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Sociedad|Viernes, 16 de enero de 2004
LOS JOVENES PRESOS EN BRASIL, CUESTION DE ESTADO PARA LA ARGENTINA

Un reclamo de la mano de Bielsa

El Gobierno se metió de lleno en el caso de los dos turistas presos por entregar un billete falso. Bielsa le expresó la preocupación argentina a su par brasileño. Allí, la Justicia rechazó un hábeas corpus. Pero tras la presión, hay esperanzas de una liberación rápida.

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Rafael Bielsa se llevó de la mano a la madre de uno de los jóvenes presos en Florianópolis.
A las 7.45 de ayer, el presidente Néstor Kirchner se comunicó por teléfono con el canciller Rafael Bielsa con una misiva: que se ocupara personalmente de los dos jóvenes argentinos detenidos en Brasil desde hace una semana por intentar cambiar cien dólares falsos. A las cuatro horas, los padres de los turistas presos fueron recibidos por el diplomático y confirmaron que el conflicto pasó a otro nivel: Bielsa se comunicó con su par brasileño, Celso Amorim, y dejó entrever una posible solución. El miércoles a la noche, la Justicia brasileña había fallado en contra del hábeas corpus y argumentaba que le faltaban pruebas para una decisión definitiva. Según explicó Valdo Palmai, el cónsul argentino en Florianópolis –la ciudad de detención–, el abogado defensor ya cuenta con lo requerido por el juez, quien hoy por la tarde podría “reconsiderar su decisión”. El estado de la vía legal y la diplomática indica que antes del fin de semana Tomás Ciarrochi y Andrés Cano abandonarían la celda de la policía federal brasileña, pero nadie se animó a confirmar esa posibilidad. Si la negativa judicial se mantiene, podrían permanecer en la cárcel al menos una semana más.
A media mañana, el jefe de Gabinete de Cancillería, Eduardo Valdez, adelantó el sentir del Gobierno ante la detención de los turistas argentinos: “No estamos conformes con lo que está sucediendo, no nos gusta nada. Es una situación injusta que debe terminarse hoy (por ayer) mismo”, reclamó. Tras conocer el fallo del juez federal de primera instancia Celso Bigger, que denegó el pedido de hábeas corpus, el funcionario adelantó que “ahora corresponde la acción política concreta de Estado a Estado”.
A las 12.30, las familias de los jóvenes detenidos hablaban con la prensa en la puerta de Cancillería y reclamaban que el gobierno nacional acelerara su intervención. Sorpresivamente, Bielsa salió a la vereda y se dirigió a la madre de unos de los detenidos: “Mucho gusto señora, hace cuarenta minutos que la estoy esperando arriba con el vicecanciller de Brasil (Samuel Guimaraes)”, le reclamó, la tomó de la mano e invitó a los demás familiares a subir a su despacho. Al término de la reunión, de poco más de una hora, el diplomático habló por teléfono con su par brasileño Celso Amorim y, más tarde, destacó que “la solución es un tema complicado, pero la libertad de los chicos es un tema prioritario para Cancillería y estamos haciendo todo lo posible en ese sentido”.
Pocos minutos después, la policía federal de Florianópolis permitió que el cónsul argentino se entrevistara con Ciarrochi y Cano bajo condiciones hasta entonces denegadas: no hizo falta que un vidrio los separara ni un teléfono para comunicarse entre ellos. Permitió estar en un mismo espacio y hasta dejaron que los jóvenes llamaran, por primera vez en la semana de detención, a sus familiares de Buenos Aires. “Estaban bastante bajoneados por la negativa del hábeas corpus, pero cuando se enteraron de lo que sucedía en la Argentina y cuando pudieron hablar con sus padres todo cambió. Ahora siguen aguantando, están bien de ánimo y tienen esperanza, la misma que tenemos todos, de que mañana haya buenas noticias. Están dadas todas las condiciones para que eso suceda”, explicó Palmai.
Tomás Ciarrochi llamó a su casa, pero como le daba todo el tiempo ocupado optó por comunicarse con su hermano, Diego. En tanto, Andrés Cano charló con su padre y su madre. Ambos jóvenes confirmaron que están bien, que no fueron maltratados y que están al tanto de todo lo que pasaba en Buenos Aires.
El abogado defensor Ivo Carioni había presentado el miércoles al mediodía un hábeas corpus con 36 carillas de alegatos a favor de los jóvenes y documentos que certificaban la ausencia de antecedentes penales en la Argentina. El cónsul argentino detalló que el juez brasileño devolvió un fallo de solo dos párrafos en el que argumentó la “falta de elementos de decisión”, en referencia a que aún no contaba con los informes del proceso policial. El letrado concurrió ayer a la comisaría local, recogió todos los elementos requeridos y hoy a la mañana los presentará ante el juez. “Si tiene voluntad, estarán dadas todas las condiciones para que el fallo negativo sea reconsiderado y los chicos recuperen su libertad”, estimó Palmai. En caso de que la presentación vuelva a ser rechazada, algo no esperado por el abogado ni por Cancillería, los jóvenes podrían estar encerrados una semana más a la espera de los fallos de otros dos jueces, que son los encargados de confirmar o modificar la primera decisión.
Tomás Ciarrochi y Andrés Cano, de 22 y 21 años, respectivamente, son amigos desde el colegio secundario, viven en el partido bonaerense de San Isidro y desde 1998 vacacionan en Brasil, primero con sus padres y desde hace tres años con otros amigos. El jueves 8 a la noche concurrieron a comprar a un supermercado y, al mismo tiempo, cambiar cien dólares de otro amigo. Como la compra era por poco dinero, la cajera se resistió a darles cambio, pero no objetó la calidad del billete. Pidieron hablar con el gerente y también negó hacer la compra por el escaso monto de la operación. Los turistas recurrieron a un policía para que interviniera y fue recién éste el que descubrió que el dinero era falso. Fueron acusados de “traficar moneda falsa”, un delito de competencia federal y considerado una “falta grave”, según explicó el funcionario argentino. Desde ese día están presos y, hasta ayer, incomunicados. El cónsul resaltó que ambos “están en un ambiente limpio e higiénico y no sufrieron ningún tipo de maltrato, aunque fueron rapados porque un compañero de celda tenía un problema de picazón e infección”.
Informe: Darío Aranda.

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