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Sociedad|Viernes, 27 de noviembre de 2015
EN GLEW, UNA FAMILIA QUE DENUNCIO A UNA BANDA TERMINO ACRIBILLADA

Una venganza a balazo limpio

Los delincuentes dispararon desde la vereda por las ventanas al interior de una casa donde se encontraban cenando cinco personas. Murió un hombre con discapacidad y el resto resultó herido. La esposa de la víctima contó que ya habían pedido protección policial.

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El ataque ocurrió en una casa de la calle Loria, entre Sinclair y Caseros, de Glew.

Una familia denunció a una banda de la localidad bonaerense de Glew, en el sur del conurbano. Entonces, los delincuentes denunciados llegaron en un auto, acribillaron con munición gruesa el frente de la casa de sus denunciantes y se fueron como si nada. Por el ataque murió un hombre con discapacidad motriz que se hallaba cerca de una ventana que da a la calle. También resultaron heridos la mujer de la víctima, su hija adolescente y dos allegados, que se encontraban cenando en el living. Los agresores habrían descargado sorpresivamente unos quince tiros hacia el interior de la casa. Tras alertar al 911, las cuatro personas heridas fueron llevadas a un hospital del partido de Almirante Brown. Los autores del ataque eran buscados por efectivos de la distrital local.

El miércoles por la noche, al menos dos hombres llegaron en un automóvil hasta una casa de la calle Loria, entre Sinclair y Caseros. Alrededor de las 22.15 descendieron del vehículo y comenzaron a disparar sin miramientos hacia el interior de la vivienda. Apuntaron especialmente a una ventana, a la que le volaron los vidrios cuando toda la familia se hallaba reunida en el comedor. Como consecuencia del infierno de balas, Miguel Salvatierra, de 48 años y propietario de la casa, recibió un balazo en el pecho que le provocó la muerte en el acto.

Por su parte, su esposa, su hija de 13 años, otro familiar y un amigo, cuyas identidades no fueron suministradas, resultaron heridos. “Se levantaron entre diez y quince vainas servidas de pistolas calibre 9 milímetros y calibre 45”, confió un oficial de la policía local.

Consumado el ataque, los agresores huyeron en el mismo vehículo en el que habían llegado. Una de las personas heridas fue la que llamó a emergencias y alertó sobre lo que había ocurrido. Enseguida, patrulleros de la comisaría 7ª llegaron al lugar y solicitaron ambulancias, que trasladaron a los heridos al Hospital Zonal de General de Agudos Dr. Lucio Meléndez de la localidad de Adrogué.

Tanto la esposa como la hija adolescente del hombre asesinado resultaron heridas de bala en las piernas. Precisamente, la mujer de Salvatierra reveló que su “hija está grave, en coma inducido”. “La nena recién salió del quirófano, va a estar internada un par de días porque tiene fracturas; el otro chico tiene ocho tiros”, declaró. El cuarto herido, amigo de la familia, también sufrió heridas, aunque leves, por lo que es probable que sea dado de alta en las próximas horas.

Acerca del hecho perpetrado en su propia casa, la esposa de la víctima abundó en detalles: “Estábamos comiendo fideos con tuco e imprevistamente se escuchó un tiroteo. Fue todo muy rápido, descargaron los revólveres y se fueron. Quedamos todos en el piso llorando, y mi marido muerto”, contó. Por otro lado, la mujer de Salvatierra agregó que su marido era pensionado, puesto que padecía una discapacidad: “Le faltaba una pierna que perdió en un accidente”. Y que cuando escuchó los balazos, el hombre no pudo cubrirse por esa dificultad.

Los investigadores trabajaban en la declaración de testigos que pudieran aportar detalles de los motivos del ataque. Los primeros indicios muestran que el hecho obedeció a una venganza, ya que los delincuentes que dispararon no pretendían entrar a robar. Prueba de ello es que no faltaría nada en la vivienda, por lo que la hipótesis del intento de robo está prácticamente descartada y cobra fuerza la hipótesis de que se habría tratado de un ajuste de cuentas. A este respecto, la esposa del hombre asesinado aseguró que los agresores fueron a atacarlos porque “alguien les avisó” que ellos habían denunciado a una banda de delincuentes de la zona. “Hablé con el comisario y le dije que esto iba a pasar, porque es una mafia”, dijo la mujer, quien aseguró en su momento haber pedido seguridad policial por la peligrosidad en la que veía expuesta a toda su familia.

A cargo de la causa quedó la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 6 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Andrea Nicoletti.

En el hecho, caratulado como “homicidio” y “lesiones”, interviene personal de la policía de Almirante Brown.

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