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Sociedad|Lunes, 14 de diciembre de 2015
Juicio oral por un supuesto juego sexual que terminó en orgía de sangre

Las 24 puñaladas en la cama

Una mujer será juzgada por el crimen de su amante, un empresario de 62 años que fue asesinado mientras estaba atado a la cama. El hecho ocurrió el año pasado en el barrio de Flores. Las principales pruebas contra la acusada son sus conversaciones por WhatsApp.

Por Carlos Rodríguez
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El homicidio ocurrió el 29 de julio de 2014 en el departamento de Bacacay al 2600, Flores.

Una mujer de 33 años irá a juicio oral acusada de asesinar de 24 puñaladas a su amante de 62, a quien mantuvo atado a una cama luego de proponerle “un juego sexual” que terminó siendo una orgía sangrienta. La pareja de amantes protagonista de la historia mantenía relaciones desde el año 2003, cuando ella trabajaba como moza en un restaurante propiedad del hombre asesinado. La imputada, Paula Mariana Romano, de 33 años, estaba casada y su marido sabía de la relación, puramente sexual, que mantenía con Julio César Vittoria, de 62, quien solía darle dinero a la mujer que hoy está acusada de su muerte. La carátula del caso es “homicidio doblemente agravado por alevosía y criminis causae”, porque la fiscalía entiende que planificó el hecho, incluyendo el “juego sexual”, y que lo asesinó para tapar un segundo delito, dado que le robó a su amante al menos 20 mil pesos y otros valores.

La fiscal de la causa, Silvana Russi, fundó la acusación en una serie de mensajes de la aplicación WhatsApp, intercambiados por Romano, algunas veces con su amante y otras con su marido. El homicidio ocurrió el 29 de julio de 2014 en el departamento que tenía Vittoria en Bacacay al 2600, del barrio porteño de Flores.

En la madrugada del 30 de julio, la mujer le envió el siguiente mensaje a su esposo: “¡No se si reirme o llorar! ¡Le podemos dar todo a nuestras hijas!” La fiscal entiende que es una clara referencia al robo de los 20 mil pesos que Vittoria tenía en su casa, luego de haberlo retirado de una de la serie de heladerías Venezia que tenía en la zona oeste del Gran Buenos Aires. También se habría llevado otra suma de dinero, en pesos y en dólares, que no pudo ser determinada.

El crimen, según los peritos, fue cometido alrededor de las 21 del 29 de julio de 2014. La Fiscalía tiene en su poder filmaciones tomadas por las cámaras de seguridad del edificio de la calle Bacacay. En las imágenes “se observa a Paula Mariana Romano vestida con un tapado negro desde las 20.40 hasta las 20.48” en la puerta de ese domicilio, hasta que llega Vittoria y ambos ingresan juntos al lugar. Con posterioridad, “a las 21.15, se la observa salir del inmueble” llevando con ella “una cartera y una bolsa” en la que se supone llevaba el dinero y los valores robados en el lugar y que habrían sido el móvil del homicidio.

Romano fue detenida el 6 de octubre de 2014 y espera en prisión un juicio en el que podría ser condenada a cadena perpetua. El crimen pudo ser esclarecido, de acuerdo con lo que se afirma en la acusación fiscal, a partir de los WhatsApp intercambiados entre Romano y su amante, y entre ella y su marido.

También se tomó en cuenta lo dicho por amigos de Vittoria, que solía alardear de su relación sexual con una mujer mucho menor que él. Incluso les mostraba o les leía los mensajes, que a veces iban acompañados de filmaciones en las que se veía a “Paulita”, como él la llamaba, “desnuda o manteniendo relaciones” con otros hombres. El pedido de elevación a juicio por presentado por la fiscal Russi al juez Guillermo Rongo, quien la remitirá en su momento al Tribunal Oral que corresponda.

La fiscal caratuló el caso como “homicidio doblemente agravado por la alevosía y criminis causae”, que se aplica cuando se mata para ocultar otro delito, en este caso, el robo de al menos 20.000 pesos que la víctima guardaba en su departamento. La fiscal dio por acreditado que el homicidio se cometió entre las 20.40 y las 21.15, tomando en cuenta lo registrado por las cámaras y la coincidencia con la estimación de los peritos.

El agravante por “alevosía” se funda en el hecho de que la víctima, al haber accedido al “juego sexual” que le propuso su amante y que se estima que habían acordado previamente, se encontraba atado a la cama, imposibilitado de intentar cualquier tipo de defensa. En la acusación se dice que “le propinó 24 puñaladas con un elemento punzocortante en diversas zonas de su cuerpo”. Siete de esas puñaladas le provocaron a Vittoria “heridas penetrantes en cavidad toráxica que alcanzaron pulmones y desencadenaron en su muerte”.

La investigación de la fiscal Russi y agentes de la División Homicidios de la Policía Federal determinó que Vittoria y Romano eran amantes desde 2003, cuando ella trabajaba para él como moza en un restaurante que él tenía en la esquina de Ravignani y Paraguay, en el barrio porteño de Palermo.

“Paula y Julio comenzaron a relacionarse íntimamente y en forma habitual mantenían relaciones sexuales”, dijo la fiscal en el escrito de elevación a juicio. Se señala, además, que “más allá de los encuentros, solían conversar a través de WhatsApp, incluso ella le enviaba mensajes eróticos y fotos suyas desnuda o teniendo relaciones con otras personas”.

Los encuentros, en los meses previos al hecho, se volvieron “cada vez más frecuentes (...) casi una vez por semana” y en esas ocasiones Vittoria “le daba droga y le regalaba entre 300 y 1000 pesos” a Romano.

Los mensajes de Whatsapp son una de las principales pruebas para la fiscalía, no sólo los que encontraron en los teléfonos secuestrados a la imputada, sino también aquellos que horas antes a su asesinato Vittoria les mostraba contento a sus amigos más íntimos para decirles entre otras cosas frases como: “Hoy la veo a Paulita”, “hoy voy a tener un tiroteo” y “esta noche tengo matraca con la minita”. Los alardes de la víctima cayeron bajo el peso de las 24 puñaladas.

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