 de agosto de 2014 y a la que encomendó expresamente la “simplificación del procedimiento” de nulidad matrimonial.

En la presentación de los decretos, el arzobispo Ladaria recordó que según el derecho eclesiástico (derecho canónico) para la validez de un matrimonio entre católicos se requiere el consentimiento libre de los cónyuges, la ausencia de impedimentos dirimentes y la observancia de la norma canónica. La ausencia de cualquiera de estos requisitos puede dar pie a la nulidad del acto. No obstante, lo decidido ahora facilita también el debate acerca de los motivos que pueden dar lugar a las anulaciones, tema que será discutido en la segunda sesión del Sínodo Extraordinario de los Obispos sobre la familia, que habrá de celebrarse en Roma en octubre. Existen varias iniciativas episcopales tendientes ampliar los motivos de nulidad del matrimonio católico que en la práctica equivaldrían a una mayor flexibilización de la norma hasta ahora existente.

Sin embargo, Ladario subrayó que “según la enseñanza de la Iglesia el matrimonio es uno, se pueden unir en matrimonio solo un hombre y una mujer y es imposible una nueva unión matrimonial durante la vida del cónyuge”. Y reafirmó que “el matrimonio es indisoluble” porque “así lo enseñó Jesús y en los evangelios hay numerosos testimonios de esta enseñanza”.

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