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Familiares y amigos de las dos mujeres de 14 y 26 años encontradas estranguladas en un galpón de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, reclamaron justicia frente a la casa de sepelios donde estaban siendo veladas. Las víctimas fueron halladas en una habitación precaria hecha con cartones; ambas estaban en una cama, desnudas, ensangrentadas y con muestras de haber sido violadas. Ninguna de ellas presentaba signos de defensa, por lo que se sospecha que podrían haber sido drogadas. La policía tampoco encontró la ropa interior de las mujeres, ni sus documentos de identidad. El presunto autor del doble femicidio, quien se desempeñaba como sereno del inmueble, continúa prófugo.
El doble femicidio fue descubierto el viernes por la tarde en Avenida de Mayo 2080, de la mencionada localidad del oeste del conurbano, adonde llegaron las autoridades en busca de la mayor de las víctimas. María Soledad Ramos tenía dos hijos de 7 y 9 años a los que no había ido a buscar a la salida del colegio, por lo que las autoridades escolares se comunicaron con la comisaría y enseguida un patrullero acudió al domicilio que los nenes tenían registrado en sus fichas de inscripción.
Una vez en el lugar, los uniformados se encontraron con la puerta cerrada con llave; tras forzarla, descubrieron sobre una cama los cadáveres de Ramos y de una chica, de 14 años. La autopsia pudo establecer que ambas jóvenes fueron estranguladas con un cable, que fue secuestrado en el lugar del hecho.
Todo indica que la menor había sido violada, en tanto se presume que Ramos mantuvo relaciones sexuales consentidas, ya que no se hallaron en su cuerpo signos de violencia en la zona genital. Ninguna de ellas presentaba golpes en la cabeza que pudieran haberlas desmayado, razón por la cual los peritos extrajeron muestras de los cadáveres para realizar estudios toxicológicos ante la sospecha de que las víctimas fueron drogadas. Asimismo, se hallaron otras pruebas que podrían ofrecer perfiles de ADN diferentes a los de las víctimas. El presunto autor del crimen se dio a la fuga y fue identificado como Cristian Héctor Perrone, de 43 años.
Precisamente la policía apuntó a Perrone como principal sospechoso tras interrogar a los vecinos del barrio. Así pudo saberse que el galpón contaba con un sereno que moraba en una habitación situada en la parte trasera. Poco antes de que la policía se topara con el doble femicidio, testigos aseguraron haber visto al sereno salir del inmueble claramente apurado y con una bolsa de supermercado en la mano. Como los investigadores no encontraron en el galpón de marras la ropa interior de las víctimas ni sus documentos de identidad, se presume que Perrone se los llevó del lugar en dicha bolsa para eliminar pruebas. Las autoridades mandaron a revisar los contenedores de basura de toda la zona. Sin embargo, aún no se encontró nada.
Si bien algunos vecinos de la zona señalaron a Perrone como “la pareja” de María Soledad, el propietario del galpón –cuya identidad no trascendió– explicó a la Justicia que ellos vivían en distintos sectores del inmueble: el hombre como vigilante; la mujer con sus hijos pequeños y a modo de favor, puesto que no tenía donde vivir. De igual modo, Ramos no tenía relación de parentesco con la adolescente sino que mantenían una amistad, ya que la madre de la menor está internada por problemas psiquiátricos y la joven pasaba mucho tiempo en el mencionado galpón con los hijos de aquélla.
Al grito de “justicia”, familiares y amigos de las mujeres asesinadas pedían por la captura del señalado autor material del doble femicidio. Al respecto José, padrastro de la menor, dijo que la chica “vio algo que no tenía que ver y por eso la mataron”, y que el sospechado de perpetrar el crimen “no es un asesino, es una hiena, porque asesino es poco”.
En esa línea, un allegado de Ramos señaló que el sereno intentó propasarse con la menor en varias oportunidades, y que aun la ex mujer de Perrone lo echó de la casa por abusar de su propia hija de 12 años.
Por su parte, Liliana González, abogada y amiga de la familia de la adolescente, sostuvo que la chica concurría al galpón porque “se acompañaban mutuamente” con Ramos. La letrada afirmó que “iba y estaba con los chiquitos” de 7 y 9 años, y agregó que “encontraba a María Soledad como una especie de mamá, porque la suya está muy enferma”.
Los investigadores continúan buscando intensamente a Perrone y solicitaron a los medios de comunicación la difusión de una foto de su Documento Nacional de Identidad para que cualquier persona que lo haya visto o tenga información sobre su paradero avise al 911. El hombre está siendo rastreado en la provincia de Buenos Aires, ya que se presume que no tiene medios económicos para escaparse del país. No obstante, la policía dio aviso al Departamento de Migraciones en el caso de que el femicida intente cruzar la frontera.
El hecho es investigado por el fiscal José Maroto, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza.
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