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El accidente que costó la vida a 42 gendarmes fue tratado inmediatamente como un caso de mal estado de la ruta. Esta versión fue avalada por el intendente de Rosario de la Frontera.
Gracias a la disponibilidad inmediata de fotografías del lugar, es fácil sin embargo constatar lo siguiente. La ruta tiene una traza totalmente recta, con muy bajas pendientes. El estado que surge de las mismas fotos parece bastante razonable; se encuentra correctamente demarcada, y tiene cartelería informando la proximidad del puente. Pareciera haber algunas deformaciones del pavimento, pero una primera aproximación ni siquiera muestra baches.
Se trata además de una ruta con relativamente bajo tránsito (1500 vehículos diarios), con una participación elevada de camiones (cerca del 50 por ciento), según los registros de la Dirección Nacional de Vialidad.
Por otro lado, sólo en casos relativamente poco frecuentes, los accidentes son atribuibles a la infraestructura. Esto ocurre si hay, por ejemplo, baches imprevistos o curvas con radios variables, donde no existe advertencia mediante cartelería. Pero éste no es el caso.
Deberán esperarse los correspondientes peritajes; pero no puede descartarse que el accidente haya sido producto de una falla del conductor, que inadvertidamente habría despistado el ómnibus, conduciéndolo al cañadón del río Balboa. Al contrario, en una primera aproximación, parece ser la hipótesis más razonable.
* Cespa-FCE-UBA.
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