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Sociedad|Miércoles, 18 de mayo de 2016
Dos heridos, uno de bala, a la salida de un boliche en San Telmo

A los tiros en el after hour

En Perú al 500, a las 6 de la mañana, en la puerta del boliche Museum de San Telmo, dos grupos se enfrentaron a golpes y tiros. Un herido de bala. Tres detenidos. Por la tarde un gendarme se presentó, dijo que había disparado y quedó detenido.

Por Carlos Rodríguez
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Los tres primeros detenidos, durante la mañana. Después se presentaría el gendarme.

La fiesta, que en su segmento amable había sido animada por un grupo de cumbia santafecino, terminó a las 6 de la mañana de ayer a los tiros, puñetazos, pedradas y corridas sobre la calle Perú al 500, en el microcentro porteño. Como resultado de la disputa entre dos bandos, un joven resultó herido de bala y a otro lo molieron a golpes. Los dos están internados y hay al menos cuatro detenidos, uno de ellos un gendarme que se entregó horas después del enfrentamiento para confesar que había “realizado disparos contra los que peleaban”, según le dijo a Página/12 un vocero policial. El gendarme quedó detenido, dado que es posible que alguno de los disparos que admitió haber realizado podría haber herido a uno de los jóvenes.

El boliche donde comenzó todo se llama Museum Club Disco de San Telmo y queda en Perú 535. El imponente edificio, de tres plantas, tiene “el estilo de la torre Eiffel”, según se afirma en la página web, donde se aclara que el restaurante y la disco sólo están abiertos al público viernes y sábados, aunque también se puede contratar para fiestas privadas.

En la noche del lunes, desde las 22, abrió sus puertas para una fiesta que contó con la actuación del grupo de cumbia santafecino Los de Fuego. Aunque se cree que las hostilidades comenzaron dentro del boliche, la violencia se desató en la calle, a la salida, cerca de las 6 de la mañana de ayer. Los dos bandos se enfrentaron a lo largo de Perú, entre Venezuela y México.

En la vereda hubo trompadas, piedras que volaban y no menos de diez disparos de armas de fuego. Agentes de la seccional segunda de la Policía Federal llegaron al lugar unos 20 minutos después de que comenzaran los incidentes. En el lugar encontraron a los dos heridos, uno de bala y otro por los golpes recibidos; ambos fueron llevados al Hospital Argerich, aunque con posterioridad el que sólo tenía traumatismos dejó el hospital y quedó “demorado”, junto con otros dos jóvenes que habrían participado en la pelea.

Los detenidos son Dante Fernández, de 23 años, Brian Alan Susperreguy, de igual edad, y Joan Alexander Alvarez, de 21. Un testigo, empleado de un negocio cercano, señaló a los tres como algunos de los que participaron en el enfrentamiento. Los peritos policiales encontraron cuatro vainas y ocho proyectiles intactos, además de dos cascos de motociclistas destrozados, lo que habla de la violencia de la pelea entre los dos grupos.

La sorpresa, en la seccional segunda, se produjo cuando llegó para entregarse detenido el gendarme Alan Darío Ramos, de 25 años, quien confesó que había estado en el lugar de los hechos y que había realizado varios disparos con su arma reglamentaria. Ante la confesión, el juez de instrucción Manuel De Campos, dispuso la detención del integrante de la fuerza de seguridad hasta tanto se determine si las heridas de bala que sufrió el joven internado en el Argerich fueron provocadas por el arma utilizada por Ramos.

En forma paralela a la investigación judicial, Gendarmería Nacional informó ayer por la tarde que Ramos fue pasado a disponibilidad y que se abrió un sumario administrativo para analizar su conducta y si fuera necesario, tomar medidas disciplinarias.

Un vendedor de diarios que trabaja en Perú al 500, relató que hubo “gritos y muchos tiros”, motivo por el cual se tuvo que refugiar detrás de su puesto para cubrirse porque “las balas y las piedras pasaban por todos lados”. El diariero sostuvo que ya están “acostumbrados a las peleas” que ocurren frente al boliche.

El testigo aseguró que había “heridos ensangrentados y balas por todos lados. A uno de los heridos, que tenía la cara muy lastimada, la policía se lo llevó detenido”. José, un vecino del barrio, aseguró que la policía “detuvo a tres delincuentes” porque esto es “tierra de nadie”, una definición convertida en cliché por algunos medios que suele ser utilizada para estigmatizar a los barrios pobres.

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