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Sociedad|Lunes, 14 de septiembre de 2015
Una pareja descuartizada y calcinada por sus hijos

La casita del horror en Pilar

Un familiar denunció la desaparición de una pareja. La policía allanó la casa y encontró restos humanos quemados en un balde de plástico en la terraza. Detuvieron a dos hermanastros, hijos cruzados de la pareja.

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El frente de la casa de Sarratea al 2700, donde la policía se topó con el dantesco espectáculo.

Una pareja fue descuartizada y calcinada en su casa de la localidad bonaerense de Manuel Alberti, partido de Pilar. Ricardo Klein y Miriam Kowalzuck habían desaparecido a principios de mes, y el hermano de Klein inició una causa por búsqueda de paradero. Tras una orden de allanamiento emitida por la fiscalía de San Isidro, algunos restos humanos fueron hallados por la policía en un balde de plástico en la planta alta de la vivienda a medio construir. Por el doble homicidio detuvieron a dos hermanastros, hijos de las víctimas y que aparentemente serían pareja. Los sospechosos primero cometieron el crimen y enseguida, a modo de coartada, denunciaron a sus padres por “violencia familiar”. Los investigadores creen que los hermanastros buscaban hacerse no sólo del inmueble sino también del dinero de sus progenitores.

Ricardo Ignacio Klein (52) y su concubina Miriam Ester Kowalzuck (50) se dedicaban a la recolección de cartón. Formaban parte de una familia ensamblada, como tantas otras. Karen Daniela Klein (22) era hija del primero, en tanto que Leandro Yamil Acosta (25) lo era de la mujer.

Además, la pareja tenía en común a mellizos de 11 años de edad. Todos ellos residían en Sarratea al 2700, de Manuel Alberti, partido de Pilar, en la vivienda de la parte trasera del terreno; al frente del mismo se erige otro inmueble de dos plantas: la baja era alquilada por la familia Klein a un matrimonio, mientras que la planta alta aún está en construcción.

El sábado, un hermano de Ricardo Klein denunció en la comisaría 4ª de Pilar que desde principios de mes no sabía nada de aquél, sospechando que algo malo había ocurrido con su hermano y su concubina. Ante esta situación, el fiscal general adjunto de San Isidro Eduardo Vaiani, quien está subrogando la Unidad Funcional de Instrucción Especializada en Delitos Conexos de ese Departamento Judicial, inició una causa por “averiguación de paradero” y dispuso el allanamiento del domicilio de la pareja. Al arribar al lugar, los efectivos encontraron en un garaje lateral la camioneta Chevrolet Apache con la que la pareja buscada se dedicaba a la recolección de cartones.

Pero al inspeccionar el resto del inmueble, con la asistencia de bomberos y perros rastreadores, la policía halló en la terraza de la planta alta en construcción un balde plástico que contenía restos que resultaron sospechosos, por lo que se convocó de inmediato al médico legista. Los peritos confirmaron luego que se trataba de restos humanos semicalcinados de columna vertebral y pelvis; también había cabellos.

Por otra parte, en el patio de tierra entre ambas casas se encontraron restos quemados de cartones, maderas y hasta el elástico de un colchón de dos plazas que se cree era de las víctimas. Al respecto, los inquilinos de los Klein contaron que el acusado encendió varias fogatas en el patio durante toda la semana pasada y les dijo que su madre y su padrastro abandonaron el hogar porque él los denunció por maltratar a los mellizos.

En la requisa, la policía secuestró también una pistola 9 milímetros marca Bersa, vainas servidas del mismo calibre, una escopeta 12/70, un hacha, dos palas y una horquilla, que serán peritados para determinar si fueron utilizados para cometer el doble crimen. También hallaron unos 8 mil dólares en efectivo. El fiscal ordenó entonces la detención de Karen Klein y de Acosta, quienes se encontraban en el lugar junto a los mellizos. De acuerdo con la acusación, los dos sospechosos –que aparentemente eran pareja– primero habrían cometido el doble crimen y luego denunciado a las víctimas por “violencia familiar” como coartada para justificar ante los vecinos la ausencia de las mismas, que fueron vistas con vida por última vez el 1º de septiembre pasado. Los hermanastros fueron acusados de “doble homicidio calificado” y serán indagados en las próximas horas por el fiscal Vaiani, quien dispuso preservar la escena del crimen y los elementos incautados. Asimismo, hoy se realizará el peritaje con Luminol en busca de rastros de sangre. Para los investigadores, sólo se encontraron algunos restos de las víctimas porque los acusados se habrían deshecho de gran parte de ellos en los días previos al hallazgo.

El 8 de septiembre pasado, el joven se presentó en la Comisaría de la Mujer y Familia de Pilar; allí denunció que la pareja obligaba a los niños a juntar cartón y basura, por lo que la jueza 2 de ese fuero, Silvana Galeriano, ordenó una “prohibición de acercamiento” a menos de 300 metros del domicilio y por 60 días para las víctimas. Pero éstas ya estaban muertas; incluso el acusado Acosta se ocupó de repartir a sus vecinos copias de ese oficio judicial como presunto ardid para reforzar su coartada. El móvil del doble crimen sería entonces el interés económico de los acusados, quienes querrían apropiarse del inmueble y el dinero de las víctimas.

“Es una conmoción porque eran buenas personas, trabajadores y estaban criando bien a los dos chicos, que nunca mendigaron porque ellos son gente de trabajo”, contó un vecino de los Klein, quien supuso que al dueño de casa lo habían secuestrado y matado en otro lugar porque ganó “una plata en el bingo”. Otra vecina también afirmó que ella “nunca” vio “cartonear” a los hijos de las víctimas, pero que éstas habían edificado la casa “de a poco” y con “sacrificio”. Los dos sospechosos estaban acertados: si hubieran sido “malas personas”, nadie se habría conmocionado.

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